El capitalismo se pone a pensar
La revoluci¨®n tecnol¨®gica y el auge populista marcan el debate por los 40 a?os del C¨ªrculo de Empresarios
Cuando, en 1977, un grupo de empresarios encabezado por Santiago Foncillas se organiz¨® en el C¨ªrculo de Empresarios, el objetivo de estos directivos era mover a una Espa?a a¨²n bajo las estructuras franquistas hacia una sociedad liberal y democr¨¢tica con una econom¨ªa de mercado, como en el resto de Europa occidental. En estos 40 a?os, puede decirse que Espa?a ha logrado su objetivo: parecerse a sus socios europeos.
Y tanto se parece que ahora el pa¨ªs vive el mismo problema que el resto de sociedades capitalistas y desarrolladas: el descr¨¦dito de todo el sistema por parte de un segmento cada vez m¨¢s amplio de la poblaci¨®n, que a su vez ha desatado el auge de movimientos pol¨ªticos nuevos y el resurgir de ideas que se daban desde hace tiempo por desacreditadas. Los efectos son ya lo suficientemente obvios como obligar a repensar el capitalismo para garantizar su supervivencia en el futuro. Y ese ha sido precisamente el tema de la 29? cumbre internacional de centros de estudios especializados en negocios, organizada en Madrid este martes como parte de las conmemoraciones del aniversario del C¨ªrculo.
El descontento se produce a pesar de que, con las cifras en la mano, la humanidad en su conjunto nunca ha estado en una mejor situaci¨®n. "Mark Twain dijo sobre Wagner que no es tan mala como suena, y lo mismo se puede decir de la globalizaci¨®n", considera Pankaj Ghemawat, profesor de Estrategia Global del IESE.
C¨®mo convertirse en Finlandia
Aunque ya no ocupa las posiciones en las clasificaciones PISA que anta?o lider¨®, Finlandia contin¨²a siendo un ejemplo mundial de un sistema educativo de ¨¦xito. Para el director de la Agencia Nacional de Educaci¨®n del pa¨ªs n¨®rdico, Jorma Kauppinen, "el esp¨ªritu del sistema educativo finland¨¦s tiene tres pilares: primero, unos est¨¢ndares elevados para todos; segundo, un esp¨ªritu de confianza en las autoridades locales (que son las que gestionan las escuelas) por parte del Estado, y de los directores y profesores por los Ayuntamientos. Y tercero, un sistema inclusivo, no selectivo, con metas y sendas centralizadas e implementaci¨®n e implantaci¨®n locales. Todos los profesores tienen un m¨¢ster y los procesos selectivos son muy fuertes". Pero tambi¨¦n hay un factor pol¨ªtico: "Como en cada coalici¨®n siempre hay un partido de Gobierno que ha estado en el Ejecutivo anterior, no hay muchos cambios en la pol¨ªtica educativa".
"Tras la victoria de Trump y el Brexit ha habido un sentimiento de que la globalizaci¨®n tal y como la conoc¨ªamos ha muerto", indica Ghemawat. "Pero solo ha cambiado, porque el comercio se ha mantenido estable, igual que los flujos de capital; pero los flujos de personas y, sobre todo, los flujos de informaci¨®n han crecido".
"Vemos una ca¨ªda de la confianza p¨²blica en el capitalismo", considera Joseph Minarik, director de investigaci¨®n del Comit¨¦ para el Desarrollo Econ¨®mico de The Conference Board. "En particular, por el extremismo, el partidismo y el consecuente atasco pol¨ªtico". Para el experto estadounidense, los impulsores de estos movimientos son "gente trabajadora que se ha quedado atr¨¢s por la crisis financiera y la tecnolog¨ªa".
Michael Huther, director del Instituto de la Econom¨ªa Alemana (IW, en sus siglas en alem¨¢n), coincide con esas ideas. "No estamos llevando a cabo la reintegraci¨®n de los perdedores de la globalizaci¨®n", afirma. Huther puso como ejemplo a Alternativa por Alemania (AfD, en sus siglas en alem¨¢n), que con un mensaje antiinmigraci¨®n y de nacionalismo econ¨®mico se han convertido en la tercera fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs en las elecciones de la semana pasada. "Los que votan a AfD no son pobres ni nunca lo han sido", apunta. "Est¨¢n en los segmentos m¨¢s bajos de la clase media y tienen la sensaci¨®n de que pueden perder lo que tienen".
Por esa raz¨®n, seg¨²n Javier Vega de Seoane, presidente del C¨ªrculo de Empresarios, no se puede hablar de recuperaci¨®n econ¨®mica si esta no da oportunidades a todo el mundo, "especialmente a los m¨¢s d¨¦biles". "Debemos alejarnos de escenarios demag¨®gicos e impulsar una pol¨ªtica social proactiva", considera Francisco Jos¨¦ Riberas, consejero delegado de Gestamp.
Esta disociaci¨®n del crecimiento se debe, sobre todo, a los cambios tecnol¨®gicos. En 2014, Bruegel alert¨® de que m¨¢s de la mitad de los empleos en Europa estaba en riesgo por la digitalizaci¨®n de la econom¨ªa. "El tsunami ha afectado a muchos sectores", recuerda Juan Luis Cebri¨¢n, presidente del Grupo Prisa y de EL PA?S. "El primero fue la m¨²sica; le siguieron los peri¨®dicos y ahora es el turno de la televisi¨®n abierta".
Pero para Jacques Bughin, director del McKinsey Global Institute, "aunque, efectivamente, la tecnolog¨ªa destruye empleos, tambi¨¦n los crea. Y la mayor productividad har¨¢ que la tarta a repartir sea m¨¢s grande". La adaptaci¨®n es imprescindible, porque esos empleos son necesarios. "Los seres humanos necesitan trabajar", considera Duncan Tait, vicepresidente de Fujitsu para Europa y Am¨¦rica. "No solo por el dinero, sino por el sentido de amor propio".
Otras empresas
Las empresas que trabajan en este mundo nuevo tambi¨¦n cambian. "Anta?o, el tama?o era una ventaja competitiva", se?ala Ingemar Naeve, presidente del Comit¨¦ 2030 del C¨ªrculo de Empresarios. "Pero en este mundo darwinista, no es el m¨¢s grande, sino el m¨¢s h¨¢bil". Adem¨¢s, la digitalizaci¨®n de la econom¨ªa exige un nuevo perfil de trabajador. "Necesitamos mentes abiertas y listas para la transformaci¨®n", ha apuntado Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez-Pallete, consejero delegado de Telef¨®nica. "Es una responsabilidad de todos impulsar una nueva educaci¨®n con nuevos perfiles y habilidades digitales, con ¨¦nfasis en ciencia, tecnolog¨ªa, ingenier¨ªa y matem¨¢ticas (STEM, en sus siglas en ingl¨¦s)".
Desde luego, una cosa est¨¢ clara, en palabras de Ingemar Naeve, presidente del Comit¨¦ 2030 del C¨ªrculo de Empresarios: "Si fallamos como sociedad, no lo haremos por falta de informaci¨®n".
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