Los expertos urgen al Estado a cortar el grifo de liquidez a las comunidades
La mejora de las cuentas p¨²blicas y la mejor percepci¨®n por parte de los inversores deber¨ªa abrir las puertas para que las regiones se financien en el mercado
La propuesta lanzada esta semana por el ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, sobre reestructurar una parte de la deuda auton¨®mica ha reabierto el debate sobre qu¨¦ hacer con el grifo de liquidez que el Estado ofrece a las comunidades desde 2012. Dos de cada tres euros de la deuda regional son con el Gobierno central. Desde que Rajoy desembarc¨® en La Moncloa, hace seis a?os, el Tesoro ha inyectado m¨¢s de 231.000 millones de euros a las autonom¨ªas a trav¨¦s de diferentes mecanismos como el plan de pago a proveedores o el Fondo de Liquidez Auton¨®mica (FLA). Instituciones internacionales y expertos aconsejan al Ejecutivo central que cierre el grifo de liquidez y empuje a las autonom¨ªas a regresar a los mercados financieros.
Hace seis a?os, la mayor¨ªa de las comunidades estaban en serios apuros financieros. En lo peor de la crisis, al inicio de 2012, los mercados les cerraron las puertas. Los bancos no les daban cr¨¦dito y las facturas se acumulaban en los cajones sin dinero para pagarlas. Eran los tiempos en que Espa?a hac¨ªa equilibrismo para evitar el abismo del rescate.
El Gobierno ide¨® entonces un plan para inyectarles dinero. Cre¨® el plan de pago a proveedores, unas l¨ªneas extraordinarias de cr¨¦dito con condiciones ventajosas para que las comunidades y Ayuntamientos pudieran liquidar sus deudas pendientes. Esta inyecci¨®n salv¨® a m¨¢s de una administraci¨®n de caer en bancarrota. Meses m¨¢s tarde volvieron a acumularse facturas sin pagar. Las comunidades gastaban m¨¢s de lo que ingresaban ¡ªel d¨¦ficit p¨²blico estaba desbocado¡ª y necesitaban financiaci¨®n extraordinaria para abonar sus obligaciones. El Ejecutivo ide¨® unos cr¨¦ditos similares a los anteriores pero los denomin¨® Fondo de Liquidez Auton¨®mica (FLA). Estos fondos nacieron estigmatizados porque las primeras autonom¨ªas que los solicitaron fueron acusadas de pedir el rescate al Estado central. En los a?os siguientes todas las comunidades recurrieron a ellos y sus suced¨¢neos como el de Facilidad Financiera, para las autonom¨ªas m¨¢s saneadas.
Mecanismos
Estos mecanismos llamados extraordinarios, que iban a ser temporales, llevan seis a?os e inician el s¨¦ptimo de vigencia. En este periodo, las comunidades han recibido algo m¨¢s de 231.000 millones de euros. Cerca de dos de cada tres euros que deben las autonom¨ªas son con el Estado. ¡°Estos instrumentos fueron concebidos como mecanismos extraordinarios para uno o dos a?os pero se han prolongado ya durante demasiado tiempo. Ese es su mayor error¡±, lamenta Alain Cuenca, uno de los acad¨¦micos en financiaci¨®n regional. Estos cr¨¦ditos tienen unos intereses muy bajos, lo que ha permitido a las comunidades ahorrarse hasta 15.000 millones, seg¨²n calcula ?ngel de la Fuente, experto en financiaci¨®n.
La Comisi¨®n Europea, el Banco de Espa?a, el BCE, la OCDE y el FMI, que al principio vieron con buenos ojos esta soluci¨®n, se muestran desde hace tiempo inquietos por la extensi¨®n de estos mecanismos. As¨ª lo cuentan varios expertos que participaron el a?o pasado en el proyecto para definir un modelo con el que reformar el sistema de financiaci¨®n, una especie de boceto, encargado por Hacienda. El propio Montoro insinu¨® el pasado jueves que hab¨ªa que ir poniendo fin a estos cr¨¦ditos. ¡°Lo suyo es que las comunidades vayan saliendo al mercado a financiarse¡±, precis¨®.
Algunas comunidades ya han roto el cord¨®n umbilical con el Estado para suministrarle liquidez. Entre ellas destaca Madrid, que desde el principio se mostr¨® inc¨®moda y reclam¨® su derecho a salir a los mercados. A otras, sin embargo, les entran temblores cuando escuchan a Montoro decir que hay que ir poniendo fin a estos mecanismos. Es el caso de las m¨¢s endeudadas, como la Comunidad Valenciana, Catalu?a, Murcia o Castilla-La Mancha. Son las que han reclamado una quita de la deuda. Aducen que est¨¢n infrafinanciadas y los cr¨¦ditos, argumentan, no son m¨¢s que un anticipo del dinero que les corresponde. Por eso defienden la quita. Aunque son conscientes de que perdonar deuda no est¨¢ permitido por Bruselas, juegan con ese t¨¦rmino para escenificar su supuesta infrafinanciaci¨®n cuando se empieza a negociar el nuevo sistema. Hacienda se muestra m¨¢s partidaria de una reestructuraci¨®n: ampliar plazos y recalcular tipos. Pero solo de la parte que corresponda a infrafinanciaci¨®n. Porque esa deuda tambi¨¦n procede, en parte, de mala gesti¨®n.
Jorge Onrubia, profesor de la Complutense, opina que ¡°las quitas suponen un problema de riesgo moral porque lanzan un incentivo negativo. El mensaje es que las comunidades pueden gestionar mal porque el Estado al final asumir¨¢ las consecuencias¡±. La mayor¨ªa de expertos coincide en que hay que ir cerrando el grifo. El debate es qu¨¦ hacer con la deuda acumulada y si todas las comunidades podr¨¢n acceder a los mercados. ¡°Se debe hacer un plan de desconexi¨®n a tres a?os, para cerrar estos fondos poco a poco. Se podr¨ªa dejar una ventanilla de emergencia¡±, propone Cuenca. Las soluciones de los expertos no est¨¢n muy alejadas, pero la pol¨ªtica lleva su camino.
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