La crisis de los opi¨¢ceos: veneno para la econom¨ªa estadounidense
El consumo masivo de medicamentos y drogas acorta la esperanza de vida en Estados Unidos, merma el mercado laboral y obliga a las empresas a tomar medidas extraordinarias
Estados Unidos se top¨® la semana pasada con un dato desolador, su esperanza de vida se hab¨ªa contra¨ªdo en 2016 por segundo a?o consecutivo, una anomal¨ªa entre los pa¨ªses desarrollados. De hecho, el estadounidense medio ya vive menos que la poblaci¨®n de otros pa¨ªses ricos. En el centro de este fen¨®meno figura la epidemia de opi¨¢ceos que asuela a la mayor potencia del mundo, una emergencia sanitaria declarada. El mes pasado la Casa Blanca calcul¨® que la crisis se hab¨ªa comido en un a?o m¨¢s de 500.000 millones de d¨®lares, el equivalente a casi la mitad de todo el PIB anual de Espa?a, por las muertes (64.000 por sobredosis de drogas en 2016), los gastos m¨¦dicos y la p¨¦rdida de horas trabajadas. Pero tambi¨¦n supone un lastre para el crecimiento en s¨ª mismo.
El impacto m¨¢s inmediato y evidente de esta epidemia se percibe en el mercado laboral. Alan Krueger, que fue presidente del Consejo Econ¨®mico de Barack Obama, ha investigado el asunto a fondo. El a?o pasado public¨® que casi la mitad de los hombres que no estaban en la poblaci¨®n activa tomaban medicamentos para el dolor a diario, un dato que le llev¨® a seguir tirando del hilo y establecer, en un informe de este oto?o de la Brookings Institution, la penosa relaci¨®n entre opi¨¢ceos y actividad laboral. El repunte de las prescripciones de este tipo de medicamentos registrados entre 1995 y 2015 podr¨ªa haber causado el 20% del declive de la tasa de participaci¨®n (porcentaje de la poblaci¨®n empleada o en b¨²squeda de empleo) de los hombres experimentado en el mismo periodo. En el caso de las mujeres, explicar¨ªa el 25% del mismo descenso.
La ca¨ªda de la poblaci¨®n activa es un problema que Estados Unidos arrastra desde hace a?os y que est¨¢ lastrando el crecimiento potencial del pa¨ªs, m¨¢s all¨¢ de los ciclos econ¨®micos. Si al principio de la d¨¦cada de los 2000 estaba en el 67,3%, en septiembre de 2015 toc¨® el m¨ªnimo en cuatro d¨¦cadas, del 62,4%, si bien ahora ha mejorado algo. Influye el envejecimiento de la poblaci¨®n y la desaparici¨®n de cierto tipo de empleo, pero el trabajo de Krueger sugiere que los opi¨¢ceos han desempe?ado un papel m¨¢s relevante de lo percibido hasta ahora. En esos 15 a?os estudiados, la tasa de actividad cay¨® m¨¢s precisamente en aquellos condados donde m¨¢s prescripciones de estos f¨¢rmacos se hab¨ªan detectado.
El fentanilo y otros opi¨¢ceos sint¨¦ticos, cuando no directamente la hero¨ªna, ya empieza a afectar a algunas empresas a la hora de encontrar trabajadores. El pasado septiembre, Jonathan Rupert, cont¨® a la cadena televisiva CNBC que de los 49 empleados que hab¨ªa en su empresa de Ohio, que fabrica e instala encimeras para ba?os y cocinas, 15 eran exadictos. Hab¨ªa comprado la compa?¨ªa, Distinctive Surfaces, dos a?os atr¨¢s y, seg¨²n cuenta, por aquel entonces no dejaba de recibir llamadas de gente buscando empleo. El negocio fue creciendo y empez¨® a necesitar mano de obra. Cuando se puso a buscar, se dio cuenta de que muchos candidatos ten¨ªan problemas de drogas. Hace seis meses decidi¨® contratar a un hombre que estaba en rehabilitaci¨®n, este le present¨® a otros y tambi¨¦n ficharon por la empresa. ¡°No me importa el pasado de un tipo, sino lo que hace hoy, y a lo que va en el futuro¡±, explica Rupert, para a?adir que, a su juicio, ¡°un tipo que desea invertir su tiempo en su futuro y una vida sana es un tipo al que vale la pena traerse¡±.
M¨¢s consumo de drogas entre trabajadores
Ohio es una zona especialmente castigada por el problema, pero no hay una industria especialmente identificada como m¨¢s perjudicada. En respuesta a este peri¨®dico, Alan Krueger se?ala que ¡°los trabajadores menos formados son m¨¢s vulnerables, tambi¨¦n es m¨¢s entre la poblaci¨®n blanca que la afroamericana o la latina, pero la adicci¨®n est¨¢ muy extendida¡±. Hay un c¨ªrculo vicioso potencial en el adicto a los medicamentos, el que lo sufre se ve expulsado del mercado laboral, la adici¨®n empeora y la vuelta al mercado se pone cuesta arriba. ¡°Esa espiral es un riesgo, desde luego, pero espero que el hecho de que se est¨¦ prestando una mayor atenci¨®n al problema ayudar¨¢ a frenar la expansi¨®n de las prescripciones de opi¨¢ceos¡±, concluye.
Otros datos apuntan tambi¨¦n al repunte del consumo de drogas en general entre los trabajadores estadounidenses. La empresa Quest Diagnostics, que se dedica a realizar an¨¢lisis al personal en empresas y elabora un ¨ªndice anual, hall¨® en 2016 la mayor tasa de uso de drogas por parte de empleados en 12 a?os. Llevan cuatro a?os seguidos registrando aumentos en el caso de la coca¨ªna, aunque el repunte m¨¢s dr¨¢stico en el a?o corresponde a la marihuana y el de la de hero¨ªna se mantuvo estable.
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