El crecimiento de EE UU se acelera al 2,3% el primer a?o de la presidencia Trump
La actividad econ¨®mica se expandi¨® ocho d¨¦cimas m¨¢s r¨¢pido que en la recta final del mandato de Barack Obama
La econom¨ªa de EE?UU recuper¨® fuerza en el primer a?o de Donald Trump en la Casa Blanca. Este avance llega despu¨¦s de que Barack Obama abandonara la presidencia con el crecimiento m¨¢s bajo en cinco a?os. En 2017, la actividad remont¨® un 2,3%, ocho d¨¦cimas m¨¢s que el a?o anterior. La expansi¨®n progres¨® a una tasa anualizada del 2,6% en el cuarto trimestre, menos de lo esperado, y est¨¢ por debajo del 3% que esperaba Trump. Ahora el presidente debe demostrar que los pilares de su agenda, como la reci¨¦n adoptada reforma fiscal, pueden sostener este avance y que su pol¨ªtica proteccionista no es un lastre.
El dato anticipado para el estreno del republicano en la Casa Blanca est¨¢ m¨¢s en l¨ªnea con la expansi¨®n de 2015, pero sigue por debajo del potencial hist¨®rico del 3,3% previo a la recesi¨®n, lo que llev¨® a la Reserva Federal a seguir una estrategia gradual de retirada de los est¨ªmulos.
El dato del cuarto trimestre, sujeto a dos revisiones, se modera respecto al 3,2% del tercero y el 3,1% en el segundo. Pese a que el indicador est¨¢ por debajo del consenso, se considera positivo que el consumo privado creci¨® un 3,8%, frente al 2,2% del tercero. La inversi¨®n de las empresas lo hizo un 6,8%, desde un 4,7% tres meses antes. El d¨¦ficit comercial hizo de lastre y rest¨® 1,1 puntos al PIB, despu¨¦s de que las importaciones subieran un 13,9%, el mayor incremento desde 2010.
Es una buena base para 2018. El banco central de EE UU estima en su ¨²ltima proyecci¨®n un crecimiento del 2,5% para el a?o en curso. La del FMI es dos d¨¦cimas m¨¢s optimista, de acuerdo con la actualizaci¨®n presentada el lunes en la reuni¨®n anual del Foro de Davos. La rebaja del impuesto de sociedades deber¨ªa estimular la inversi¨®n empresarial y la actividad este a?o y el pr¨®ximo.
Jamie Dimon, consejero delegado de JPMorgan Chase, cree que la econom¨ªa puede llegar a crecer un 4% en alg¨²n momento en el ejercicio entrante. ¡°Un r¨¦gimen fiscal competitivo es bueno¡±, explica, ¡°porque genera m¨¢s capital, m¨¢s empleo y m¨¢s inversi¨®n¡±. Lloyd Blankfein apoya este an¨¢lisis desde Goldman Sachs y admite que le ¡°gusta realmente¡± lo que Trump hace por la econom¨ªa.
EE UU se beneficia tambi¨¦n del repunte de la actividad econ¨®mica global, porque abre el apetito por sus productos. Pero las proyecciones por lo general est¨¢n por debajo de un crecimiento del 3% que prometi¨® el presidente; y coinciden en que este ritmo no aguantar¨¢ mucho. Los miembros de la Reserva Federal (Fed) anticipan una vuelta al 2% en 2019 y 2020 debido a la baja productividad y a factores demogr¨¢ficos.
Los analistas de Moody¡¯s y de Goldman Sachs creen sin embargo que se est¨¢ subestimando la capacidad de la rebaja fiscal para generar capital que las empresas pueden utilizar ahora para invertir en sus negocios, elevar los salarios o incluso rebajar precios al consumidor. Anticipan que las pagas subir¨¢n un 3,5% en 2019 y que el paro se reducir¨¢ seis d¨¦cimas, desde el 4,1% actual.
