Los ¡®precarios digitales¡¯ se organizan para defender sus derechos laborales
Los sindicatos afirman que no se trata de crear nuevas normas sino de aplicar las existentes
Hace tiempo que una marea de conductores y repartidores surgidos al calor de la revoluci¨®n digital surcan las ciudades. Ahora, este colectivo se organiza para luchar contra la precariedad. Mientras en Reino Unido un tribunal obliga a Uber a reconocer a sus conductores como asalariados, en Espa?a los que trabajan sobre bicicletas o motos a golpe de aplicaci¨®n m¨®vil fundan asociaciones para defender sus derechos y protagonizan huelgas. UGT ha creado un portal web que atienda sus reclamaciones. Y compa?¨ªas como Deliveroo se enfrentan a demandas de los descontentos con unas condiciones que diluyen al m¨¢ximo el v¨ªnculo laboral.
La empresa de reparto de comida a domicilio Deliveroo cerr¨® el pasado jueves un acuerdo con tres riders ¡ªrepartidores, en la terminolog¨ªa de esta compa?¨ªa brit¨¢nica que en cuatro a?os se ha expandido a m¨¢s de 150 ciudades de una docena de pa¨ªses¡ª que protestaban contra una ¡°una vinculaci¨®n mercantil fraudulenta con la empresa para tratar de esconder una relaci¨®n de naturaleza puramente laboral¡±. El pacto con la compa?¨ªa impidi¨® la celebraci¨®n del juicio, pero Deliveroo se enfrenta el pr¨®ximo enero a una demanda similar procedente de otros 12 repartidores Barcelona.
Deliveroo dice querer ofrecer a sus m¨¢s de 1.000 riders ¡°certeza¡± sobre su condici¨®n de trabajadores aut¨®nomos. ¡°Y a la vez preservar el trabajo flexible y bien remunerado que desean¡±, en palabras de una portavoz de la compa?¨ªa. Otra visi¨®n tiene V¨ªctor S¨¢nchez, uno de los creadores el pasado verano de Riders por Derechos, la asociaci¨®n en defensa de los ciclomensajeros que ha surgido en Madrid, Barcelona, Valencia y Zaragoza. S¨¢nchez denuncia, que tras diez meses de trabajo, la empresa le ech¨® nada m¨¢s enterarse de que hab¨ªa creado la asociaci¨®n.
¡°Los ciclomensajeros tenemos m¨¢s que demostrado que somos falsos aut¨®nomos. Si lo fu¨¦ramos de verdad no podr¨ªan sancionarnos por no trabajar ciertos d¨ªas, coger vacaciones o participar en protestas¡±, asegura. Los repartidores de Deliveroo tambi¨¦n protagonizaron huelgas en verano para reclamar mejores salarios y, sobre todo, asegurarse una jornada m¨ªnima de 20 horas.
No se trata de un problema exclusivo de esta compa?¨ªa. Los repartidores de Glovo, Amazon o Ubereats. Los conductores de Uber. Las limpiadoras del hogar de plataformas como Wayook o Clintu. Todas estas compa?¨ªas que gozan del brillo de la modernidad se valen de aplicaciones m¨®viles para conectar a clientes con unos trabajadores con los que se establece una relaci¨®n lo m¨¢s tenue posible y que se puede rescindir con un simple mensaje por WhatsApp o Telegram.
¡°Es urgente definir la situaci¨®n de estos trabajadores. Es evidente que no son aut¨®nomos: dependen absolutamente de las empresas digitales para las que trabajan. Tras esta precariedad se esconden situaciones muy dif¨ªciles¡±, asegura Rub¨¦n Ranz, coordinador de www.turespuestasindical.es, la web con la que UGT quiere echar una mano a los trabajadores de estas plataformas.
