El BCE mantiene los est¨ªmulos a la econom¨ªa pese al crecimiento
El BCE espera mantener los tipos de inter¨¦s actuales ¡°durante un periodo largo de tiempo¡±
Europa crece, ha creado seis millones de empleos en tres a?os y se han disipado buena parte de los riesgos pol¨ªticos. Pero la recuperaci¨®n sigue sin llegar a los salarios y los precios para desesperaci¨®n del banco central, que de momento mantiene intactos los est¨ªmulos monetarios. El jefe del BCE, Mario Draghi, anunci¨® este jueves que la autoridad monetaria debatir¨¢ en oto?o la retirada gradual de las compras de activos. Draghi dej¨® en el aire la fecha exacta y subray¨® que no har¨¢ nada que lamine la reactivaci¨®n. Pero el mercado reaccion¨® con una subida fulminante del euro: precisamente lo que quer¨ªa evitar el Eurobanco.
El Eurobanco se ha metido en un laberinto que fue imprescindible crear en plena crisis, pero del que parece dif¨ªcil salir con todas las plumas. En plena Gran Recesi¨®n, Draghi puso en marcha las compras de activos y rebaj¨® los tipos de inter¨¦s hasta la zona cero, incluso hasta terreno negativo: lo nunca visto en Europa. La recuperaci¨®n ha llegado como consecuencia de ese activismo, pero la inflaci¨®n sigue sin aparecer. Y eso obliga a Draghi a todo tipo de contorsiones; a una ducha escocesa, ahora agua fr¨ªa, ahora caliente. El italiano reiter¨® este jueves que las cifras mejoran, pero declar¨® que la inflaci¨®n sigue lejos del objetivo: ¡°El trabajo a¨²n no ha acabado¡±. Lanz¨® un mensaje claramente expansivo. Y retras¨® a oto?o las decisiones importantes, con una intervenci¨®n verbal de primera magnitud para evitar que los mercados se pongan nerviosos.
El BCE mantiene el pie en el pedal del acelerador monetario a pesar de la reactivaci¨®n. Pero Draghi ha perdido magia: los inversores son conscientes de que la econom¨ªa europea mejora y saben que el BCE tendr¨¢ que frenar tarde o temprano, a pesar de la artiller¨ªa verbal de su presidente. Los mercados est¨¢n convencidos de que Draghi anunciar¨¢ la retirada ¡ªgradual¡ª de est¨ªmulos en septiembre. A m¨¢s tardar, en octubre. El euro, en consecuencia, subi¨® hasta los 1,16 d¨®lares por unidad, en m¨¢ximos desde mayo del a?o pasado: malas noticias para los exportadores. Y para el BCE, que quiere evitar cualquier reacci¨®n que empeore las cosas.
¡°Lo ¨²ltimo que el consejo de Gobierno quiere es un endurecimiento de las condiciones financieras que ralentice el proceso de convergencia de la inflaci¨®n hacia su objetivo o incluso acabe con ¨¦l¡±, apunt¨® Draghi. ¡°Por eso estamos listos para activar nuevas medidas extraordinarias si las condiciones empeoran¡±, a?adi¨®. Apunt¨® que el BCE debe ser ¡°paciente¡±, ¡°persistente¡± y ¡°prudente¡±, a la vista de lo que le cost¨® a la Reserva Federal salir de las compras de activos sin provocar sacudidas. Pero fue como predicar en el desierto: los mercados se quedaron con la idea de que el anuncio de retirada de est¨ªmulos llegar¨¢ en oto?o. Y todo el mundo quiere evitar sustos para entonces.
Buenas o malas noticias
La paradoja, en Europa, es que las buenas noticias se pueden convertir en malas en un abrir y cerrar de ojos. El PIB avanza, el desempleo cae, los ¨ªndices de confianza mejoran, los populistas no han llegado al poder. ¡°El banco central va a acompa?ar la recuperaci¨®n ajustando sus pol¨ªticas¡±, dice Draghi desde el aquelarre de Sintra, en el que empez¨® a mostrar unas garras que ahora esconde. Pero los mercados se han hinchado con los 60.000 millones de euros mensuales de Fr¨¢ncfort desde marzo de 2015. Bajar esa cifra a 40.000, como especulan los analistas, provocar¨¢ un revuelo considerable: algo parecido a pinchar una burbuja.
Draghi dio este jueves la sensaci¨®n de que hubiera preferido no aparecer por la sala de prensa de Fr¨¢ncfort, convertido en un trasunto de Bartleby y aquel ¡°preferir¨ªa no hacerlo¡±. Intu¨ªa que a pesar de sus respuestas, los inversores ya han decidido: con la pol¨ªtica monetaria en el limbo, vienen curvas en los mercados.
El BCE, en contra de elevar el objetivo de inflaci¨®n
Mario Draghi fue vicepresidente de Goldman Sachs antes de banquero central. Pero su BCE es ¨²ltimamente una de las instituciones con mayor sensibilidad social de Europa: el presidente del Eurobanco lleva meses reclamando subidas salariales, le pide a Alemania que gaste m¨¢s y este jueves reconoci¨® que la recuperaci¨®n va por barrios. ¡°La reactivaci¨®n es m¨¢s s¨®lida y Europa crea empleo, pero es verdad que hay zonas en las que la situaci¨®n es peor y el desempleo muy elevado¡±, afirm¨®. A la vista de que la inflaci¨®n no termina de coger vuelo, en c¨ªrculos acad¨¦micos se especula con la idea de elevar el objetivo dl 2% al 4%. Draghi rechaz¨® de plano esa idea. ¡°Nuestro mandato es el 2% de inflaci¨®n y eso sigue siendo lo ideal para la eurozona¡±, dijo. ¡°Un cambio de objetivo ser¨ªa un desastre en t¨¦rminos de credibilidad y el mero debate al respecto podr¨ªa provocar una reacci¨®n negativa¡±, zanj¨®.
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