El vino reclama un hogar

El gusto por el vino y toda su parafernalia no deja de acaparar simpatizantes. Para algunos, tomarlo no es m¨¢s que una forma de cohesi¨®n social. El resto son paladares exquisitos, compradores y bebedores convencidos que tienen su propia bodega en casa o que fantasean con tenerla. "Cada vez hay un mayor n¨²mero de aficionados con gran inter¨¦s por el mundo del vino, consumidores de vinos de alta calidad que desean poder conservarlos en las mejores condiciones posibles", se?ala Pablo Ruiz, responsable de Enoservin, distribuidor en exclusiva de las cavas subterr¨¢neas Helicave en Espa?a. Su objetivo este a?o es instalar 24 en el pa¨ªs.

Son bodegas con vistas situadas bajo el sal¨®n o la cocina, un concepto muy extendido en Europa ¡ªse distribuyen en 12 pa¨ªses europeos donde han construido unas 30.000 cavas, el grueso en Francia¡ª. La mala noticia es que su instalaci¨®n solo es posible en unifamiliares o en promociones de viviendas, pero no en pisos.

Se trata de recrear una bodega natural y a medida en la vivienda, pero sin ocupar espacio habitable. "Lo que ofrecemos es un espacio adicional que antes no exist¨ªa. No lo quitamos, lo creamos bajo tierra", dice Ruiz. El sistema de construcci¨®n se basa en la formaci¨®n de un vaso de hormig¨®n prefabricado y completamente estanco capaz de mantener una temperatura constante (entre 12 y 18 grados) y una humedad adecuada (entre 60% y 70%), adem¨¢s de proteger el vino de la luz, los olores y el ruido. Es decir, no requiere el uso de equipos de climatizaci¨®n.

Las botellas de vino se colocan horizontalmente dentro de los botelleros de hormig¨®n que conforman la estructura de la bodega y el aire se renueva a trav¨¦s de un sistema de conductos. As¨ª, el aire fresco accede por la parte inferior, obligando al caliente a salir por la parte superior. El cliente suele colocar las cavas en el sal¨®n, la cocina y el garaje. "Siempre en lugares visibles, ya que al cliente le gusta ense?arlo", apunta Ruiz. Por eso, la puerta de acceso es de cristal y pueden estar iluminadas. El tiempo de obra necesario depende del modelo, pero var¨ªa entre tres y 14 d¨ªas (incluida la excavaci¨®n de tierras). Y sus precios van desde los 12.000 euros el modelo m¨¢s b¨¢sico, hasta los 90.000 euros el m¨¢s completo.

La idea de la bodega subterr¨¢nea se ha extendido hasta el subsuelo de las promociones de viviendas de lujo. Junto a la pista de p¨¢del y el gimnasio, la cava es otro reclamo m¨¢s para los compradores. Hay muchos ejemplos en Espa?a de residenciales con bodegas de dise?o para cada uno de los pisos. "El promotor optimiza y rentabiliza el aprovechamiento de los espacios perdidos o las zonas bajo rampas, con capacidad personalizada. Se aconseja un m¨ªnimo para 200 botellas por vivienda aproximadamente", cuenta el responsable de Enoservin.

La cl¨¢sica vinoteca o armario climatizado sigue siendo la mejor opci¨®n para mantener el vino en los pisos ya existentes. Las hay aisladas, con ruedas para desplazarlas, para colocar bajo la encimera, en columna, de encastre, combinadas con el frigor¨ªfico o alojadas en un mueble. Puede llevar puertas transparentes que impiden el paso de los rayos ultravioletas, con distintas zonas de climatizaci¨®n, o con espacio para guardar copas y una zona donde oxigenar el vino y servirlo. Tambi¨¦n hay infinidad de precios: una vinoteca para 18 botellas, por ejemplo, puede costar entre 100 y 200 euros, aunque tambi¨¦n las hay por 1.600 euros. El sumun de las vinotecas bien podr¨ªa ser la que hizo Porsche Design Studio para la famosa casa francesa de champ¨¢n, Veuve Clicquot. Cre¨® una escultura de acero inoxidable y 2,10 metros de alto con espacio para 12 botellas m¨¢gnum. Solo se fabricaron 15 unidades y se habla de un precio de 70.000 d¨®lares.

Pero si algo se ha rendido por completo al dise?o son los botelleros. Los estilos innovadores y modernos de madera, aluminio o met¨¢licos est¨¢n haciendo que estos elementos para almacenar botellas se conviertan en un objeto decorativo m¨¢s.

Es el caso de las librer¨ªas para vino montadas en la pared. "Se trata de un botellero de madera hecho en Italia que asegura la visibilidad de las botellas y sus etiquetas", cuentan en la firma Esigo. Las composiciones son m¨²ltiples y su precio es de 900 euros (para 8-16 botellas). Si se apuesta por algo m¨¢s grande, hay exhibidores independientes de acero con capacidad para almacenar entre 55 y 200 botellas. Cualquier propietario puede hacerse un botellero. En una pared de cristal o de pladur bastar¨ªa con realizar los agujeros necesarios.