La econom¨ªa tras el 1-O
Con el desaf¨ªo independentista comienza la cuenta atr¨¢s para evitar que descarrile el crecimiento
La econom¨ªa empieza a resentirse del conflicto en Catalu?a. Los primeros s¨ªntomas se han manifestado en los mercados financieros. El dinero se ha desplazado en busca de seguridad, como lo ilustran las ca¨ªdas de los ¨ªndices burs¨¢tiles. Los valores de empresas con mayor presencia en Catalu?a han sufrido fuertes p¨¦rdidas. Sin duda la banca catalana se ha enfrentado a turbulencias especialmente intensas, por la rapidez con que los ahorradores pueden transferir tanto los dep¨®sitos como los productos de inversi¨®n hacia otras entidades, que consideran firmemente establecidas en la zona euro.
La presi¨®n de los mercados tambi¨¦n se ha notado en la prima de riesgo sobre la deuda p¨²blica, aunque por ahora el impacto ha sido limitado. El diferencial de tipos de inter¨¦s entre los t¨ªtulos espa?oles y los alemanes, considerados los m¨¢s seguros de Europa, ha experimentado un leve repunte. El jueves el Tesoro coloc¨® bonos a 10 a?os a un tipo de inter¨¦s del 1,867%, cerca de dos d¨¦cimas m¨¢s que la anterior colocaci¨®n. De perpetuarse, el aumento de tipos conllevar¨ªa que la Hacienda estatal se gastara, cada a?o, 200 millones de euros adicionales en concepto de pago de intereses.
Por otra parte, el euro ha interrumpido su alza frente al d¨®lar, ante el peligro de extensi¨®n del conflicto soberanista a otras regiones de Europa. Esta evoluci¨®n tendr¨ªa un efecto positivo sobre la competitividad, pero tambi¨¦n encarecer¨ªa las importaciones de petr¨®leo, que cotiza en d¨®lares.
M¨¢s all¨¢ de la volatilidad financiera generada por el conflicto, no se detecta todav¨ªa un impacto significativo sobre la econom¨ªa real. Fuentes del sector tur¨ªstico han registrado esta semana una disminuci¨®n de la llegada de extranjeros a los principales destinos catalanes, pero probablemente se trata de algo temporal. La industria del autom¨®vil establecida en Catalu?a ha registrado una reducci¨®n de actividad, consecuencia de la huelga general del pasado martes. Cada d¨ªa que pasa son m¨¢s las empresas que deciden trasladar su sede hacia otros territorios, y esto s¨ª que supone un cambio m¨¢s sustantivo. Sin embargo, en la mayor¨ªa de los casos, no hay planes de desplazar los principales centros de producci¨®n y de creaci¨®n de empleo.
Si bien el conflicto catal¨¢n surge en un contexto de desaceleraci¨®n de la econom¨ªa (antes del 1-O ya se percib¨ªan se?ales de debilitamiento), las bases del crecimiento de la econom¨ªa espa?ola siguen en pie, como lo demuestran los datos m¨¢s recientes de empleo y de actividad. Por ejemplo, los ingresos del turismo aumentan a un ritmo anual que supera el 10% ¡ªincluso m¨¢s en Catalu?a¡ª. Tambi¨¦n llegan buenas noticias de la eurozona, que acelera su recuperaci¨®n, lo que abre nuevas oportunidades para los exportadores.
No obstante, un conflicto prolongado acabar¨ªa por afectar gravemente al ritmo de crecimiento de la econom¨ªa espa?ola. En todo el pa¨ªs, la inversi¨®n productiva ser¨ªa la m¨¢s vulnerable a las incertidumbres econ¨®micas ¡ªteniendo en cuenta el peso de la econom¨ªa catalana y de su interconexi¨®n con el resto del pa¨ªs¡ª. Las empresas, que requieren de un horizonte de previsi¨®n estable para ampliar la capacidad productiva o crear empleo estable, han empezado a adoptar una actitud expectante.
Este es pues el peor momento para la pr¨®rroga probable de los Presupuestos Generales del Estado. El Gobierno apenas dispone de margen de maniobra para reaccionar a un brusco cambio de tendencia o a un ¡°accidente de mercado¡±. Una pr¨®rroga tampoco deja espacio para las reformas que necesita la econom¨ªa en materia impositiva, ni para luchar contra el paro de larga duraci¨®n y la precariedad, o reorganizar la financiaci¨®n auton¨®mica.
La incapacidad para debatir y adoptar una estrategia presupuestaria es especialmente preocupante, teniendo en cuenta que el BCE anunciar¨¢ pr¨®ximamente una reducci¨®n de su apoyo a la financiaci¨®n de la deuda.
Pese a la gravedad de la situaci¨®n, la econom¨ªa mantiene el pulso. Su sostenibilidad requiere no solo de una soluci¨®n a la inseguridad jur¨ªdica, potencialmente explosiva, generada a ra¨ªz del conflicto. Tambi¨¦n depende de la salida del inmovilismo al que se enfrenta la pol¨ªtica econ¨®mica.
Rymond Torres es director de Coyuntura de Funcas, @RaymondTorres_
Producci¨®n industrial
El ¨ªndice de producci¨®n industrial confirma la desaceleraci¨®n de la econom¨ªa espa?ola. En agosto, el IPI se increment¨® un 1,8% con respecto a un a?o antes, encadenando tres meses de ralentizaci¨®n. Los sectores orientados al consumo no duradero han sido los m¨¢s afectados por el debilitamiento. Sin embargo, los bienes de equipo y los bienes intermedios como los productos qu¨ªmicos mantienen una t¨®nica positiva. Hasta agosto, el IPI creci¨® en Catalu?a a un ritmo que triplicaba la media para el conjunto del pa¨ªs.
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