Subir salarios
Subir el sueldo m¨ªnimo favorece al trabajador a tiempo completo estable pero no alcanza a quien est¨¢ en peor situaci¨®n y sin apenas protecci¨®n jur¨ªdica
La prevista subida del salario m¨ªnimo interprofesional (SMI) de un 30% en el per¨ªodo 2016-2020, inaugura, definitivamente, una nueva pol¨ªtica salarial de incentivos al aumento de las retribuciones de los trabajadores. Buena parte de la recuperaci¨®n econ¨®mica ha estado sustentada en el ajuste salarial y ahora existe cierto consenso pol¨ªtico, pero tambi¨¦n sindical y empresarial, en subir los salarios.
La pol¨ªtica salarial es el resultado de complementar herramientas p¨²blicas con la negociaci¨®n colectiva y los pactos individuales, que es donde se determina el precio del trabajo. El incentivo p¨²blico a la subida salarial es ya evidente en el SMI; pero el alza de esta cuant¨ªa no conlleva autom¨¢ticamente subidas de los salarios pactados en negociaci¨®n colectiva o contrato individual. Solo afecta al reducido colectivo de trabajadores a tiempo completo que tienen de salario base convencional o contractual una cuant¨ªa inferior.
Adem¨¢s, el aut¨¦ntico problema del SMI es que no tiene apenas efectos en los denominados "trabajadores pobres", que por la precariedad de sus contratos, por trabajar escasas horas, o por estar instalados en la econom¨ªa irregular, tienen rentas anuales significativamente m¨¢s reducidas que esta cuant¨ªa m¨ªnima, articulada para un trabajador a tiempo completo que trabaja todo el a?o. Esta herramienta pol¨ªtica favorece a la tipolog¨ªa del trabajador a tiempo completo estable, pero no alcanza, en fin, a quien est¨¢ en peor situaci¨®n y sin apenas protecci¨®n jur¨ªdica; es m¨¢s, una subida tan sustanciosa del SMI puede originar, precisamente, el aumento de este colectivo m¨¢s desfavorecido. Adem¨¢s, esta pol¨ªtica tampoco incluye a los aut¨®nomos ¡ªverdaderos o falsos¡ª ni a la nueva precariedad instalada en la econom¨ªa digital colaborativa de bajo coste.
Resulta, por ello, necesario reconstruir la pol¨ªtica salarial con herramientas m¨¢s innovadoras, si lo que se pretende es realmente aumentar el poder adquisitivo de la poblaci¨®n en activo. La opci¨®n m¨¢s clara en este sentido es, creo, entre el panorama pol¨ªtico, el complemento salarial pagado por el Estado al colectivo de personas que trabajan sin alcanzar anualmente el SMI o una cuant¨ªa anual fijada legalmente que puede estar desvinculada del SMI. Esta medida s¨ª que atiende al trabajador pobre pues, a trav¨¦s de la declaraci¨®n fiscal de su renta anual, recibe del Estado un complemento que dignifica su situaci¨®n econ¨®mica. Esta v¨ªa ayuda a emerger econom¨ªa irregular y no desincentiva el trabajo.
Es necesario, tambi¨¦n, corregir aspectos muy puntuales de la reforma laboral 2012 articulados para la superada devaluaci¨®n salarial. La prioridad del convenio colectivo de empresa sobre sector asume un riesgo de bajadas salariales, que puede ser corregido, por ejemplo, aplicando salario base sectorial, dejando el espacio de los complementos y el variable a la negociaci¨®n colectiva empresarial. La modificaci¨®n contractual de salarios por causa econ¨®mica de la empresa puede ser limitada temporalmente y topada con porcentajes de la masa salarial. Se debe profundizar en conectar salarios y productividad, incentivando desde la ley la participaci¨®n en beneficios o acciones de los empleados. Y todo ello debe replantear el modelo vigente de contrataci¨®n laboral, excesivamente concentrado en una temporalidad flexible que termina bajando salarios.
En cualquier caso, es imprescindible que la pol¨ªtica de incentivo salarial est¨¦ acompa?ada por un gran pacto social de rentas, suscrito por las organizaciones sindicales y empresariales m¨¢s representativas, que gu¨ªe la negociaci¨®n colectiva de los pr¨®ximos a?os. Este pacto social debe contemplar subidas de las retribuciones y articular sistemas jur¨ªdicos de conexi¨®n con la productividad de cada sector y empresa.
La combinaci¨®n de nuevas herramientas pol¨ªticas con una negociaci¨®n colectiva distinta puede lograr el deseado anhelo de una subida salarial generalizada en la sociedad espa?ola. Apostarlo todo al SMI, sin un pacto social de rentas moderno y valiente ni una negociaci¨®n colectiva diferente, puede convertir, sin embargo, este objetivo, en un t¨®pico pol¨ªticamente correcto que ejerce de efecto placebo mientras los salarios permanecen estancados.
Jes¨²s Lahera Forteza es profesor Titular Derecho del Trabajo Universidad Complutense
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.