El lugar donde puedes trabajar de lo que quieres
Factor¨ªa Cultural es el primer espacio en Espa?a destinado a crear empresas creativas capaces de sobrevivir sin subvenciones
Rosina G¨®mez-Baeza, directora de Arco durante 20 a?os, ten¨ªa una preocupaci¨®n. Quer¨ªa encontrar una f¨®rmula para ayudar a los j¨®venes que terminaban sus residencias art¨ªsticas a seguir viviendo de ello. Era el a?o 2011 y los fondos para proyectos culturales empezaban a escasear por la crisis. Tres a?os despu¨¦s, en 2014, inauguraba Factor¨ªa Cultural, un espacio ¨²nico en Espa?a destinado a ver nacer empresas creativas. No era un coworking, ni una incubadora de startups. All¨ª la gente no iba a hacerse rica ni a ver crecer su empresa de forma acelerada para venderla y dar el pelotazo. La idea era ofrecer a los artistas contactos para crear proyectos rentables y permitirles vivir de lo que se les daba bien. Desde entonces, 240 proyectos han salido de all¨ª, de los que unos 100 siguen vivos.?
"No somos una aceleradora de startups, aqu¨ª no les preparamos para rondas de financiaci¨®n porque en este sector no hay inversores ni business angels (personas que se juegan su dinero financiando proyectos empresariales en sus fases iniciales a cambio de una participaci¨®n accionarial). En Europa no hay capital privado para proyectos culturales", explica Antonio Baz¨¢n, cofundador de Factor¨ªa, ubicada en el interior del centro cultural madrile?o Matadero. El valor a?adido de esta nave, de unos 500 metros cuadrados y diferentes espacios levantados con madera de pino y policarbonato, es que dos de las fundadoras han estado durante casi dos d¨¦cadas en dos de las instituciones m¨¢s relevantes de la escena cultural: la feria de arte contempor¨¢neo Arco y el Museo Reina Sof¨ªa. Luc¨ªa Ybarra, otra de las cofundadoras, fue durante 16 a?os coordinadora de exposiciones de ese museo.
"El networking es lo m¨¢s importante en este mundillo y es para lo que m¨¢s nos piden ayuda", cuenta?Rosina G¨®mez-Baeza, que ha conseguido la colaboraci¨®n de entidades como el Teatro Real, la Universidad Aut¨®noma de Madrid, el Museo Nacional Thyssen Bornemisza o Play Station. Otro de los puntos fuertes del espacio, que selecciona unos 75 proyectos al a?o relacionados con arquitectura, m¨²sica, educaci¨®n, dise?o, moda, medios, turismo patrimonial y libros, es la parte relacionada con la formaci¨®n. Durante los seis meses que dura la estancia de los emprendedores en la nave (con opci¨®n de?prolongar hasta dos a?os) reciben diariamente talleres de innovaci¨®n, storytelling, financiaci¨®n o plan de comunicaci¨®n y negocio, entre otras herramientas necesarias para que un negocio despegue.
Adem¨¢s, tienen a su disposici¨®n asesores que responden a sus preguntas y les orientan; profesionales en activo de la industria cultural. Un caso de ¨¦xito es el de ?ngel Merlo, dise?ador gr¨¢fico de 48 a?os. Lleg¨® a Factor¨ªa hace tres a?os y ahora trabaja para el?Thyssen?y para el Prado. Se encarga de dise?ar algunos de los productos que se venden?inspirados en colecciones temporales. "Intento ofrecerles objetos originales que no se encuentran en su tienda", explica. Colchonetas para mascotas o vinilos adhesivos para personalizar los port¨¢tiles con im¨¢genes de El Jard¨ªn de las Delicias, la obra maestra de El Bosco, son algunas de sus creaciones. "Estar aqu¨ª es un escaparate, te abre muchas puertas", a?ade.?
Rosina y su equipo de colaboradores presentaron al Ayuntamiento de Madrid su proyecto y ganaron el concurso p¨²blico para ocupar ese espacio dentro de Matadero. Uno de los inspiradores de Rosina fue el brit¨¢nico John Howkins, que en 2001 reivindic¨® el papel de las llamadas industrias creativas con la publicaci¨®n del best seller The Creative Economy. "?l posicion¨® por primera vez las actividades culturales y creativas como el origen de una nueva y poderosa econom¨ªa basada en la innovaci¨®n", explica la ex directora de Arco. En ese libro, Howkins apuesta por una sociedad en la que la gente se preocupa y reflexiona sobre su capacidad de generar ideas, y en la que los ciudadanos no se limitan a ir a la oficina de 9 a 17 horas para realizar un trabajo repetitivo.?
