La UE abre un nuevo cap¨ªtulo en la batalla fiscal contra las multinacionales tecnol¨®gicas de EE UU

No hay nada m¨¢s seguro que la muerte y los impuestos, sosten¨ªa Benjamin Franklin. Salvo que el sujeto sea una multinacional tecnol¨®gica estadounidense: en ese caso la muerte es aparentemente lo ¨²nico seguro, porque esas empresas han desarrollado un escapismo fiscal extraordinario, que les permite no pagar impuestos en ning¨²n sitio. Los ministros de Finanzas de la Uni¨®n dieron ayer en Tallin un primer paso para desarrollar una nueva forma de gravar a empresas como Google, Amazon, Facebook o Apple, a quienes acusan de hacer negocios ¡°pagando importes m¨ªnimos en impuestos¡±.

Francia lider¨® una propuesta que suscriben tambi¨¦n Alemania, Italia y Espa?a, para reclamar a la Comisi¨®n Europea que dise?e la manera de imponer una tasa sobre la facturaci¨®n de las empresas tecnol¨®gicas a mediados de 2018. Hasta 10 pa¨ªses suscriben ya esa petici¨®n. Y una veintena de ministros del Ecofin se declararon a favor.

Y aun as¨ª Europa ha gritado ya tantas veces que viene el lobo en asuntos fiscales que parece complicado que ese plan salga adelante. Los sospechosos habituales ¡ªmedia docena de limbos fiscales: Reino Unido, Irlanda, Luxemburgo, Chipre, Malta y Rep¨²blica Checa¡ª no apoyan la petici¨®n. Y los n¨®rdicos, Dinamarca y Suecia, se muestran de lo m¨¢s esc¨¦pticos. Esta vez, al menos, Holanda y Austria ¡ªque suelen rechazar ese tipo de medidas¡ª est¨¢n a favor.

Pero los precedentes no invitan al optimismo. La UE lleva meses con la tasa sobre las transacciones financieras (la denominada tasa Tobin) empantanada. Tras casos como los de Apple, Fiat, Starbucks o Amazon, Bruselas ya trat¨® de poner el lazo a las multinacionales que consiguen pagar al fisco tipos inferiores al 1% con estrategias escandalosas pero a menudo legales. Esas propuestas tambi¨¦n siguen pendientes, por la dificultad para avanzar en un ¨¢mbito en el que suele ser imprescindible la unanimidad.

Con la OCDE

En este caso, los ministros son partidarios de imponer un impuesto transitorio sobre las ventas, a la espera de una soluci¨®n global ¡ªv¨ªa Impuesto de Sociedades¡ª de la mano de la OCDE. Los Gobiernos admiten que sus haciendas han fracasado a la hora de captar los negocios de una industria en la que el valor a?adido tiende a ser virtual en lugar de material, lo que dificulta gravar las bases imponibles; las compa?¨ªas digitales, adem¨¢s, han aprovechado con ¨¦xito las lagunas creadas por unas reglas en las que la coordinaci¨®n internacional brilla por su ausencia.

Se abre as¨ª un nuevo cap¨ªtulo en la batalla europea contra las tecnol¨®gicas de EE UU: Bruselas calcula que las ventajas fiscales ofrecidas por Irlanda permitieron a Apple librarse de 13.000 millones en impuestos entre 2003 y 2013, con tasas del 0,005% alg¨²n a?o. ¡°Hay una necesidad imperiosa de actuar a corto plazo para evitar que esas empresas no paguen en ning¨²n lado¡±, dijo el espa?ol Luis de Guindos. El franc¨¦s Bruno Le Maire vincul¨® ese escapismo fiscal con el auge del populismo, con la ciudadan¨ªa ¡°indignada por la situaci¨®n¡±.

Pero los propios ministros advierten de los problemas asociados a ese impuesto. Especialmente dos: desincentivar la econom¨ªa digital en el continente y empujar a los consumidores de estos productos a comprar fuera de la UE.