Per¨² se aferra al pico y la pala
El pa¨ªs, en plena crisis pol¨ªtica, intenta impulsar la econom¨ªa con la construcci¨®n de viviendas e infraestructuras
Per¨² tira del pico y la pala para resanar su econom¨ªa. El pa¨ªs sudamericano busca en la edificaci¨®n de viviendas e infraestructuras un motor que anime su PIB, que durante la d¨¦cada pasada logr¨® altas tasas de crecimiento (cercanas al 6% anual) y que se ha desvanecido ante la menor demanda de metales por parte de China y la ca¨ªda en el precio de las materias primas. Tras dos a?os consecutivos de n¨²meros negativos, consecuencia de los retrasos en la ejecuci¨®n de obras, una contracci¨®n del gasto p¨²blico y una disminuci¨®n del consumo interno, el sector de la construcci¨®n ha empezado a ver la luz al final del t¨²nel. Al cierre de 2017, la construcci¨®n remontar¨¢ un 3,5%, de acuerdo con las expectativas del Gobierno, y en 2018 se espera un alza del 8,9%. Sin embargo, a¨²n no se puede celebrar nada.
El pago de sobornos de la constructora brasile?a Odebrecht a expresidentes y exministros de los tres ¨²ltimos Gobiernos peruanos ha puesto sobre las cuerdas las halag¨¹e?as perspectivas. ¡°El caso de corrupci¨®n estremeci¨® a toda Am¨¦rica Latina, pero en Per¨² fue un tsunami¡±, explica Hugo Perea, economista en jefe del BBVA en el pa¨ªs sudamericano. Los avances e inicios de algunas obras se pospusieron, al igual que nuevas adjudicaciones para proyectos de infraestructura. ¡°Los esc¨¢ndalos han ahuyentado a los contratistas¡±, dice una fuente cercana al sector.
Ya a principios de 2017, el presidente Pedro Pablo Kuczynski (que ha estado a punto de ser destituido por sus vinculaciones con Odebrecht) advert¨ªa el impacto: ¡°No podemos negar que [el caso de la compa?¨ªa brasile?a] es un freno a la econom¨ªa¡±. Este a?o el esc¨¢ndalo ¡ªen un contexto de debilidad de la inversi¨®n y desaceleraci¨®n del consumo¡ª ha dejado su impronta. El PIB crecer¨¢ solo un 2,5% al cierre de 2017, seg¨²n Cepal, tras haber aumentado un 4% en 2016.
A pesar de ello, el Gobierno no pierde la esperanza de que el cemento y hormig¨®n vuelvan a la palestra. Para ello ha reactivado la inversi¨®n p¨²blica, que en 2015 cay¨® un 9,5% y en 2016 se mantuvo sin cambios. Adem¨¢s est¨¢ a la espera de que los inversores privados regresen con recursos frescos, despu¨¦s de que resguardaran sus billeteras ante la incertidumbre relacionada con los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n de proyectos firmados en a?os pasados, seg¨²n explica un an¨¢lisis del Banco Mundial.
Ser¨¢ en 2018 cuando el ladrillo peruano se recupere con fuerza. La mira est¨¢ puesta en cuatro grandes proyectos: los avances de la l¨ªnea 2 del metro de Lima, el inicio de obras de ocho sedes deportivas para los Juegos Panamericanos, la ampliaci¨®n y reforma de la refiner¨ªa de Talara, y la reconstrucci¨®n de viviendas y carreteras afectadas por las fuertes lluvias que se registraron a principios de 2017. En total, se prev¨¦n inversiones por m¨¢s de 4.000 millones de d¨®lares y su desarrollo aportar¨¢ m¨¢s de un punto porcentual al PIB, seg¨²n un an¨¢lisis del BBVA.
Pero esta derrama resulta insignificante para satisfacer las necesidades del pa¨ªs. De acuerdo con las estimaciones de la Asociaci¨®n para el Fomento de la Infraestructura Nacional (Afin), Per¨² requiere una inversi¨®n de unos 16.000 millones de d¨®lares en infraestructuras durante los pr¨®ximos ocho a?os para cerrar la brecha con las naciones de la OCDE, de la que no forma parte. ¡°Per¨² se ha concentrado en el transporte por carretera, el uso de otros medios de transporte es escaso. A ello hay que a?adir que la calidad de los puertos, v¨ªas f¨¦rreas y autopistas es inferior a la de la mayor¨ªa de los pa¨ªses de referencia¡±, seg¨²n la OCDE.
El pa¨ªs andino, con 31,7 millones de habitantes, ocupa la posici¨®n n¨²mero 86 en calidad de infraestructura, de un total de 140 a nivel mundial, de acuerdo con el Fondo Econ¨®mico Mundial. Por encima est¨¢n pa¨ªses como Guatemala (84), El Salvador (77) y Ecuador (72). El desarrollo de nuevas obras se ha convertido en una exigencia constante entre una clase media que va en ascenso (ya representa el 38% de la poblaci¨®n, cuando en 2004 apenas llegaba a la mitad), indica Perea.
La historia se repite
No es la primera vez que Per¨² intenta echar mano de la construcci¨®n. A mediados de los a?os 90 del siglo pasado, cuando el pa¨ªs se vio forzado por los organismos internacionales a liberar su econom¨ªa, el Gobierno de Alberto Fujimori, el aut¨®crata que dirigi¨® la naci¨®n entre 1990 y 2000 despu¨¦s de un golpe en 1992, se enfoc¨® en el desarrollo de obras de infraestructura con programas de rehabilitaci¨®n y mantenimiento de autov¨ªas, la puesta en marcha de carreteras rurales y la construcci¨®n de escuelas.
Su desempe?o, sin embargo, mengu¨®. Fue hasta la primera d¨¦cada del nuevo siglo cuando logr¨® despegar nuevamente. A pesar de la crisis mundial y la bajada en la demanda de materias primas, lleg¨® a crecer entre un 15% y un 18%, y empez¨® su debacle a partir del 2010, hasta contraerse un 5,38% en 2015 y un 3,14% el a?o pasado. El papel que juega la construcci¨®n es de suma importancia, explica ?ngel Melguizo, jefe de la Unidad de Latinoam¨¦rica del Centro de Desarrollo de la OCDE. Su contribuci¨®n al PIB pas¨® de un 5% a principios del siglo a un 7% en 2014. En los ¨²ltimos a?os se ha estancado en una cuota cercana al 6%, que representa la mitad de lo que aporta la extracci¨®n de petr¨®leo, gas y minerales y el sector manufacturero. Lograr una mayor aportaci¨®n del ladrillo no es un reto sencillo, dice Perea. Los casos de corrupci¨®n, que tambi¨¦n han trastocado a la principal constructora del pa¨ªs (Gra?a y Montero), se han convertido en un fantasma recurrente.
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