El imperio de las ambulancias

El Grupo Ambuib¨¦rica, dedicado al transporte sanitario, naci¨® en 1982. Treinta y seis a?os despu¨¦s, la empresa declar¨® una cifra de negocios de 81 millones de euros en Espa?a, da trabajo a unas 4.000 personas y dispone de una flota de unas 2.000 ambulancias. La empresa est¨¢ dirigida por Carlos Magdaleno. Nacido el 22 de noviembre de 1963, el mismo d¨ªa en el que fue asesinado John Fitzgerald Kennedy, este hombre se contagi¨® del esp¨ªritu emprendedor de su familia siendo ni?o. ¡°Mi padre era el mayor de 21 hermanos. Ten¨ªamos un taller mec¨¢nico, con dos taxis y una gr¨²a en Mayorga (Valladolid) donde estudi¨¦ hasta el instituto¡±, recuerda. Con respecto al primer contacto de Magdaleno con el mundo de la ambulancia, fue peculiar: durante el servicio militar fue voluntario en la Cruz Roja. ¡°Fue entonces cuando les dije a mis padres y a mis hermanos que las ambulancias pod¨ªan ser un negocio de futuro. As¨ª que compramos una; luego tres; m¨¢s tarde cinco; y as¨ª hasta ahora¡±.

Que Magdaleno sea el presidente de Ambuib¨¦rica no es ninguna casualidad. ¡°Reconozco que siempre he tenido un poco alma de l¨ªder, lo que ha hecho que siempre haya encabezado los proyectos en los que he estado¡±, confiesa. Ambuib¨¦rica no ha sido una excepci¨®n. ¡°Nuestra empresa familiar era peque?ita y pens¨¦ que era una debilidad quedarnos s¨®lo en el pueblo¡±. Por esta raz¨®n, este emprendedor puso en marcha una UTE (uni¨®n temporal de empresas) con todas las compa?¨ªas de ambulancias de la provincia de Valladolid. ¡°Yo plante¨¦ el proyecto y yo lo lider¨¦¡±, explica.

Ambuib¨¦rica, controlada por el fondo Proa Capital, es l¨ªder de su sector en Espa?a. Sin embargo, la crisis dej¨® al descubierto el tal¨®n de Aquiles de la organizaci¨®n, que consiste en que casi todos sus ingresos proceden de la Administraci¨®n p¨²blica. ¡°La crisis en nuestro sector contin¨²a. Entramos m¨¢s tarde en ella pero tambi¨¦n vamos a salir m¨¢s tarde. Esto representa para nosotros un problema a?adido, ya que nuestros trabajadores est¨¢n recibiendo un mensaje contradictorio. Por una parte, leen en todos los medios que hemos salido de la crisis. Por otro parte, saben, como sabemos todos, que la Administraci¨®n sigue teniendo dificultades para recaudar dinero¡±, reflexiona Magdaleno. La crisis ha acarreado a la empresa un duro enfrentamiento con sus trabajadores por una subida salarial.

El grupo naci¨® en 1982 como una uni¨®n de empresas del sector en Castilla y Le¨®n

Magdaleno defiende que el futuro de la compa?¨ªa pasa por la internacionalizaci¨®n y b¨²squeda de nuevas v¨ªas de ingresos. ¡°Los gestores de todas las compa?¨ªas tenemos la obligaci¨®n de hacerlas m¨¢s seguras frente a los vaivenes de la econom¨ªa. Una gran empresa no puede depender de uno, dos o tres clientes, que es lo que les pasa a muchas firmas que trabajan casi en exclusiva para la Administraci¨®n p¨²blica. Ten¨ªamos que diversificar y fuimos a Am¨¦rica Latina, empezando por Brasil y Per¨²¡±.

As¨ª pues, Ambuib¨¦rica comenz¨® a abrir bases en diferentes pa¨ªses de Am¨¦rica del Sur con dos f¨®rmulas de negocios: ¡°Nuestro modelo ideal es encontrar una compa?¨ªa que sepan hacer bien las cosas, que sea un servicio ya en marcha pero que tengan el problema de necesitar ser m¨¢s grandes para crecer. En estos casos, nos aportan y aportamos. Sin embargo, esto no es siempre posible. Hay zonas en las que las empresas son peque?as y, en la mayor¨ªa de los casos, piratas sin regular. Cuando esto sucede, nos establecemos por nuestra cuenta¡±, explica Magdaleno.

En ocasiones, la expansi¨®n latinoamericana de Ambuib¨¦rica no ha sido bien recibida. Su presencia en nuevos mercados a menudo significa una lluvia de demandas judiciales por empresas de la competencia local y de cr¨ªticas de los sindicatos. ¡°Llegamos a zonas en las que el servicio de ambulancias est¨¢ muy atomizado, as¨ª que cuando se pronuncia el nombre Ambuib¨¦rica todo tiene mucha m¨¢s repercusi¨®n. Lo que m¨¢s da?o nos hace es que se nos asocia a una gran firma que viene a comerse a las peque?as y medianas. En cambio, jam¨¢s nos pueden criticar por nuestro servicio asistencial¡±, afirma.