La captura del Estado
A los intentos de ¡°captura del regulador¡± se han a?adido los de captura de la Justicia
Uno de los aspectos positivos de la moci¨®n de censura contra Rajoy, discutida en el Parlamento la pasada semana, ha sido la de ayudar a emerger con fuerza uno de los aspectos que debilitan la calidad de la democracia espa?ola: el capitalismo clientelar, esa especie de corrupci¨®n indirecta que es el uso del Estado, sus instituciones, sus departamentos ministeriales,... para favorecer los intereses econ¨®micos y electorales del partido en el Gobierno y sus amigos. Es lo que en ese debate se denomin¨® "parasitaci¨®n de las instituciones", que el presidente de Gobierno dijo no entender.
Rajoy debe ponerse al d¨ªa y leer el ya cl¨¢sico Por qu¨¦ fracasan los pa¨ªses (Acemoglu y Robinson, Ediciones Deusto) que explica c¨®mo las instituciones pol¨ªticas inclusivas (abiertas, basadas en el m¨¦rito y en la capacidad) suelen ser el resultado de un conflicto entre las ¨¦lites que se resisten a la igualdad de oportunidades, entre personas y partidos, y los ciudadanos que desean limitar el poder pol¨ªtico y econ¨®mico de esas ¨¦lites.
Este es el asunto. Durante la Gran Recesi¨®n hemos visto en el mundo abundantes ejemplos de "captura del regulador": cuando una agencia regulatoria creada para defender el inter¨¦s general act¨²a a favor de intereses pol¨ªticos o grupos de inter¨¦s del sector que ha de vigilar. El papel de los reguladores en este periodo ha sido muy fr¨¢gil: o porque el regulador no quer¨ªa ejercer con eficacia su funci¨®n (la captura del regulador), o porque no cre¨ªa en su funci¨®n (la mejor regulaci¨®n es la que no existe o, en su defecto, la autorregulaci¨®n), o porque no pod¨ªa (porque eran organismos demediados, sin medios para actuar o sin facultades legales para hacerlo).
Pero en los ¨²ltimos tiempos, a los intentos de "captura al regulador" se han a?adido los esfuerzos por capturar a la Justicia, que deber¨ªa ser el mecanismo de cierre del control p¨²blico democr¨¢tico sobre los Gobiernos y sobre los poderes f¨¢cticos de una sociedad. En la moci¨®n de censura varios representantes se preguntaron si en Espa?a se trata a los poderosos con la misma vara de medir que a los dem¨¢s; si la Justicia disuade o no de manera efectiva de incurrir en comportamientos clientelares o si es una ¨²ltima valla en demasiadas ocasiones f¨¢cil de saltar. Todos estos asuntos est¨¢n desarrollados en un tan extraordinario como pol¨¦mico libro titulado Contra el capitalismo clientelar, del colectivo Sans¨®n Carrasco (Pen¨ªnsula).,
En su Corrupci¨®n y pol¨ªtica. Los costes de la democracia (Galaxia Gutenberg), Javier Pradera distingu¨ªa entre la corrupci¨®n negra, la corrupci¨®n gris y la corrupci¨®n blanca. La pol¨ªtica clientelar, que forma parte de la ¨²ltima, acaba conduciendo a los otras dos. El nombramiento de jueces y fiscales afines ideol¨®gicamente es el ¨²ltimo ejemplo de la corrupci¨®n blanca, que lleva a casos de corrupci¨®n de tonalidad m¨¢s intensa como los ama?os de concursos de adjudicaciones de contratos, la utilizaci¨®n de dinero empresarial para las campa?as pol¨ªticas a cambio de favores en los negocios, o la compra-venta de decisiones p¨²blicas.
Bueno que se hable de ello. La moci¨®n de censura no ha resultado in¨²til.
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