Bruselas pide incrementos salariales para apuntalar la ¡°recuperaci¨®n incompleta¡± de la zona euro
Seg¨²n las nuevas previsiones de la Comisi¨®n Europea, el PIB del euro crecer¨¢ este a?o el 2,2%, a la mayor velocidad de crucero de los ¨²ltimos a?os
La eurozona acelera al ritmo de la econom¨ªa global. El PIB del euro crecer¨¢ este a?o el 2,2%, a la mayor velocidad de crucero de los ¨²ltimos a?os, y el crecimiento se mantendr¨¢ algo m¨¢s bajo, pero en torno al 2%, en 2018 y 2019, seg¨²n las previsiones de oto?o de la Comisi¨®n Europea. Bruselas destaca que prosigue "el ajuste de los desequilibrios" previos a la crisis, y subraya que el paro bajar¨¢ por debajo del 8% en 2019, aunque con grandes diferencias entre los Estados miembros. Y aun as¨ª, hay un tono l¨²gubre en ese informe, herencia de una Gran Recesi¨®n que ha hecho del pesimismo una forma de vida para los economistas.
La recuperaci¨®n es a¨²n "incompleta" y est¨¢ plagada de fen¨®menos "at¨ªpicos", seg¨²n Bruselas. La inversi¨®n no termina de recuperarse. No hay inflaci¨®n ni incrementos salariales dignos de ese nombre. Y la retah¨ªla de riesgos es formidable: en el exterior, las tensiones geopol¨ªticas y el endurecimiento de las condiciones financieras por el cambio de sesgo de las pol¨ªticas monetarias, especialmente en Estados Unidos; en Europa, un Brexit cada vez m¨¢s embrollado, la apreciaci¨®n del euro (que dificulta las exportaciones continentales), la aparici¨®n de burbujas inmobiliarias y tensiones pol¨ªticas como el desaf¨ªo independentista catal¨¢n. Bruselas cree que Catalu?a puede tener impacto en el crecimiento de Espa?a, pero ese riesgo aparece tambi¨¦n mencionado para el conjunto de la econom¨ªa europea.
Las recetas de Bruselas no cambian. Aqu¨ª y all¨¢, la Comisi¨®n exige reformas y recomienda pol¨ªticas fiscales rigurosas. Pero el informe contiene alguna novedad en un tono inhabitualmente keynesiano: el economista jefe de la Comisi¨®n, el italiano Marco Buti, asegura que elevar los salarios "ser¨ªa importante para la sostenibilidad de la expansi¨®n econ¨®mica" de la zona euro. Bruselas subraya que la inflaci¨®n y los incrementos salariales no aparecen en los radares estad¨ªsticos, en parte por el bajo crecimiento de la productividad y porque el subempleo es la norma desde Alemania (con los minijobs) hasta Espa?a. Pero a?ade una din¨¢mica m¨¢s preocupante: los agentes econ¨®micos est¨¢n incorporando a sus expectativas la baj¨ªsima inflaci¨®n. Las tensiones deflacionistas han desaparecido por las pol¨ªticas extraordinarias de Mario Draghi y su BCE. Pero los ¨ªndices de precios malviven en una extra?a anemia que impide una recuperaci¨®n completa.
El t¨ªtulo del informe de oto?o resume a la perfecci¨®n el momentum de la econom¨ªa europea: "El crecimiento contin¨²a en un contexto pol¨ªtico cambiante". En las constantes vitales de la econom¨ªa europea ha desaparecido el estr¨¦s de los ¨²ltimos a?os: los d¨¦ficits p¨²blicos han ca¨ªdo a plomo, el crecimiento se sit¨²a en torno a un c¨®modo 2%, el paro baja claramente del list¨®n del 10% y los indicadores de "sentimiento econ¨®mico" entre la industria y los consumidores muestran un moderado optimismo. Pero la Gran Recesi¨®n parece tener m¨¢s de siete vidas.
El legado de la crisis sigue pesando: Europa es un continente viejo, muy endeudado y del que ha desaparecido la inflaci¨®n, cuyo aumento era el principal dolor de cabeza hace 20 a?os y cuya ausencia es ahora el principal misterio. Y, m¨¢s all¨¢ de la econom¨ªa, la Gran Crisis ha entrado de lleno en una etapa pol¨ªtica. Fuera de Europa sigue habiendo tensiones geopol¨ªticas (la principal, en la pen¨ªnsula de Corea) y miedos tanto a los efectos de la pol¨ªtica econ¨®mica de Estados Unidos como a la fragilidad financiera en China, con una deuda p¨²blica y privada gigantesca. Y en el continente, los populismos amenazan (aunque no han terminado de golpear ni en Holanda ni en Francia ni en Alemania; la pr¨®xima estaci¨®n es Italia), el Brexit pinta en estos momentos mal o muy mal. Y Europa se tienta incluso los viejos ropajes del nacionalismo.
Catalu?a es el principal riesgo para Espa?a. Pero aparece tambi¨¦n entre las incertidumbres continentales: "Las reacciones de los mercados a los acontecimientos recientes en Catalu?a han sido comedidas, pero hay riesgo de que futuros desarrollos puedan impactar en el crecimiento econ¨®mico", repite en dos ocasiones el informe. Una de ellas, en el apartado dedicado a Espa?a. Pero la segunda, en el cap¨ªtulo sobre la eurozona. "Catalu?a es un asunto interno", reitera una y otra vez la Comisi¨®n por el flanco del problema pol¨ªtico. Pero sus consecuencias econ¨®micas van m¨¢s all¨¢ de los Pirineos.
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