Creada el pasado septiembre, la web ha recibido ya 124 solicitudes de informaci¨®n y / o ayuda. El sindicato se compromete a responder a los interesados en el plazo de 24 horas respetando el m¨¢s absoluto anonimato. El sindicato cifra en 10,4 millones el n¨²mero de usuarios de estos servicios en Espa?a, pero, debido precisamente a la precariedad y falta de registros que denuncian, es imposible saber cu¨¢ntos trabajadores tienen estas plataformas digitales. Lo m¨¢ximo que se atreve a aseverar Ranz es que la cifra ser¨¢ de ¡°varias decenas de miles de personas¡±. Consciente de la dificultad de llegar a estos nuevos tipos de empleos con las herramientas tradicionales del mundo sindical, UGT experimenta con nuevas herramientas para acceder a estos nuevos obreros.
Sentencia contra Uber
Los m¨¢s de 50.000 conductores que Uber tiene en Reino Unido recibieron un fuerte respaldo a finales de octubre, cuando un tribunal londinense fall¨® que la empresa debe tratar a los ch¨®feres como trabajadores, con plenos derechos laborales, como el salario m¨ªnimo o el pago de vacaciones. Uber, al contrario, defend¨ªa que no contrataba a nadie, sino que se limitaba a poner en contacto a personas deseosas de ser transportados con conductores. Nada m¨¢s conocer la noticia, Uber anunci¨® que recurrir¨ªa una sentencia que, de ser definitiva, provocar¨ªa un vuelco en su estructura de costes.
La empresa ya se hab¨ªa visto obligada por la justicia de EE UU a pactar una compensaci¨®n de 100 millones de d¨®lares para que sus conductores en California y Massachusetts aceptaran seguir cotizando como aut¨®nomos. Deliveroo, por su parte, destaca la reciente sentencia del Comit¨¦ Central de Arbitraje de Reino Unido, que aval¨® su idea de que sus riders son aut¨®nomos, tal y como sostiene la compa?¨ªa.
El sindicalista de UGT no reclama cambios legislativos, sino m¨¢s bien aplicar las normas ya existentes. ¡°La legislaci¨®n define muy bien qu¨¦ es un aut¨®nomo y qu¨¦ un asalariado. Y hay que aplicar esas normas. La Inspecci¨®n de Trabajo o la Seguridad Social deber¨ªan actuar de oficio¡±, contin¨²a Ranz.
V¨ªctor S¨¢nchez, el impulsor de Riders por Derechos, ha pasado estos meses por otras empresas de reparto; y ahora trabaja en un Burger King. ¡°Muchas compa?¨ªas se han dado cuenta de las ventajas del falso aut¨®nomo, y esta figura se est¨¢ extendiendo. Imag¨ªnate c¨®mo eran mis condiciones anteriores, que las de la hamburgueser¨ªa de ahora me parecen buenas¡±, ironiza al otro lado del tel¨¦fono.
Bruselas estudia mejorar la cobertura de estos empleados
La Comisi¨®n Europea considera la econom¨ªa colaborativa como una fuente de potencial crecimiento y creaci¨®n de empleo. Pero Bruselas no es ajena a que un n¨²mero creciente de estos trabajadores escapa al marco de protecci¨®n comunitario. El Ejecutivo europeo estudia reformar la directiva que regula los contratos de trabajo por escrito para mejorar la cobertura de ese colectivo, en gran parte formado por j¨®venes, y poner coto a la inseguridad y el exceso de flexibilidad laboral, lo que implicar¨ªa un aumento de los costes para estas plataformas.
El Parlamento Europeo ha advertido en los ¨²ltimos meses de la necesidad de mejorar la protecci¨®n de estos trabajadores. Su comisi¨®n de Empleo manifest¨® su preocupaci¨®n por la falta de cobertura ante posibles accidentes, por ejemplo, de los repartidores en bicicleta de Deliveroo. Tambi¨¦n critic¨® que las empresas solo paguen por trabajo realizado, y no contemplen periodos como las vacaciones y las bajas por enfermedad. Entre los efectos negativos para estos trabajadores citan la precariedad, el estr¨¦s provocado por la dependencia de la valoraci¨®n de los clientes, el escaso margen con que se les avisa (en algunos casos para darse cuenta, por ejemplo en el caso de Uber, de que han perdido el cliente), la disponibilidad absoluta que dificulta la conciliaci¨®n familiar o la falta de descansos.
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