El Eurogrupo alcanza un principio de acuerdo sobre el rescate de Grecia
Dijsselbloem ultima un pacto con recortes que equivalen al 2% del PIB a partir de 2018 y anuncia la vuelta de la troika a Atenas
Grecia siempre vuelve: como comedia, como farsa, casi siempre como tragicomedia. El Eurogrupo, la reuni¨®n de ministros de Finanzas de la eurozona, ha alcanzado hoy en La Valeta (Malta) un principio de acuerdo pol¨ªtico sobre el rescate griego, siempre al borde del abismo; siempre a punto de descarrilar. Hay una nueva propuesta sobre la mesa, acompa?ada de las ya habituales maniobras pol¨ªticas en la oscuridad. Y la fumata blanca est¨¢ a la vista: el jefe del Eurogrupo, el pol¨¦mico Jeroen Dijsselbloem, ha anunciado ese pacto pol¨ªtico que, si se sustancia, despejar¨¢ el panorama en Grecia. El Ejecutivo heleno est¨¢ listo para aprobar la en¨¦sima oleada de recortes y reformas, algunos de ellos con efectos retardados. Los socios le permitir¨¢n que a la vez aplique alg¨²n que otro est¨ªmulo. Y los acreedores han acordado que la troika vuelva a Atenas para supervisar el examen del rescate, lo que se interpreta como un signo inequ¨ªvoco de que las cosas van bien: cuando Grecia supere ese examen, la troika revisar¨¢ su senda fiscal, negociar¨¢ una reestructuraci¨®n de su deuda, acordar¨¢ la llegada de las pr¨®ximas ayudas e incluso permitir¨¢ al BCE que compre deuda hel¨¦nica. Si todo funciona seg¨²n lo previsto.
La historia se repite: ese pacto llega cuando Atenas est¨¢ cerca de quedarse, una vez m¨¢s, sin blanca. Y los socios europeos aprovechan para presionar con el objetivo de que el Gobierno apruebe la en¨¦sima oleada de recortes y reformas: unos 3.500 millones en dos a?os. El pacto es el siguiente: si Grecia cumple sus objetivos fiscales en 2018 (un super¨¢vit primario, sin contar el pago de intereses, del 3,5% del PIB), rebajar¨¢ las pensiones en un 1% del PIB en 2019, unos 1.750 millones, y subir¨¢ un 1% los impuestos en 2020, en unos 1.750 millones m¨¢s. Si no logra cumplir los objetivos del rescate, la subida de impuestos de 2020 se adelantar¨¢ a 2019. El FMI ha expresado reservas al respecto esta semana, pero las fuentes consultadas coinciden en que finalmente acepta el trato. En paralelo, los acreedores permitir¨¢n a Atenas usar parte del super¨¢vit en un paquete de est¨ªmulo de un tama?o similar con medidas para luchar contra la pobreza, garantizar inversiones y apuntalar el mercado laboral.
Si el Eurogrupo materializa ese acuerdo, a¨²n queda trabajo por delante. Las instituciones conocidas como troika volver¨¢n de inmediato a Atenas para terminar de resolver los ¨²ltimos flecos de la reforma laboral que se avecina (medidas adicionales sobre negociaci¨®n colectiva, despidos y huelgas) y de la reforma del mercado energ¨¦tico (una nueva privatizaci¨®n, esta vez de la empresa p¨²blica PPC). Si todo eso funciona, Grecia recibir¨ªa el pr¨®ximo tramo de ayuda, esencial para no suspender pagos en verano. El BCE podr¨ªa incluir los bonos griegos en su programa de compra de activos. Y el Eurogrupo empezar¨ªa a negociar la prometida reestructuraci¨®n de deuda, esencial para que la luz al final del t¨²nel no sea una nueva recesi¨®n (que ser¨ªa la tercera en siete a?os en un pa¨ªs que ha perdido un 25% de su riqueza desde 2010) a punto de arrollar el tercer rescate griego. "Las piezas principales del acuerdo ya est¨¢n puestas, solo queda recorrer el ¨²ltimo kil¨®metro", ha dicho Dijsselbloem. "Estamos listos para aprobar las reformas, pero paralelamente hay que negociar nuevas cifras de super¨¢vit y la reestructuraci¨®n de deuda; creo que la soluci¨®n final llegar¨¢ antes de verano", le ha secundado el ministro griego Euclides Tsakalotos.
A pesar del ruido de las ¨²ltimas semanas, el acuerdo es cada vez m¨¢s probable en un futuro cercano. Aunque est¨¢ sujeto a m¨¢s condicionales que el poema de Kipling, y a los inevitables bandazos de ¨²ltima hora. El FMI lleva meses amenazando con no participar en el tercer rescate si no le salen los n¨²meros, con Estados Unidos poco favorable a que el Fondo siga a bordo. Alemania ha desempolvado el fantasma del Grexit. Y el Gobierno griego, en fin, est¨¢ en medio de una feroz crisis de confianza de su electorado, que no ve m¨¢s que los palos de siempre sin la zanahoria prometida: las pensiones m¨¢s altas bajar¨¢n a cambio de una peque?a subida para los pensionistas m¨¢s pobres, para cuadrar ese recorte, y el Ejecutivo bajar¨¢ el list¨®n a partir del cual las familias est¨¢n exentas de pagar impuestos, de manera que aumente la base imponible y eso eleve la recaudaci¨®n en torno al 1% del PIB. Esa ¨²ltima y largu¨ªsima frase se resume f¨¢cilmente: m¨¢s recortes. El soniquete habitual cuando la troika est¨¢ cerca.
Dijsselbloem se reuni¨® esta semana en Bruselas con Tsakalotos, el comisario europeo Pierre Moscovici, el presidente del Mecanismo de rescate (Mede), Klaus Regling, el consejero del BCE Benoit Coeur¨¦, y el responsable del FMI, Poul Thomsen. All¨ª se gest¨® esa operaci¨®n. Y ha intensificado los contactos en las ¨²ltimas horas con el ministro alem¨¢n Wolfgang Sch?uble, la llave de casi todo. Todo el mundo es consciente de que el tiempo apremia, con la econom¨ªa griega de nuevo lanzando se?ales preocupantes. El PIB volvi¨® a terreno negativo en el ¨²ltimo trimestre de 2016, y el banco central griego ha rebajado las previsiones de crecimiento del 2,5% al 1,5% (Bruselas esperaba un alza del PIB del 2,7%, que todo el mundo considera ya irrealizable). El paro vuelve a subir y cerr¨® enero en una tasa del 23,5%. La banca ha alertado de nuevas fugas de dep¨®sitos, que se intensificar¨¢n si el panorama no se aclara. El Gobierno pierde apoyo en las calles. Solo por el lado fiscal hay buenas noticias: no hay a¨²n cifras oficiales, pero el super¨¢vit primario fue mayor de lo esperado en 2016, y Grecia podr¨ªa estar ahorrando ese dinero por si no llegan las ayudas, o para usarlo m¨¢s adelante en un est¨ªmulo fiscal que el pa¨ªs necesita imperiosamente.
El acuerdo, en fin, est¨¢ ah¨ª, pero depende de que nadie se salga del gui¨®n. Si eso sucediera, Europa ver¨ªa un nuevo cap¨ªtulo del viejo chicken game (que populariz¨® un joven James Dean en la inolvidable Rebelde sin causa), versi¨®n geoeconom¨ªa europea, y con Grecia y su rescate siempre a un paso del despe?adero.
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