Draghi espera para mover ficha
La fortaleza del euro y la baja inflaci¨®n empujan al BCE a abordar con m¨¢s cautela la retirada de est¨ªmulos
¡°Cuando el Banco Central Europeo mira hacia la eurozona, ve una fiesta en la que la gente se lo est¨¢ pasando bien. La celebraci¨®n a¨²n no ha terminado, pero podr¨ªa hacerlo si el anfitri¨®n, Mario Draghi, comenzara a retirar las bebidas. Incluso le resultar¨ªa pr¨¢ctico, porque su nevera est¨¢ empezando a quedarse vac¨ªa. Pero, ?c¨®mo dec¨ªrselo a los invitados? Y, sobre todo, ?c¨®mo hacerlo sin parecer un aguafiestas?¡±. Esta escena descrita por el economista de ING Bert Colijn es, obviamente, imaginaria; pero refleja de forma bastante acertada el reto al que se enfrenta el presidente del BCE en las pr¨®ximas semanas.
La esperada reuni¨®n del jueves y viernes en Jackson Hole, el enclave monta?oso del Estado de Wyoming que cada a?o congrega a banqueros centrales, ministros y dem¨¢s amos de las finanzas, no ech¨® demasiada luz sobre los pasos que prepara Draghi. El jefe del Eurobanco ha adoptado una posici¨®n de m¨¢xima cautela. Cualquier palabra poco medida puede tener efectos desastrosos.
El que probablemente sea el hombre m¨¢s poderoso de Europa ¡ªcon permiso de la alemana Angela Merkel y, quiz¨¢s, el franc¨¦s Emmanuel Macron¡ª se enfrenta a un dilema de dif¨ªcil soluci¨®n. El italiano debe elegir entre ser el aguafiestas que retire los est¨ªmulos monetarios que han impulsado el crecimiento ¡ªy quiz¨¢s evitado la cat¨¢strofe en el peor momento de la crisis¡ª o mantener los tipos de inter¨¦s nulos y las compras masivas de deuda pese a la recuperaci¨®n econ¨®mica y los resquemores que esta pol¨ªtica despierta en el norte de Europa. La respuesta de Draghi es tirar por la calle de en medio: poner fin a las medidas extraordinarias, s¨ª, pero muy poco a poco. ¡°Un nivel significativo de acomodaci¨®n monetaria est¨¢ a¨²n justificado¡±, se limit¨® a decir el viernes en EE UU.
Draghi quiere ganar tiempo, pero este empieza a escasear. Los analistas esperan que en la reuni¨®n del Consejo de Gobierno del BCE del pr¨®ximo 7 de septiembre el jefe del Eurobanco apriete el bot¨®n de inicio del proceso para retirar est¨ªmulos. Nadie cree que ese d¨ªa vaya a desvelar los detalles del plan, pero s¨ª que marque el complicado camino para reducir las adquisiciones de deuda. De los 60.000 millones de euros que Fr¨¢ncfort compra ahora cada mes, pasar¨¢ a partir de enero a una cantidad inferior. Algunos observadores apuestan por un descenso a 30.000 millones, mientras que otros creen que el proceso ser¨¢ m¨¢s gradual. Para la eventual subida de tipos de inter¨¦s habr¨¢ que esperar a finales de 2018 o, m¨¢s probablemente, ya entrado 2019.
La fortaleza del euro
Este calendario es conocido desde hace tiempo, pero algunos acontecimientos recientes han obligado al presidente del BCE a ir m¨¢s despacio. ¡°Draghi est¨¢ en una situaci¨®n muy interesante. Desde que fue malinterpretado en Sintra [cuando el anuncio de un ¡°ajuste¡± en sus pol¨ªticas provoc¨® una fuerte apreciaci¨®n del euro], mide a¨²n m¨¢s sus palabras¡±, explica el economista jefe de ING. ¡°La reacci¨®n del mercado a Sintra gener¨® cierto desasosiego y los bancos centrales quieren evitar la volatilidad a toda costa¡±, corrobora Sonsoles Castillo, economista de mercados financieros de BBVA Research.
Las actas de la reuni¨®n del Consejo de Gobierno reflejan la preocupaci¨®n del BCE por la revalorizaci¨®n del euro, del 14% en lo que va de a?o. Tras los discursos en Jackson Hole de la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, y de Draghi, la moneda ¨²nica lleg¨® a los 1,19 d¨®lares, su nivel m¨¢s alto desde enero de 2015.
La creciente fortaleza del euro puede da?ar la recuperaci¨®n econ¨®mica por su efecto desincentivador de las exportaciones. Y adem¨¢s aleja el objetivo de situar la inflaci¨®n de la eurozona, ahora en el 1,3%, ligeramente por debajo del 2%. Esta es la encrucijada en la que se encuentra Draghi: por una parte, los precios y el cambio euro-d¨®lar est¨¢n a¨²n muy lejos de donde deber¨ªan; pero por otra, la cada vez m¨¢s robusta recuperaci¨®n hace cada vez m¨¢s dif¨ªcil justificar el mantenimiento de unas medidas extraordinarias que en su momento funcionaron como un dopaje para mantener con vida a un enfermo terminal.
Hace tres a?os, Draghi us¨® su intervenci¨®n en Jackson Hole para dejar entrever su programa milmillonario de compra de deuda. En esta ocasi¨®n, no ha mandado un mensaje tan claro. ¡°Ahora las cosas son mucho m¨¢s complejas¡±, comentaba el analista Gilles Moec a la agencia Bloomberg antes de la cita. ¡°Pero el riesgo que corre Draghi por ser demasiado detallista es simplemente el de ser malinterpretado¡±, a?adi¨®.
El problema de la escasez de deuda alemana
Al largo listado de conflictos que acumula, al BCE se le ha unido uno m¨¢s. El plan de adquisici¨®n masiva de bonos se enfrenta al riesgo de que algunos pa¨ªses se queden sin deuda suficiente para vender a Draghi y los suyos. A Alemania, por ejemplo, se le acabar¨¢n a mediados del pr¨®ximo a?o los t¨ªtulos que el BCE puede comprar. As¨ª que si Draghi decide alargar el programa, estar¨ªa obligado a redise?ar las condiciones bajo las que estas compras se pueden realizar.
Bert Colijn, de ING, cree que para solucionarlo basta con cambiar las reglas del programa. Pero analistas como Sonsoles Castillo lo ve poco probable. ¡°La escasez de bonos alemanes no es un problema menor. El BCE est¨¢ generando una distorsi¨®n relativamente importante en algunos segmentos del mercado. Y si ellos mismos deciden aumentar el l¨ªmite de compras, podr¨ªan encontrarse con problemas legales¡±, dice la economista de BBVA Research.
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