Tecnolog¨ªa para cultivar una mejor reputaci¨®n
A la espera de la fusi¨®n con Bayer, Monsanto se refuerza en la agricultura de precisi¨®n
Monsanto est¨¢ esperando una respuesta. La Comisi¨®n Europea debe decidir antes del final de este trimestre (la fecha prevista es el 4 de abril) si autoriza la compra de la compa?¨ªa por parte del gigante qu¨ªmico alem¨¢n Bayer, una operaci¨®n de 56.000 millones de euros para crear un gigante global de la agricultura. Mientras tanto, silencio. "Son ellos [Bayer] los que est¨¢n al mando de la transacci¨®n", explica la directora general para Europa, ?frica y Oriente Pr¨®ximo de la compa?¨ªa, Let¨ªcia Gon?alves (S?o Paulo, 1974), antes de reiterar el argumento institucional para la fusi¨®n. "Somos dos empresas complementarias; nosotros en Am¨¦rica, Bayer en Europa y Asia, estamos enfocados en semillas y biotecnolog¨ªa y la fortaleza de Bayer son qu¨ªmicos". En todo caso, el grupo alem¨¢n quiere que la operaci¨®n salga adelante, y para ello ha anunciado esta misma semana la venta de su propio negocio de semillas a la tambi¨¦n alemana BASF.
El nuevo grupo que salga de la operaci¨®n tiene un desaf¨ªo: el mercado de los productos alimenticios es, posiblemente, el m¨¢s sensible a los problemas de reputaci¨®n, y la reputaci¨®n de Monsanto ¡ªjustificadamente o no¡ª est¨¢ lejos de ser id¨®nea. "Cuando dejamos de ser una empresa qu¨ªmica y pasamos al mercado de biotecnolog¨ªa y semillas subestimamos el impacto de vender organismos vivos a la hora de convertirse en el blanco de los activistas de las reputaciones corporativas", reconoce la directora general para Europa. "No invertimos en ese cambio de identidad".
Dos batallas
Dos han sido las principales batallas de diversos movimientos sociales contra el grupo estado?unidense: primero, por el uso de organismos gen¨¦ticamente modificados en la agricultura (el ¨²nico OGM que puede ser cultivado en la UE es la variedad de ma¨ªz MON 810, comercializada por Monsanto y cuya licencia est¨¢ pendiente de reautorizaci¨®n); segundo, la batalla por la aprobaci¨®n y posterior confirmaci¨®n del uso del pesticida glifosato. En este ¨²ltimo caso, el grupo empresarial obtuvo una victoria el pasado mes de noviembre, cuando el Consejo Europeo dio el visto bueno a su renovaci¨®n por cinco a?os.
Pero la firma no las tiene todas consigo. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, ya ha dicho p¨²blicamente que quiere prohibir el glifosato en tres a?os, y la salida de Reino Unido de la Uni¨®n Europea implica, aparte de las consecuencias econ¨®micas, la p¨¦rdida de un importante aliado. "Es lo que menos nos gusta del Brexit", afirma Gon?alves. "Reino Unido es uno de los pa¨ªses m¨¢s favorables a la innovaci¨®n agr¨ªcola y a la toma de decisiones basadas en factores cient¨ªficos. Europa est¨¢ enfoc¨¢ndose demasiado en s¨ª misma, no est¨¢ prestando atenci¨®n a las tendencias del comercio y est¨¢ perdiendo el margen global que le permitir¨ªa atraer inversiones como continente".
Gon?alves lamenta el foco de los cr¨ªticos de la empresa en los transg¨¦nicos "cuando ni siquiera es nuestro negocio principal en Europa". "Nadie puede cuestionar nuestra misi¨®n de producir m¨¢s comida y de mayor calidad", defiende. Pero la imagen no es el ¨²nico desaf¨ªo que tiene la compa?¨ªa en la regi¨®n. En 2017, la Uni¨®n Europea puso fin a su ¨²ltimo mercado regulado con cuotas, el del az¨²car. Es un s¨ªmbolo de un mercado agr¨ªcola regado con dinero p¨²blico con el fin de contener la producci¨®n. Tambi¨¦n la demanda de los consumidores, que ya exigen una calidad adecuada adem¨¢s de un precio razonable, est¨¢ moviendo a los productores europeos en otras direcciones.