Profunda desigualdad
Pese a la solidez de la expansi¨®n, la prosperidad no est¨¢ bien repartida y la desigualdad es profunda en EE UU. ¡°Anima pero no podemos sentirnos satisfechos¡±, comentaba la directora gerente del FMI, Christine Lagarde. ¡°Hay demasiada gente que qued¨® al margen de la recuperaci¨®n y de la aceleraci¨®n¡±, a?adi¨®. Los ingresos de las familias de clase media llevan estancados dos d¨¦cadas.
La combinaci¨®n de la reforma fiscal y el recorte de la regulaci¨®n a las empresas s¨ª alimenta el optimismo en Wall Street. ¡°Ahora somos un pa¨ªs m¨¢s din¨¢mico¡±, insiste Trump al defender su agenda econ¨®mica. El Dow Jones est¨¢ en m¨¢ximos hist¨®ricos, tras apreciarse m¨¢s de un 30% en el ¨²ltimo a?o. El S&P 500, el que representa a las mayores corporaciones cotizadas, lo hizo cerca de un 25%.
El debate, por tanto, es intenso sobre el efecto de su plan fiscal. La visi¨®n de Trump se sustenta en un crecimiento superior al 3%. As¨ª espera generar los ingresos suficientes para compensar los menores impuestos. Pero si no se mantiene ese ritmo, el temor es que se dispare el d¨¦ficit y alimente m¨¢s la deuda. El Gobierno de EE UU no tendr¨¢ entonces otra opci¨®n que buscar nuevas v¨ªas de recaudaci¨®n o recortar el gasto.
El dato de crecimiento se public¨® el mismo d¨ªa en el que Trump presentaba su agenda de ¡°Am¨¦rica Primero¡± en Davos. Es el primer presidente que participa en el foro desde el dem¨®crata Bill Clinton en 2000. Aquel a?o tambi¨¦n se crec¨ªa con solidez y los mercados rebosaban de confianza por el entusiasmo que generaban las firmas tecnol¨®gicas. Poco despu¨¦s, se entr¨® en recesi¨®n.
La reforma fiscal no solo puede meter presi¨®n a las cuentas p¨²blicas, tambi¨¦n puede llevar a la Reserva Federal a subir los tipos de inter¨¦s m¨¢s r¨¢pido y m¨¢s lejos si el crecimiento alimenta al alza de precios. Un d¨®lar d¨¦bil tambi¨¦n es inflacionista. Janet Yellen preside la semana pr¨®xima su ¨²ltima reuni¨®n como presidenta de la Fed, antes de ceder el relevo a Jerome Powell. El alza de tipos se espera para marzo.
El d¨®lar d¨¦bil, en m¨ªnimos de tres a?os, despierta recelos
La fortaleza de la econom¨ªa de EE?UU tampoco se est¨¢ reflejando en el d¨®lar. El billete verde se depreci¨® m¨¢s de un 10% durante el primer a?o de presidencia de Donald Trump. Antes de la publicaci¨®n del dato de crecimiento, el euro lleg¨® a cambiarse a 1,25 d¨®lares (0,8 euros por d¨®lar) frente a los 1,05 d¨®lares en los que estaba al arrancar 2017. Es un nivel que no se ve¨ªa desde hace tres a?os y que refleja, en buena parte, que los bancos centrales de Europa y Jap¨®n tambi¨¦n preparan el repliegue de las medidas extraordinarias.
El nuevo baj¨®n de la divisa llega despu¨¦s de que el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijera que EE UU se beneficia de un d¨®lar bajo, unas palabras que en Europa ¡ªy especialmente en el BCE¡ª se vivieron como una afrenta. Trump, sin embargo, se pronunci¨® el jueves a favor de un d¨®lar fuerte, en lo que parece una nueva muestra de desacuerdo entre el presidente y su equipo. Los mensajes de Washington a favor de un d¨®lar d¨¦bil que beneficie a las exportaciones de EE UU reavivan el miedo a nuevas tensiones en el mercado de divisas. Y obligan al presidente del BCE, Mario Draghi, a estudiar, con m¨¢s cautela a¨²n, sus posiciones para comenzar la retirada de est¨ªmulos que pa¨ªses como Alemania le reclaman cada vez con m¨¢s insistencia.
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