Los efectos del ¡®Brexit¡¯ en Am¨¦rica Latina

El Brexit ya ha llegado a Am¨¦rica Latina: ?qu¨¦ efectos econ¨®micos y pol¨ªticos tendr¨¢ en la regi¨®n en el corto, medio y largo plazo? La regi¨®n latinoamericana ya est¨¢ sintiendo los efectos del refer¨¦ndum brit¨¢nico. En un mundo globalizado e interconectado, no es posible aislarse de un evento de tales proporciones. Esto a?ade una nueva fuente de incertidumbre para la regi¨®n, que desde hace algunos a?os experimenta un periodo de desaceleraci¨®n econ¨®mica. Sin embargo, varias razones animan a un optimismo moderado.

A corto plazo, las econom¨ªas latinoamericanas padecer¨¢n los efectos de la inestabilidad de los mercados financieros y deber¨¢n lidiar con una posible reducci¨®n de la inversi¨®n extranjera, un incremento en los costos de los pr¨¦stamos, y un fortalecimiento del d¨®lar, que tendr¨¢ implicaciones negativas para los pa¨ªses con econom¨ªas o deudas denominadas en esta divisa.

A medio plazo, no obstante, los mercados se estabilizar¨¢n y los efectos negativos del Brexit en la econom¨ªa regional ser¨¢n limitados. Las ¨²ltimas estimaciones del Fondo Monetario Internacional apuntan en este sentido: tras el refer¨¦ndum, las expectativas de crecimiento econ¨®mico para 2016 y 2017 han sido revisadas a la baja para la mayor¨ªa de pa¨ªses y regiones, pero no para Am¨¦rica Latina.

Esto responde, entre otros motivos, al reducido peso que el Reino Unido tiene en las econom¨ªas latinoamericanas. Inglaterra fue, hasta mediados del siglo pasado, un socio econ¨®mico crucial para la regi¨®n. Actualmente, sin embargo, los principales socios comerciales de Am¨¦rica Latina son los Estados Unidos, la Uni¨®n Europea (en particular Holanda y Espa?a) y China. El comercio con el Reino Unido apenas supone el 0,65% del total de las exportaciones latinoamericanas. Algo parecido ocurre con la inversi¨®n extranjera directa, ya que los flujos de capitales brit¨¢nicos son peque?os en la mayor¨ªa de los pa¨ªses.

La salida brit¨¢nica obliga a revisar los acuerdos comerciales en negociaci¨®n o ya firmados con la Uni¨®n Europea

Ahora bien, el Brexit puede afectar a la regi¨®n por v¨ªa indirecta en la medida en que frene la recuperaci¨®n de la econom¨ªa mundial, contraiga el comercio internacional y prolongue por un tiempo mayor la incertidumbre y la volatilidad de los mercados cambiarios, financieros y burs¨¢tiles.

El Brexit exigir¨ªa adem¨¢s reconfigurar la plataforma comercial. Al invocar el art¨ªculo 50, el Reino Unido quedar¨ªa excluido de los tratados que la Uni¨®n Europea comparte con Chile, Colombia, Centroam¨¦rica, M¨¦xico y Per¨², y no tendr¨ªa entonces acuerdos comerciales con ning¨²n pa¨ªs latinoamericano. La negociaci¨®n de tratados bilaterales supondr¨ªa, como ya anunci¨® el presidente Santos, un tremendo ¡°dolor de cabeza¡±, pero tambi¨¦n abrir¨ªa la posibilidad de conseguir acuerdos m¨¢s consonantes con las nuevas circunstancias. Especialmente importante ser¨¢ el efecto que el Brexit pueda tener sobre las negociaciones entre el Mercosur y la UE, toda vez que el Reino Unido fue siempre uno de los principales defensores del acuerdo.

M¨¢s all¨¢ del plano estrictamente econ¨®mico, el Brexit puede tener importantes efectos de tipo geopol¨ªtico. En primer lugar, puede contribuir a un fortalecimiento de los movimientos de corte nacionalista y anti-inmigraci¨®n que ya est¨¢n proliferando en Europa y Estados Unidos. Esto es alarmante. La pol¨ªtica importa: la historia desmuestra que estas actitudes pueden tener consecuencias nefastas para el crecimiento econ¨®mico, para la seguridad y para el bienestar de toda la sociedad.

Por otro lado, algunos analistas temen que el Brexit sea interpretado como prueba del fracaso de los modelos de integraci¨®n regionales, provocando el regreso a ret¨®ricas de aislamiento y doctrinas proteccionistas no solo en Europa, sino tambi¨¦n en Am¨¦rica Latina. Yo creo, sin embargo, que el proyecto integrador europeo es lo suficientemente robusto como para superar la crisis actual, aunque el ¨¦xito no deber¨ªa darse por sentado: se requerir¨¢ del compromiso de todo el continente para profundizar en lugar de debilitar la Uni¨®n Europea.

En lo que respecta a Am¨¦rica Latina, la evoluci¨®n pol¨ªtico-econ¨®mica reciente, incluyendo el ¨¦xito de iniciativas como la Alianza del Pac¨ªfico, permite comprobar que buena parte de la regi¨®n est¨¢ buscando avenidas hacia nuevas formas de integraci¨®n y cooperaci¨®n. Resta por ver el alcance de estas iniciativas y su articulaci¨®n con el Atl¨¢ntico Norte.

Es en este contexto en que tendr¨¢ lugar la XXV Cumbre Iberoamericana, que celebraremos en Cartagena de Indias el 28 y 29 de octubre, conmemorando los 25 a?os del proyecto iberoamericano. Frente a la incertidumbre y la fragmentaci¨®n, Iberoam¨¦rica ilustra los beneficios concretos que se obtienen de la colaboraci¨®n. En un mundo globalizado en el que compartimos los problemas, necesitamos, cada vez m¨¢s, espacios que nos permitan compartir tambi¨¦n las soluciones.

Rebeca Grynspan es la responsable de la Secretar¨ªa General Iberoamericana (Segib).