Llega Pap¨¢ Noel con su rebaja fiscal
La ley aprobada por los republicanos beneficia a los que han sido malos de la forma correcta
Ya vuelve a ser esa ¨¦poca del a?o. Algunos recibiremos buenos regalos, y otros, carb¨®n.
Pero las normas han cambiado un poco esta vez, al menos en lo que al Gobierno federal se refiere. El san Nicol¨¢s que ustedes conoc¨ªan est¨¢ de vacaciones, posiblemente para siempre. En su lugar tenemos un Pap¨¢ Noel republicano que se dedica a rebajar impuestos y tiene prioridades diferentes.
Ver¨¢n, al nuevo no le importa si uno ha sido malo o bueno. De hecho, recompensar¨¢ a quien haya sido malo de la manera correcta. Pero principalmente le importa que uno sea rico, en especial si la riqueza procede del patrimonio (preferiblemente heredado), y no del trabajo duro. En ese caso, el regalo ser¨¢ verdaderamente grande. Pero si usted pertenece a una familia trabajadora de a pie, no ser¨¢ tan grande, y acabar¨¢ toc¨¢ndole el carb¨®n.
Hablemos de aquellos cuyos calcetines se llenar¨¢n gracias a la ley fiscal que los republicanos acaban de aprobar sin una sola vista para o¨ªr a expertos y sin un solo voto dem¨®crata.
El elemento central de la ley es una enorme reducci¨®n de impuestos a las grandes empresas. Los republicanos afirman que esta reducci¨®n se trasladar¨¢ a los trabajadores en forma de subida salarial, pero los estudios independientes concluyen en su mayor¨ªa que, incluso a largo plazo, solo se filtrar¨¢ a los trabajadores entre una quinta y una cuarta parte de la rebaja fiscal. Y la fracci¨®n ser¨¢ mucho m¨¢s baja a corto plazo, pongamos en los pr¨®ximos a?os. De modo que es b¨¢sicamente una rebaja de impuestos para los accionistas.
?Y qui¨¦nes son esos accionistas? Aproximadamente un tercio de todos los beneficios ir¨¢ a parar a extranjeros. Entre los residentes en Estados Unidos, si bien muchos tienen acciones en planes de pensiones, las cantidades son, en general, peque?as. Incluso si incluimos carteras indirectas, a trav¨¦s de fondos de inversi¨®n, el 1% de las familias m¨¢s ricas posee el 40% de las acciones, y el 80% m¨¢s pobre, solo el 7%. De modo que cuando llegue el Pap¨¢ Noel de la rebaja fiscal, definitivamente ser¨¢ bueno ser rico.
Por otra parte, los impuestos individuales van a complicarse: algunas deducciones aumentar¨¢n, otras se reducir¨¢n. El a?o que viene, la mayor¨ªa de la poblaci¨®n disfrutar¨¢ de una peque?a rebaja de impuestos, aunque para la clase media ser¨¢ menor que la aprobada con Barack Obama en 2009 (una reducci¨®n de impuestos que pas¨® desapercibida pr¨¢cticamente para todos).
Sin embargo, es importante destacar que mientras que la rebaja en el impuesto de sociedades es permanente, todos estos regalos individuales se erosionar¨¢n con el tiempo, y acabar¨¢n expirando, de modo que cuando la ley se aplique en su totalidad, la mayor¨ªa de las familias de clase media experimentar¨¢n una subida de impuestos.
Los republicanos afirman que no deber¨ªamos tomarnos esta previsi¨®n en serio, porque los futuros congresos ampliar¨¢n las deducciones individuales; o sea, afirman que su propia ley es tan mala que no se aplicar¨¢ tal y como est¨¢ redactada. Y recuerden, se supone que eso es una defensa del proyecto de ley.
Y ahora viene lo divertido: la parte en la que compensa ser malo. Ver¨¢n, el segundo elemento m¨¢s importante de este proyecto de ley tributaria, despu¨¦s del regalo del impuesto de sociedades, es una dr¨¢stica reducci¨®n de impuestos para los due?os de empresas, que acabar¨¢n pagando mucho menos impuestos que aquellos que obtienen los mismos ingresos trabajando para otro.
Es dif¨ªcil encontrarle una buena explicaci¨®n a esta medida, que diferenciar¨¢ a los contribuyentes de un modo que no guarda relaci¨®n con ning¨²n objetivo pol¨ªtico coherente. Sin embargo, ser¨¢ dinero ca¨ªdo del cielo para algunos cargos p¨²blicos electos, en especial Donald Trump. Y tambi¨¦n abrir¨¢ la puerta a mucho juego con el sistema tributario.
Est¨¢ claro que el truco consiste en seguir haciendo lo que uno hace ahora, pero redefini¨¦ndose como aut¨®nomo en lugar de como empleado. La ley contiene normas que supuestamente limitar¨¢n este tipo de abuso, pero los expertos fiscales han encontrado ya enormes lagunas jur¨ªdicas. Y estos expertos eran solo un pu?ado de personas trabajando sin cobrar un par de d¨ªas. En los pr¨®ximos meses, cuando miles de los contables y abogados m¨¢s caros se pongan manos a la obra, es de esperar que surjan m¨¢s v¨ªas para eludir impuestos, pero solo para los ricos que est¨¦n bien relacionados.
Piensen en un ejemplo que ya conocemos. Imag¨ªnense una sociedad compuesta por varios m¨¦dicos. Con las nuevas normas, una empresa de servicios as¨ª no tendr¨ªa derecho a la rebaja fiscal (aunque si fuesen arquitectos, s¨ª. ?Por qu¨¦? Qui¨¦n sabe). Pero los m¨¦dicos pueden sortear la norma comprando el edificio en el que trabajan y cobr¨¢ndose a s¨ª mismos un alquiler exorbitante, y ya est¨¢: tendr¨¢n que pagar muchos menos impuestos, porque los fideicomisos de inversi¨®n inmobiliaria, por extra?o que parezca, s¨ª obtienen la gran rebaja tributaria.
O supongamos que algunos de mis compa?eros crean una empresa de asesor¨ªa econ¨®mica. Esa empresa no tendr¨ªa derecho a ninguna desgravaci¨®n fiscal. Pero digamos que tambi¨¦n empiezan a vender camisetas con frases sin gracia como "Los economistas lo hacen con modelos". Seg¨²n tengo entendido, con un poco de imaginaci¨®n pueden b¨¢sicamente definirse como una empresa de camisetas, y pagar mucho menos en impuestos.
Lo que quiero decir es que habr¨¢ cientos de jugarretas as¨ª para evadir impuestos, que har¨¢n perder a los contribuyentes miles de millones o incluso billones de d¨®lares en recaudaci¨®n. Pero solo podr¨¢n hacerlo los que son ricos y taimados a la vez. Como he dicho, el Pap¨¢ Noel de la rebaja fiscal solo recompensa a los malos, siempre que sean malos de la manera correcta.
?Y qu¨¦ pasar¨¢ con las promesas de que a los ricos no les bajar¨¢n los impuestos, de que el sistema ser¨¢ m¨¢s sencillo, de que la declaraci¨®n cabr¨¢ en una postal, y todo lo dem¨¢s? Lo ¨²nico que puedo decir es ?ho, ho, ho!
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa.
? The New York Times Company, 2017.
Traducci¨®n de News Clips.
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