As¨ª se libr¨® Espa?a de la multa: Sch?uble al tel¨¦fono (y tres largas horas de reuni¨®n)
El cambio de posici¨®n del ministro de Finanzas alem¨¢n ha resultado clave para que no haya multa a Espa?a y Portugal
¡°En econom¨ªa, cualquier cosa escrita hace 20 a?os es irrelevante¡±, suele decir Greg Mankiw, de Harvard. Las reglas fiscales andan en esa edad complicada. Nadie recuerda por qu¨¦ diablos decidi¨® Europa en los olvidables a?os noventa que un d¨¦ficit de m¨¢s del 3% del PIB equivale a bajar al noveno anillo del infierno de Dante: esas normas se dise?aron para un mundo que ya no existe. Del Pacto de Estabilidad solo quedaron un par de cosas escritas en bronce. Una: ¡°Es est¨²pido¡±, dijo de ¨¦l hace una d¨¦cada Romano Prodi (y repiten ahora muchos comisarios europeos, siempre en voz baja y sin micr¨®fono de por medio). Y dos: ¡°Las multas son como la bomba at¨®mica, un arma de disuasi¨®n que es m¨¢s efectiva cuando no se usa¡±, recordaba ayer ¡ªcon el inevitable off the record como condici¨®n¡ª una alta fuente comunitaria.
La decisi¨®n de apretar o no ese bot¨®n nuclear se fragu¨® en una larga reuni¨®n: m¨¢s de tres horas del ala. Aunque en realidad hay citas que se alargan durante d¨ªas: la reuni¨®n de ayer empez¨® en el G-20 de China, el pasado fin de semana. El ministro alem¨¢n Wolfgang Sch?uble llam¨® desde all¨ª al comisario de su pa¨ªs, G¨¹nther Oettinger, para que suavizara el tono. Tras reunirse con sus hom¨®logos de Espa?a, Francia e Italia, Sch?uble perfil¨® la posici¨®n alemana: en la Europa posBrexit ha llegado el momento de sustituir ¡ªtemporalmente, no se alarmen¡ª el palo por la zanahoria. M¨¢s a¨²n si se le va a permitir a Italia saltarse a la torera las reglas de ayudas de Estado para apuntalar su banca.
El martes siguieron las llamadas de Sch?uble: a la mayor¨ªa de comisarios del PP europeo (hay 14, nada menos) e incluso al presidente Jean-Claude Juncker. ¡°La multa no es necesaria; a Alemania le basta con la decisi¨®n del Ecofin acerca de que Espa?a y Portugal no tomaron medidas efectivas y quedan bajo estrecha vigilancia¡±, vino a decir el ministro, seg¨²n fuentes europeas.
Juncker se reuni¨® ayer a primera hora con los dos tenores de las reglas fiscales: el vicepresidente Valdis Dombrovskis, conservador let¨®n y firme partidario de las multas, y el socialista franc¨¦s Pierre Moscovici, que le ha ganado la partida por goleada (y de paso evita un precedente para su pa¨ªs). Previamente, los comisarios del PP se reunieron para desayunar y preparar su estrategia, as¨ª como los socialdem¨®cratas (8) y liberales (5). El comisario espa?ol, Miguel Arias Ca?ete, y el portugu¨¦s Carlos Moedas llevaban d¨ªas tratando de allanar el camino. Las resistencias de la mayor¨ªa de los halcones terminaron de caer con el poder¨ªo telef¨®nico de Sch?uble.
Estrategia Juncker
Ya en la reuni¨®n, Juncker tir¨® de estrategia y opt¨® por dar la palabra a quienes iban a defender la cancelaci¨®n. Solo cuando se vio que ganaban por goleada dej¨® hablar a los pro multa: Dombrovskis, Jyrki Katainen, Cecilia M?lmstrom y Oettinger. 23 a 4: fin de la historia. Aun as¨ª, hubo debate. El ala dura defendi¨® hasta el final su posici¨®n: ¡°Si no lo hacemos hoy, nunca habr¨¢ sanciones¡±, dijo Katainen. ¡°Lo m¨¢s apropiado es una sanci¨®n simb¨®lica¡±, defendi¨® Dombrovskis. La respuesta fue abrumadora: nada de multas, ni siquiera simb¨®licas, defendi¨® el vicepresidente holand¨¦s Frans Timmermans y apoyaron uno tras otro los comisarios socialistas, los liberales y una amplia mayor¨ªa de los conservadores. El griego Dimitris Avramopoulos destac¨® la inoportunidad pol¨ªtica de las sanciones: "Las multas no las pagan los pol¨ªticos: recaen sobre los hombros de la gente; los portugueses y espa?oles han hecho ya muchos sacrificios y no entender¨ªan esa decisi¨®n". Juncker cerr¨® con una reflexi¨®n: ¡°El pasado es pasado y una multa no lo cambiar¨¢: la amenaza de la congelaci¨®n de fondos y los nuevos objetivos de d¨¦ficit combinados con la estrecha vigilancia son la estrategia adecuada para que los dos pa¨ªses pongan en orden sus cuentas¡±, dijo.
Bruselas tir¨® ante la prensa de argumentos t¨¦cnicos (Espa?a ya ha hecho muchos ajustes y ha presentado nuevas medidas: no merece la multa) y morales (los espa?oles no entender¨ªan una sanci¨®n despu¨¦s de hacer tantos esfuerzos: empezar¨ªan a dudar de Europa cuando eso ya es casi un deporte) para meter de contrabando ideolog¨ªa: tras las llamadas de Sch?uble, seg¨²n las fuentes consultadas, hay un ejercicio de c¨¢lculo pol¨ªtico. Sch?uble y Juncker quieren ayudar a uno de los suyos a seguir en el poder. Espa?a ha sido un aliado de Alemania en estos ¨²ltimos a?os y los votos del PP espa?ol fueron imprescindibles para que Juncker llegara a la Comisi¨®n Europea. Tras perder la silla en el BCE, en el Eurogrupo y recibir un castigo ejemplar tras el rescate bancario, lleg¨® el momento de premiar la fidelidad de Rajoy con Berl¨ªn, apuntan las fuentes consultadas. "El arte de la pol¨ªtica consiste en conjugar el poder con el saber y el querer: el realismo con la voluntad y la inteligencia", dicen los te¨®ricos. El arte de la pol¨ªtica, a veces, consiste simple y llanamente en hacer pi?a.
Y de Mankiw a Hegel: ¡°La intensificaci¨®n en exceso de los propios principios es el primer motivo por el que cae una civilizaci¨®n¡±. El mantra de los ¨²ltimos d¨ªas en los pasillos de Bruselas era un ¡°las reglas son las reglas¡± que ven¨ªa a justificar la multa en aras de esos supuestos principios que han motivado una retah¨ªla de decisiones desastrosas durante toda la crisis del euro. Berl¨ªn, esta vez, dej¨® tranquilo el palo y decret¨® zanahoria: tras la sorprendente cancelaci¨®n de las sanciones, Juncker y los suyos se esforzaron en demostrar que no se han apartado ni un ¨¢pice de las dichosas reglas. Aun as¨ª, el mantra ha cambiado con rapidez: ¡°El Pacto de Estabilidad est¨¢ muerto y enterrado¡±, dec¨ªa anoche uno de los ministros del Eurogrupo. Descanse en hegeliana paz.
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