M¨¦xico revive el temor a un nuevo ¡®gasolinazo¡¯
El Gobierno y la petrolera estatal, Pemex, cargan contra la asociaci¨®n de estaciones de servicio por pronosticar una nueva subida de precios
M¨¦xico revive, en estos primeros compases de 2018, uno de sus mayores fantasmas recientes: el de un nuevo gasolinazo, como se conoce popularmente al s¨²bito aumento del precio de los combustibles. La liberalizaci¨®n del mercado, con el consiguiente?punto y final a la mayor¨ªa de subsidios, desat¨® a principios del a?o reci¨¦n concluido un fuerte encarecimiento en el precio de venta al p¨²blico de gasolinas y gas¨®leos (de entre el 14% y el 20% entre el 31 de diciembre y el 1 de enero) y una oleada de protestas en las principales ciudades del pa¨ªs que dejaron medio millar de detenidos por robo y vandalismo solo en la capital y en el Estado de M¨¦xico, el m¨¢s poblado del pa¨ªs. Un a?o despu¨¦s en las calles no queda ni rastro de aquel estallido social: pese a que los precios de la gasolina, ya dependientes de la cotizaci¨®n del petr¨®leo en los mercados, siguieron su escalada y la popularidad del Gobierno ha prolongado su ca¨ªda, las aguas fueron calm¨¢ndose a medida que avanzaban los meses.
Sin embargo, la llegada del nuevo a?o ha supuesto el regreso del gasolinazo al debate p¨²blico. El origen del temor a un nuevo encarecimiento brusco de los carburantes procede, en esta ocasi¨®n, de la Asociaci¨®n Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas). En un comunicado hecho p¨²blico este martes, la patronal asegura que el precio de la gasolina podr¨ªa dispararse hasta un 7% si el impuesto federal al que est¨¢n sujetos los combustibles (el IEPS), que el Gobierno var¨ªa para evitar incrementos dr¨¢sticos en el precio, sigue subiendo. Esta ¡°variable de ajuste¡±, como la denomina Carlos Serrano, economista jefe de BBVA Bancomer, desempe?a un papel clave en un momento en el que la inflaci¨®n crece a un ritmo superior al 6% interanual.
La petrolera estatal, Pemex, y el Gobierno no tardaron en salir al paso. ¡°Petr¨®leos Mexicanos afirma que se va a mantener la pol¨ªtica de precios graduales de combustibles y rechaza categ¨®ricamente cualquier comentario especulativo al respecto de supuestos incrementos en los mismos. No existe ning¨²n fundamento para estimar un aumento brusco, lo que no ha ocurrido¡±, subray¨® la direcci¨®n del antiguo monopolio estatal en un comunicado, al tiempo que cargaba expl¨ªcitamente contra la asociaci¨®n de estaciones de servicio. ¡°Cabe recordar que Amegas representa menos del 5% del total de empresarios del sector y ha realizado constantemente declaraciones sobre los precios de las gasolinas que han resultado imprecisas o hasta mal intencionadas. Llamamos a la prudencia y a evitar la desinformaci¨®n en un tema tan delicado¡±.
Minutos despu¨¦s, el Ejecutivo federal respaldaba, en una nota, la posici¨®n de la mayor empresa p¨²blica de M¨¦xico: ¡°Los precios al p¨²blico de las gasolinas y el di¨¦sel est¨¢n siendo determinados por cada estaci¨®n de servicio del pa¨ªs, sin que exista un precio m¨¢ximo o un precio ¨²nico determinado por el Gobierno. Sin embargo, como parte del proceso de transici¨®n en la apertura del mercado de combustibles, durante 2018 se continuar¨¢n amortiguando las variaciones en los precios internacionales de los combustibles mediante el esquema de est¨ªmulos al IEPS¡±. En otras palabras: las autoridades har¨¢n lo posible por evitar nuevas subidas bruscas en a?o electoral.
¡°Hay que verlo en el contexto de un a?o de elecciones: la lucha est¨¢ ya en marcha y eso lo abarca todo. Un gasolinazo propiamente dicho ser¨ªa contraproducente para los intereses del Gobierno tras las protestas del a?o pasado: el aumento va a ser diluido y la mayor subida ser¨¢, en todo caso, despu¨¦s de los comicios¡±, apunta Alicia Puyana, profesora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en M¨¦xico muy cr¨ªtica con las ¡°p¨¦simas¡± decisiones tomadas por los sucesivos Gobiernos mexicanos desde la d¨¦cada de los setenta en materia petrolera: ¡°Se decidi¨® no invertir en refinaci¨®n y depender de las importaciones. No tiene sentido vender petr¨®leo para comprar gasolina¡±. Serrano, de BBVA, sostiene, con argumentos puramente t¨¦cnicos, que no habr¨¢ una subida fuerte de la gasolina en 2018 a diferencia de lo ocurrido en 2017: ¡°En el precio actual est¨¢ incorporado un tipo de cambio de hasta 22 pesos por d¨®lar [frente a los poco m¨¢s de 19 actuales] y un barril de brent de hasta 70 d¨®lares [hoy, 68 pese a su reciente encarecimiento]¡±.
M¨¦xico elegir¨¢ en julio nuevo presidente y cualquier asunto es susceptible de convertirse en bandera pol¨ªtica a favor o en contra del Ejecutivo de Enrique Pe?a Nieto. M¨¢s a¨²n cuando quien ocupaba el cargo de secretario (ministro) de Hacienda cuando se decret¨® la liberalizaci¨®n del precio de la gasolina, Jos¨¦ Antonio Meade, es hoy candidato del PRI. Consciente del peso que este factor puede jugar en una contienda electoral que se prev¨¦ m¨¢s ajustada que nunca, con hasta tres candidatos con opciones de victoria, el propio cabeza de cartel priista ha negado este mi¨¦rcoles ser el padre del gasolinazo de enero de 2017 a pesar a que entonces ocupaba la cartera econ¨®mica de mayor peso del Ejecutivo mexicano.
¡°No se ha sabido explicar que estamos ya en un mercado abierto: el precio del barril [de crudo] no lo controla M¨¦xico, tampoco el de refinaci¨®n [pese a ser productor neto de petr¨®leo, importa de EE UU las dos terceras partes de la gasolina que consume], ni la log¨ªstica¡¡±, opina Rams¨¦s Pech, analista independiente especializado en energ¨ªa. A su juicio, la posici¨®n de los empresarios del sector gasolinero tiene que ver m¨¢s con una defensa de sus intereses que con un pron¨®stico certero: ¡°Un IEPS bajo es un subsidio encubierto, de tal forma que cuando sube, el margen de las estaciones de servicio cae¡±, agrega. ¡°Simplemente, no les interesa que suba¡±.
Por su parte, Miriam Grunstein, profesora de la Universidad Panamericana e investigadora del Baker Institute para temas energ¨¦ticos, prefiere evita la palabra gasolinazo: ¡°Haci¨¦ndolo, estamos cometiendo un error: presuponemos un control gubernamental total que ya no existe¡±, subraya la acad¨¦mica. ¡°Es un t¨¦rmino punitivo unilateral, en cierta medida injusto: est¨¢bamos encantados cuando nos daban la gasolina barata y no nos quej¨¢bamos aun sabiendo que habr¨ªa un precio a pagar. Ha habido corresponsabilidad de los consumidores, que hemos tolerado regalos de los diferentes Gobiernos y ahora lo estamos pagando¡±.
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