C¨²anto cobrar¨¢s de pensi¨®n
Hace cinco a?os, el Gobierno prometi¨® enviar a casa una carta con el c¨¢lculo de la jubilaci¨®n; no lo hizo
Para arreglar el problema de las pensiones de jubilaci¨®n (p¨²blicas, sostenibles, dignas), lo primero es el conocimiento: que todos los ciudadanos dispongan de una idea muy aproximada de lo que cobrar¨¢n cuando se retiren definitivamente de la vida laboral, y hagan sus previsiones sobre ello. S¨®lo con esta cartograf¨ªa se podr¨¢ elaborar pol¨ªticamente todo lo dem¨¢s: la financiaci¨®n a trav¨¦s de cotizaciones sociales y de impuestos, a qu¨¦ hay que renunciar (puesto que lo que se pone en un sitio habr¨¢ que sacarlo de otro), etc¨¦tera.
En marzo de 2013 ¡ªpronto har¨¢ cinco a?os de ello¡ª, el Ministerio de F¨¢tima B¨¢?ez (la misma ministra que ahora ha soltado el ¨²ltimo globo sonda a trav¨¦s de una presencia f¨¢cil en televisi¨®n) se comprometi¨® a que a partir de un a?o despu¨¦s, en 2014, se enviar¨ªa una carta a todos los ciudadanos mayores de 50 a?os, de forma anual. En ella (se la denomin¨® la ¡°carta naranja¡± por el aspecto que tienen las que se proporcionan en una buena parte del resto de los pa¨ªses europeos, entre ellos los m¨¢s avanzados) se aportar¨ªa la edad legal de jubilaci¨®n, la fecha en la que el ciudadano podr¨ªa acceder al retiro ordinario, los periodos de cotizaci¨®n necesarios para ello y el importe anual y mensual, en 14 pagas, que percibir¨ªa de la Seguridad Social a la que hab¨ªa estado cotizando.
No se ha hecho. La sospecha de que se ha incumplido tal promesa por tratarse en muchos casos de pensiones esquel¨¦ticas y en otros a la baja es muy grande. Una senadora contest¨® a B¨¢?ez en un debate sobre el tema: ¡°Mandar esa carta antes de unas elecciones o en Navidad no ser¨¢ agradable¡±. Para recibir la ¡°carta naranja¡±, el ciudadano en cuesti¨®n no tendr¨ªa que hacer nada; era como el historial laboral, se recibe en casa. El Ministerio de Empleo cre¨® un suced¨¢neo: un simulador digital en la p¨¢gina web de la Seguridad Social, al que habr¨ªa de acceder activamente la parte de la poblaci¨®n menos digitalizada (los mayores de edad). Distintos expertos han coincidido en que los datos que se proporcionan en el simulador hinchan la cuant¨ªa real de las pensiones y hasta ahora no introduc¨ªan el llamado factor de sostenibilidad que tiene en cuenta la esperanza de vida y que bajar¨¢ a¨²n m¨¢s su monto total.
Cuando se abre de nuevo el debate sobre el futuro de las pensiones, con sus aspectos demogr¨¢ficos, nocionales, de financiaci¨®n, su relaci¨®n con la reforma laboral (devaluaci¨®n salarial y precarizaci¨®n estructural), la existencia de una ¡°carta naranja¡± es un factor primordial para las decisiones individuales de los ciudadanos. Entre ellas, la de votar a la formaci¨®n pol¨ªtica que mejor defienda sus pensiones. Para facilitar su existencia (se lleg¨® a presupuestar y a abrir un concurso p¨²blico mediante el que se concedi¨® el tr¨¢mite postal a dos empresas) deber¨ªa quedar expl¨ªcito que no existe una vinculaci¨®n legal entre la cuant¨ªa que se aporta en la informaci¨®n y la que definitivamente le corresponda al ciudadano. Es una aproximaci¨®n comprometida, pero no un derecho adquirido. Si no se establece esta cauci¨®n, la ¡°carta naranja¡± no llegar¨¢ nunca.
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