Los males cr¨®nicos que propician la econom¨ªa sumergida en Espa?a
Una tasa de paro de larga duraci¨®n alta, rentas bajas y desconfianza en las instituciones son ingredientes b¨¢sicos del empleo no declarado
Espa?a queda entre Botsuana y Montenegro al comparar la tasa de paro, seg¨²n c¨¢lculos de Organizaci¨®n Internacional del Trabajo para 2017. Tambi¨¦n encabeza la clasificaci¨®n del desempleo en la UE y la de la temporalidad. La recuperaci¨®n actual sigue expulsando del mercado laboral a mucha gente: la tasa de paro estructural en Espa?a ronda el 16%, dice la Comisi¨®n Europea. ?De qu¨¦ viven esos parados de larga y muy larga duraci¨®n, sin subsidios y m¨¢s all¨¢ del colch¨®n familiar? La econom¨ªa sumergida derivada del desempleo, dif¨ªcil de cifrar pero palpable para todos, se intuye como respuesta parcial. Inspectores, analistas y Administraciones apuntan a las horas trabajadas sin declarar como explicaci¨®n, y al aumento del control y la regulaci¨®n laboral como soluci¨®n.
El Ministerio de Empleo no cifra la econom¨ªa sumergida, pues supondr¨ªa oficializar un fen¨®meno que no est¨¢ ni declarado ni registrado. Est¨¢ compuesta por la econom¨ªa ilegal, como el dinero que mueve el narcotr¨¢fico, y la informal, esas actividades legales que se ocultan para no pagar impuestos. Lo m¨¢s preocupante son las cotizaciones no abonadas a la Seguridad Social, pues se precariza a¨²n m¨¢s un empleo no declarado que ya es de por s¨ª de baja calidad y mal remunerado. Es importante atajarlo, m¨¢s que por la recaudaci¨®n tributaria, para acabar con la desprotecci¨®n del trabajador y la competencia desleal que supone para el resto de empresarios.
Dos de los investigadores que m¨¢s tiempo llevan descifrando y calculando la econom¨ªa sumergida en Espa?a son Ignacio Maule¨®n, de la Universidad Rey Juan Carlos y Jordi Sard¨¤, de la Rovira i Virgili. A falta de cifras precisas, calculan aproximaciones. Estiman que actualmente supone entre el 15 y el 25% del PIB espa?ol, probablemente una cifra instalada en la parte alta de esa horquilla, como explican por tel¨¦fono.
"Al atender la denuncia de un trabajador de que trabaja 12 horas, ?qu¨¦ prueba tiene? Ninguna. Es su palabra contra la del empresario", explica un inspector
Para relacionar la tasa de paro y la econom¨ªa sumergida, el a?o pasado publicaron un estudio que inclu¨ªa en el c¨¢lculo el mercado de trabajo, a diferencia de lo tradicional, considerar solo los impuestos. En los pa¨ªses con tasas altas de desempleo, como Espa?a y Grecia, el paro ¡°es una variable estad¨ªstica relevante para la estimaci¨®n de la econom¨ªa sumergida, y no lo es tanto para pa¨ªses con menor tasa como Alemania¡±, conclu¨ªan. Esto supone que una tasa alta o bajas prestaciones por desempleo ser¨ªan las causas de una mayor predisposici¨®n a dedicarse a la econom¨ªa informal, pero no al rev¨¦s. El paro, sin embargo, no excluye otras explicaciones, como explican los autores. Maule¨®n llama la atenci¨®n sobre la elusi¨®n fiscal, la minimizaci¨®n del pago de impuestos de las grandes empresas. Sard¨¤ prefiere referir la corrupci¨®n, con la necesidad de que los gobernantes den ejemplo.
La Comisi¨®n Europea, que cre¨® en 2014 la plataforma europea de la lucha contra el trabajo no declarado, apunta en la misma direcci¨®n en un informe publicado el pasado noviembre. M¨¢s del 11% del trabajo en el sector privado de la UE no se declara, concluye el estudio, que usa datos de 2013. En Espa?a el porcentaje de este empleo oculto alcanza el 9%, lejos del 20% que rondan Polonia o Lituania, pa¨ªses con una tasa de paro mucho menor.
Ning¨²n indicador es capaz de explicar por s¨ª solo la situaci¨®n. La Comisi¨®n concluye que existe una intensa relaci¨®n entre la renta per c¨¢pita y la calidad del gobierno con el trabajo oculto: cuanto mejores son los primeros, menos se dedican los ciudadanos a lo ¨²ltimo. El estudio enumera adem¨¢s otros indicadores que dar¨ªan pistas sobre el modelo espa?ol, aunque se advierte de que su relaci¨®n es algo m¨¢s d¨¦bil. El empleo no declarado es mayor en pa¨ªses con tasas de parados de larga y muy larga duraci¨®n superiores. Tambi¨¦n es mayor cuanto peor punt¨²a un pa¨ªs en el ?ndice de Percepci¨®n de la Corrupci¨®n de los poderes p¨²blicos. Espa?a, con un aprobado raspado, ocupa el vig¨¦simo puesto de la UE y el 42 del mundo en este ¨ªndice, publicado por Amnist¨ªa Internacional esta semana.
