Ocho capitales europeas saturadas de turistas se unen frente a Airbnb
Exigen medidas que eviten los efectos perversos del alquiler de viviendas de particulares
Madrid, Barcelona, y seis capitales europeas se han unido para exigir medidas que eviten los efectos perversos del alquiler tur¨ªstico. Quieren que la Comisi¨®n Europea obligue a la plataforma de alquileres Airbnb a compartir los datos de sus clientes. Una medida que podr¨ªa dar al traste con el negocio, porque la empresa cobra un porcentaje de la reserva y podr¨ªa perder ingresos si los turistas contactan directamente con los alquiladores.
El alquiler de pisos a trav¨¦s de la plataforma Airbnb ha revolucionado el sector, y los Ayuntamientos de Madrid, Barcelona, Bruselas, Par¨ªs, Cracovia, Viena, Reikiavik y ?msterdam quieren ponerle barreras. Por eso pedir¨¢n a la Comisi¨®n Europea que obligue a este tipo de firmas a desvelar la identidad de los propietarios que ofrecen las viviendas y a que compartan sus datos.
Representantes de las ocho ciudades remitir¨¢n para ello una carta a Bruselas expresando su deseo de mantener el equilibrio entre el flujo de turistas y la protecci¨®n de los vecinos de los barrios afectados. La decisi¨®n fue adoptada durante una conferencia sobre Renta Tur¨ªstica Europea, celebrada esta semana en la capital holandesa. Berl¨ªn y Londres se ausentaron, pero recibir¨¢n la propuesta por si quieren apoyarla. Airbnb no fue invitada y emiti¨® un comunicado asegurando que ¡°trabaja con m¨¢s de 300 Ayuntamientos para aclarar las reglas de los alquileres gestionados. Mientras otras compa?¨ªas, como HomeAway, Tripadvisor, Expedia o Booking.com no hacen nada, nosotros abogamos por un crecimiento responsable¡±.
Laurens Ivens, teniente de alcalde de ?msterdam, y anfitri¨®n de la conferencia, argument¨® que su propuesta no es nada descabellada. ¡°En virtud de la protecci¨®n de datos, el Reglamento europeo permite que Airbnb y las dem¨¢s mantengan el anonimato del casero y las direcciones en alquiler. Todos los productos tienen normas de calidad y solo pedimos el m¨ªnimo exigible: un registro con un n¨²mero para saber qui¨¦n renta, que puede incluirse en la p¨¢gina de Internet de la empresa¡±. La ciudad acaba de fijar en 30 d¨ªas anuales estos alquileres, por eso Ivens recuerda que el problema ¡°no es el turismo, sino el volumen de visitantes¡±. En 2008, Reikiavik recibi¨® a 450.000 personas. ¡°Ahora son 2,5 millones anuales, y sin regulaci¨®n ser¨¢ invivible¡±, asegura Sigurdur Bjorn Blondal, su teniente de alcalde. El problema es que Airbnb y sus hom¨®logas perciben un porcentaje de la renta pactada, y pueden perderlo si el turista averigua el nombre del due?o de la casa y negocia con ¨¦l directamente.
Hoteles ilegales
¡°Un turismo de hotel con un complemento de otro tipo de alojamiento est¨¢ bien, pero no con inmuebles que pueden operar como hoteles ilegales. En Madrid hay unas 90.000 camas disponibles y los precios por habitaci¨®n son de los m¨¢s bajos de Europa. Pero donde hay m¨¢s turistas de Airbnb y similares, que vecinos, suben los alquileres. Y los inquilinos tradicionales tienen problemas. De modo que la colaboraci¨®n de estas plataformas es esencial¡±, piensa Miguel Sanz Castedo, director de Turismo del Ayuntamiento de Madrid.
A su lado, Sergi Mar¨ª i Pons, gerente de empresa y turismo del Ayuntamiento de Barcelona, indica que "los efectos secundarios de esta ola tur¨ªstica generan tambi¨¦n oportunidades". "Nosotros intentamos reducir el impacto actual en zonas como Las Ramblas o el Parque Guell, creando otros focos de inter¨¦s. Y si antes cada ciudad negociaba por su cuenta con estas empresas, el hecho de actuar como una red y acudir juntos a la Comisi¨®n Europea evitar¨¢ las diferencias", dice, en De Burcht, el edificio del antiguo sindicato de talladores de diamantes, sede de la reuni¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.