Para la directora general para el continente, el efecto de este cambio no es relevante para su negocio. "Nuestro principal cultivo en Europa son ma¨ªz y colza para aceite", explica. "Son cultivos que est¨¢n mucho m¨¢s conectados a la oferta y demanda que a los factores locales". Adem¨¢s, Rusia y Ucrania, dos de los mayores productores agr¨ªcolas del continente, llevan a?os inmersos en un conflicto actualmente larvado. "No nos afecta la situaci¨®n geopol¨ªtica: la volatilidad econ¨®mica, s¨ª", afirma Gon?alves, aunque reconoce: "Cuando desarrollamos productos tenemos que pensar en el mercado global, as¨ª que el aspecto geopol¨ªtico nos afecta bastante. Es por eso que estamos trabajando con los actores dentro de la industria para encontrar soluciones posibles".
Por ahora, lo est¨¢ consiguiendo. En 2017, el mercado europeo fue el de m¨¢s r¨¢pido crecimiento para la compa?¨ªa despu¨¦s de Brasil: un 20% m¨¢s en la facturaci¨®n, para cerrar el ejercicio en 1.841 millones de d¨®lares.
La varita m¨¢gica con la que la empresa pretende reposicionarse en el mercado y restaurar su imagen es la agricultura tecnificada. "No hay que descuidar la cantidad, porque la poblaci¨®n no va a dejar de crecer, y con ella, la demanda", considera Gon?alves. "Pero, adem¨¢s de calidad, es necesaria la optimizaci¨®n de los recursos naturales: agua, suelo, energ¨ªa. Todo esto se logra no solo a trav¨¦s de fertilizantes y pesticidas, sino con agricultura de precisi¨®n hasta lograr soluciones integradas que permitan sacarle el m¨¢ximo partido posible a cada metro cuadrado de suelo y a cada gota de agua".
Eso tambi¨¦n permite a la firma ampliar su mercado. "Los grandes agricultores son los m¨¢s tecnificados", reconoce Gon?alves, "pero tambi¨¦n estamos viendo en Espa?a propietarios de peque?as explotaciones de ma¨ªz, de cinco o siete hect¨¢reas, interesados en estas tecnolog¨ªas. Y ellos, si cabe, pueden salir ganando mucho m¨¢s proporcionalmente, porque sus instalaciones est¨¢n muy poco tecnificadas".
?Pero eso tiene un efecto en los costes para el agricultor? "No necesariamente", se?ala. "Tiene que ver con m¨¢s factores relativos a la gesti¨®n. Tenemos un programa en el que, sin coste adicional, el agricultor pueda ver qu¨¦ tipo de suelo ocupan sus cultivos, qu¨¦ clase de producto le crece mejor". Y apunta: "El mayor cambio en la agricultura de precisi¨®n no es el coste: es que los agricultores crean en que lo que le aporten los datos es m¨¢s fiable que sus propias percepciones o instintos". Es por eso que en el grupo, se?ala, "abren el camino y dan ejemplo a sus colegas".
?Una empresa tan grande como la que saldr¨ªa de la fusi¨®n entre Bayer y Monsanto no impedir¨ªa la innovaci¨®n asfixiando al ecosistema de startups, como han afirmado algunos de sus detractores? "Solo en Europa, que nosotros tengamos visto, hay m¨¢s de 200 empresas en el ¨¢rea de ciencia digital agr¨ªcola. Y en muchos casos les ayudamos con investigaciones a establecer su negocio", apunta Gon?alves. "Hemos hecho tres adquisiciones en ¨¢rea digital; creo que eso est¨¢ lejos de intentar dominar el mercado".
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