¡°La econom¨ªa sumergida supone un grave problema en Espa?a por el contrato social que existe de fondo. Aunque est¨¢n cubiertas todas las pol¨ªticas sociales, son bastante limitadas. Esta carencia conlleva que, como no se recibe por ese lado, se piense que se cuenta con mayor permisividad para escapar al control de las autoridades¡±, explica Miguel Otero, economista e investigador principal del Real Instituto Elcano. Un mayor rigor tributario com¨²n es la primera soluci¨®n que expone: ¡°Si queremos contar con un estado del bienestar como el de los pa¨ªses m¨¢s avanzados, tendremos que someternos a una mayor fiscalizaci¨®n¡±, zanja Otero, que refiere a los pagos sin IVA, los alquileres que no se declaran o las horas trabajadas en negro.
El 45% de las horas extraordinarias prestadas en el ¨²ltimo trimestre de 2017 no se pagaron, seg¨²n la EPA
A este respecto, la plataforma de la Comisi¨®n Europea es tajante sobre el tema que le ocupa: ¡°Existe la necesidad de aumentar los recursos destinados a la Inspecci¨®n de Trabajo y Seguridad Social¡±. La experta nacional elegida para Espa?a, Elvira Gonz¨¢lez, lo tiene claro: ¡°La Inspecci¨®n es incapaz de llegar a todos los casos de irregularidades. Se ha mejorado ¨²ltimamente, pero en mi opini¨®n es insuficiente¡±.
El Ministerio de Empleo replica: para abril, el Sistema de Inspecci¨®n contar¨¢ con 1.875 efectivos, ¡°la cifra m¨¢s alta de la historia¡±. Contar con m¨¢s efectivos ayuda, pero no lo es todo. Es precisa una mayor eficacia de las inspecciones, y parece que ha mejorado. En 2017 la Inspecci¨®n de Trabajo busc¨® empleos irregulares en unas 150.000 inspecciones, y detect¨® irregularidades en el 26% de ellas, cuando siete a?os antes lo hac¨ªa en el 18%. El Ministerio lo atribuye a la mejora del cruce de los datos, principalmente con las comunidades aut¨®nomas. Aun as¨ª, muchos casos se escapan del radar.
Contrato parcial, jornada completa
Una de las irregularidades al alza que mencionan los consultados es la de los contratos parciales acordados entre trabajador y empleador, pero que de facto ocultan una jornada laboral de m¨¢s horas, incluso completa. ¡°El problema es que a¨²n no existe la obligaci¨®n legal de registrar y certificar la jornada con un medio eficaz de prueba. Hay quien expone que eso es una alienaci¨®n del trabajador, y creo que es lo contrario, es la prueba de que el trabajador presta su trabajo¡±, expone Ferm¨ªn Y¨¦benes, portavoz de la Uni¨®n Progresista de Inspectores de Trabajo. ¡°El empleador puede demostrar los pagos en seguida con las n¨®minas. Cuando un inspector atiende la denuncia de un trabajador de que trabaja 12 horas, ?qu¨¦ prueba tiene? Ninguna. Es su palabra contra la del empresario¡±, zanja.
El Congreso de los Diputados aprob¨® el pasado octubre una proposici¨®n de ley del PSOE para que se reforme el Estatuto de los Trabajadores, de forma que se obligue a registrar las horas de entrada y salida del trabajo. Por su parte, la Audiencia Nacional emiti¨® el pasado enero un auto para preguntar a este respecto al Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea. El 45% de las horas extraordinarias prestadas en el ¨²ltimo trimestre de 2017 no se pagaron, seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa.
Las partidas destinadas a subvencionar las cuotas de la Seguridad? Social son dinero que "se desperdicia"
En el paquete de soluciones tambi¨¦n deber¨ªa incluirse una revisi¨®n de las pol¨ªticas activas de empleo. La cr¨ªtica al sistema actual se dirige al dinero destinado a subvencionarle a los empresarios las cuotas a la Seguridad Social cuando contratan a ciertos colectivos. ¡°Estamos solo ligeramente por debajo de la media que gastan los grandes pa¨ªses de la OCDE en pol¨ªticas activas. El problema es que ese es un dinero que se desperdicia. Se est¨¢ pagando por contrataciones que se har¨ªan en cualquier caso¡±, expone Jos¨¦ Ignacio Garc¨ªa, profesor de la universidad Pablo de Olavide. Su propuesta es derivar ese dinero a las pol¨ªticas que demuestran resultados, como la formaci¨®n de los trabajadores no cualificados en t¨¦cnicas de b¨²squeda de empleo y orientaci¨®n profesional.
Objetivo: mejorar el estado del bienestar
De declararse esas horas no cotizadas se recaudar¨ªa m¨¢s, disminuir¨ªan las prestaciones por desempleo y se podr¨ªan dedicar recursos, por ejemplo, a redistribuir la riqueza m¨¢s all¨¢ de las prestaciones por desempleo. "Faltan pol¨ªticas esenciales, por ejemplo, las destinadas a prevenir la pobreza infantil", explica Elo¨ªsa del Pino, investigadora del CSIC en el Instituto de Pol¨ªticas y Bienes P¨²blicos. Solo con un esfuerzo com¨²n Espa?a podr¨¢ mejorar posiciones en el ?ndice de Justicia Social Europeo, una clasificaci¨®n de la Fundaci¨®n Bertelsmann que en su edici¨®n del a?o pasado dejaba a Espa?a en un vergonzante quinto puesto por la cola.
¡°No podemos olvidar que los pa¨ªses del norte de Europa comenzaron sus reformas del estado del bienestar a principios de los noventa, por lo que pudieron pactar con los agentes sociales. Aqu¨ª se ha tirado del trazo grueso por la prisas y se ha recortado sin pactar, sin estudiar y sin considerar de d¨®nde conven¨ªa reducir y de d¨®nde no¡±, concluye Del Pino.
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