Regreso al pasado
Dos tendencias: han vuelto las subidas de precios y lo hacen de modo acelerado
El Instituto Nacional de Estad¨ªstica nos ha tra¨ªdo dos tendencias relacionadas a la vez con los precios: que en 2016 la inflaci¨®n fue positiva por primera en cuatro a?os (el 1,6%) y que en el mes de diciembre se dispar¨® respecto al mes anterior (0,6 puntos). Ello no parece un fen¨®meno estrictamente coyuntural: el Banco de Espa?a apuntaba hace poco que los precios pod¨ªan subir este a?o alrededor de un 2%, y la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (Funcas) lo ha elevado al 2,2%. Probablemente estos datos no han recogido a¨²n del todo la fuerte subida del precio del petr¨®leo y de los derivados energ¨¦ticos y otras materias primas, tras la ¨²ltima reuni¨®n de los productores de crudo.
No es un fen¨®meno espa?ol (la eurozona vio crecer los precios el a?o pasado un 1,1%, y de este avance cinco d¨¦cimas se deben a subidas en diciembre respecto a noviembre), pero nuestro pa¨ªs es m¨¢s fr¨¢gil en cuanto a que su dependencia de la factura del petr¨®leo es mayor que la media de los pa¨ªses de este club. Para quienes, como los espa?oles, han visto tasas mucho m¨¢s altas de inflaci¨®n en su historia reciente, una subida del 1,6% no es inquietante. Lo podr¨ªa ser si se acelera en los pr¨®ximos meses: en enero respecto a diciembre, en febrero respecto a enero, o en el segundo trimestre en relaci¨®n al primero.
La inflaci¨®n de ahora, como la deflaci¨®n de antes, tiene ganadores y perdedores. Entre los primeros estar¨¢n los responsables de Hacienda que prefieren que se hinchen sus bases imponibles antes que endeudarse m¨¢s o subir los grav¨¢menes. Tambi¨¦n lo ser¨¢n los habitualmente ortodoxos responsables de los bancos centrales, que durante los ¨²ltimos a?os han puesto a sus instituciones en ¡°estado de excepci¨®n¡±, con pol¨ªticas monetarias expansivas que no les suelen gustar, aunque las hayan considerado imprescindibles para devolver el h¨¢lito a las econom¨ªas nacionales tras la Gran Recesi¨®n. Los perdedores son m¨¢s tangibles que los banqueros o los ministros: son los ciudadanos que dependen de una prestaci¨®n social, los funcionarios cuyos sueldos dependen del Presupuesto, los asalariados cuyos emolumentos dependen de un convenio colectivo (no digamos aquellos que ni siquiera disponen de esta red de protecci¨®n, cada vez m¨¢s numerosos), etc¨¦tera.
Casi nueve millones de pensionistas en Espa?a han visto c¨®mo el Gobierno les acaba de aplicar el suelo previsto en el ¨ªndice de revalorizaci¨®n de las pensiones, un 0,25% (el techo hubiera sido la inflaci¨®n m¨¢s 0,5 puntos); es muy posible que los funcionarios tengan una revalorizaci¨®n salarial en los alrededores del 1% si se aprueban los Presupuestos Generales del Estado; y los convenios colectivos depender¨¢n de una correlaci¨®n de fuerzas no precisamente favorable para los trabajadores y sus representantes, los sindicatos.
Pase lo que pase, se acaba el viento de cola del que la econom¨ªa espa?ola se ha beneficiado en los ¨²ltimos tiempos: el petr¨®leo no bajar¨¢, el Banco Central Europeo agotar¨¢ m¨¢s temprano que tarde sus compras de deuda p¨²blica que explican la baja prima de riesgo, la Reserva Federal ya ha subido por primera vez los tipos de inter¨¦s¡ La evoluci¨®n de nuestra coyuntura va a depender mucho m¨¢s de la econom¨ªa real (crecimiento, consumo, inversi¨®n, creaci¨®n de empleo, calidad de los puestos de trabajo¡) que de las muletas exteriores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.