"En su Libro Verde de 2010, la Comisi¨®n Europea proclam¨® su intenci¨®n de investigar y desarrollar el potencial sin explorar de las industrias creativas, y eso es precisamente lo que estamos haciendo nosotros", se?ala Rosina. A diferencia de las aceleradoras o incubadoras de startups, su "vivero de industrias" -as¨ª lo llaman- no entra nunca en el capital de los proyectos. "Es muy dif¨ªcil conocer el ADN de este sector, en el que conseguir financiaci¨®n es un rompecabezas. De ah¨ª la importancia de las redes y las conexiones", remarca.
Sandra Stuyck, historiadora del arte y cofundadora de Factor¨ªa, cree que durante muchos a?os, y gracias a la obra social de las cajas de ahorro, Espa?a vio nacer cantidad de proyectos culturales. Pero con la desaparici¨®n de las cajas, se esfum¨® el apoyo a la creaci¨®n. Entre 2008 y 2011, a?os en los que el sistema financiero empez¨® a dar se?ales de deterioro, la inversi¨®n en obra social de las cajas se redujo en casi 1.000 millones, m¨¢s de un 45%. En 2013, la inversi¨®n fue de apenas 650 millones. "Las empresas no deben depender al 100% de subvenciones, el gratis total no debe existir. Nuestro formato de trabajo ense?a a los emprendedores a buscarse la vida y a crear proyectos rentables para que pap¨¢ Estado no est¨¦ detr¨¢s", expone Stuyck.?
El plan de formaci¨®n de Factor¨ªa, al que tambi¨¦n se pueden apuntar personas externas a los proyectos de emprendimiento, se actualiza dos veces al a?o, est¨¢ constantemente vivo. "El hecho de que nuestra red de asesores trabajen diariamente en la industria nos permite conocer las necesidades reales del mercado y ese es un plus que no ofrece un centro reglado de educaci¨®n, que siempre es mucho m¨¢s est¨¢tico", a?ade. Los emprendedores tienen que pagar una cuota mensual de unos 80 euros para formar parte del programa, pero gracias a diferentes empresas e instituciones colaboradoras, Factor¨ªa dispone de m¨²ltiples becas.?
Beatriz Iranzo, de 38 a?os, ha visto crecer su empresa de innovaci¨®n educativa Fully Creative, que ya es rentable, gracias al apoyo del equipo de Factor¨ªa. "Era profesora de Primaria y me echaron de la escuela. Siempre hab¨ªa querido montar mi empresa pero con cuatro hijos es muy complicado organizarse. Llegu¨¦ aqu¨ª y consegu¨ª disciplina de trabajo y la confianza del equipo, que es lo m¨¢s importante". Cuenta que durante a?os no encaj¨® en muchos sitios porque tiene una forma diferente de interpretar el mundo. "He encontrado las herramientas que necesitaba para montar mi empresa pero el sitio no es lo que me ha marcado, sino el equipo. Son fundamentales".?
Una obra de la Espa?a de la crisis
La Factor¨ªa est¨¢ ubicada en la Nave 1 del centro de creaci¨®n contempor¨¢neo Matadero Madrid. Sus 500 metros cuadrados de superficie fueron dise?ados por el arquitecto ?ngel Borrego Cubero, como parte del proyecto Office for Strategic Spaces, y ha recibido el Premio al Mejor Proyecto de Rehabilitaci¨®n en los X Premios NAN de Arquitectura y el Premio COAM 2015 con menci¨®n especial. "Era un espacio totalmente novedoso en Espa?a y empezamos a dise?arlo en 2011, en lo m¨¢s profundo de la crisis", explica Borrego Cubero. Desde el principio, su preocupaci¨®n est¨¦tica era no dise?ar un espacio con la apariencia de estar acabado. Quer¨ªa crear todo lo contrario a una oficina tradicional, con las l¨¢mparas y las mesas siempre colocadas en el mismo lugar. "Quer¨ªa que el espacio permitiese a los ocupantes imaginar en todo momento c¨®mo les gustar¨ªa que fuese el mundo, que les incitara a crear".
El objetivo era configurar una planta en la que se pudiesen transformar los usos de forma inmediata. Mesas de madera que suben y bajan del techo con poleas mecanizadas, gradas con cojines para reunirse y luces llamativas. "El mundo est¨¢ cambiando a la forma de trabajar de los arquitectos: mesas, bocetos y proyectos colaborativos", cuenta?Borrego Cubero. Una forma humilde de trabajar, contin¨²a, sin respuestas claras. "El proyecto de rehabilitaci¨®n cost¨® 40.000 euros, una reforma que en otra ¨¦poca hubiese sido impensable. Un producto de la Espa?a de la crisis".?
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