Un error m¨¦dico no siempre conlleva una indemnizaci¨®n por negligencia

Ir al m¨¦dico y acabar en los tribunales le puede pasar a cualquiera. Los asuntos sobre negligencias m¨¦dicas son bastante frecuentes, como a Desir¨¦e Vila, la gimnasta que perdi¨® una pierna y ser¨¢ indemnizada con m¨¢s de dos millones de euros por el m¨¦dico que la trat¨®. Durante los ¨²ltimos a?os, el Tribunal Supremo ha sentado doctrina con diversas sentencias, que por su importancia deben ser consideradas por otros jueces para dictar sus veredictos.

Antes de comenzar, es importante remarcar el riesgo de reclamar por una negligencia m¨¦dica, que es principalmente econ¨®mico. La lentitud del proceso, que culmine con la obtenci¨®n de una resoluci¨®n, puede resultar molesta a quien sufre la mala praxis, pero lo que de verdad hay que tener en cuenta en este tipo de demandas son las costas, es decir, el pago del coste del proceso en el que se incluyen las minutas de los abogados. Todo depende del tipo de sistema ¨Cp¨²blico o privado- en el que se encuentre el m¨¦dico o centro de salud al que se reclame.

En el sistema de salud p¨²blico, al poner una reclamaci¨®n, esta se dirige contra la administraci¨®n p¨²blica competente en sanidad. Cuando esto ocurre, se inicia un procedimiento administrativo que, al finalizar, deriva en un proceso judicial en los juzgados de lo contencioso-administrativo. Es aqu¨ª potestad ¨²nica del juez condenar a costas si desestima la demanda. En el caso de dirigir la reclamaci¨®n contra un facultativo o centro del ¨¢mbito privado, la demanda abrir¨¢ un proceso por v¨ªa civil que, de ser desestimada, dar¨¢ lugar a una condena a costas autom¨¢tica si se desestiman las pretensiones de quien demanda.

La promesa de resultado

Una de las ¨²ltimas sentencias del Tribunal Supremo en esta materia aborda la cuesti¨®n de la responsabilidad civil m¨¦dica. Una mujer de Valencia se somete a un aumento de pecho en una cl¨ªnica de Barcelona. Tras la intervenci¨®n, la demandante detecta una deformidad est¨¦tica conocida como ¡°doble burbuja¡± y se somete a una segunda operaci¨®n para intentar solucionar el problema aunque sin ¨¦xito. La mujer present¨® demanda contra el m¨¦dico que realiz¨® la operaci¨®n, reclamando indemnizaci¨®n por da?os y perjuicios e incumplimiento del contrato.

Sin embargo, la demanda fue desestimada en primera instancia, aunque se le dio la raz¨®n en la Audiencia Provincial de Valencia y se conden¨® al m¨¦dico a pagar la indemnizaci¨®n. Es por eso por lo que el demandado recurre ante el Tribunal Supremo. La jurisprudencia de este tribunal vincula las sentencias de tribunales inferiores, que solo podr¨¢n llevar la contraria si argumentan de manera razonada por qu¨¦ creen que el Supremo no tiene raz¨®n. Y, en este caso, el Alto Tribunal dice que no se puede asegurar un resultado en una operaci¨®n m¨¦dica, ya que el m¨¦dico solo tiene la obligaci¨®n de ¡°poner a disposici¨®n del paciente los medios adecuados¡±.

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El consentimiento informado

Las complicaciones en los tratamientos pueden derivar en empeoramientos de la salud y la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, cuando el paciente es informado de los riesgos del tratamiento, se considera que no hay ninguna irregularidad si el resultado no es el esperado, siendo obligatorio que dicha informaci¨®n sea suficiente para que el paciente entienda los riesgos a los que se expone. Esta explicaci¨®n detallada se conoce como consentimiento informado, ya que se acepta el tratamiento sabiendo lo que puede pasar tanto bueno como malo.

Es el caso de una sentencia del Tribunal Supremo en la que no se da la raz¨®n a una mujer que fue sometida a una operaci¨®n de hernia discal, con desenlace nefasto para ella. En la demanda aleg¨® falta de consentimiento informado por no conocer los riesgos de la operaci¨®n a la que se somet¨ªa, adem¨¢s de mala praxis m¨¦dica. Tanto el Juzgado de Primera Instancia como la Audiencia Provincial de Madrid, desestimaron la demanda. Y el Supremo da la raz¨®n a las estancias previas, al quedar probado que hubo informaci¨®n al paciente previa a la intervenci¨®n, que esta se dio con tiempo y dedicaci¨®n suficiente y que se hizo ¡°de una forma comprensible y adecuada a sus necesidades, para permitirle hacerse cargo o valorar las posibles consecuencias que pudieran derivarse de la intervenci¨®n¡±.

Malformaciones en el feto

Los padres de un beb¨¦ que nace con alg¨²n tipo de malformaci¨®n debido a problemas durante el embarazo pueden conocer o no esta situaci¨®n antes de dar a luz. Aquellos que no reciben la informaci¨®n pertinente o suficiente para tomar decisiones relacionadas con el embarazo, disponen de una acci¨®n que se denomina ¡®wrongful birth¡¯, relacionada con los da?os y perjuicios que ha supuesto el nacimiento del hijo.

En una importante sentencia de 2015 los dos padres son indemnizados por la falta de informaci¨®n del estado real del feto durante el embarazo pese a haber realizado el m¨¦dico ecograf¨ªas. El propio Tribunal Supremo explica que la raz¨®n de indemnizar a los padres radica en el da?o ocasionado por esta falta de informaci¨®n, lo que les afecta y ocasiona perjuicio moral al verse privados de la informaci¨®n necesaria para poder tomar de forma adecuada sus decisiones. Descarta, sin embargo, que se haya producido un da?o a la menor, ya que no se puede admitir que los nacimientos de este tipo sean un mal en s¨ª mismo.