El mercado del n¨ªquel se electriza
Las bater¨ªas para la ¡®econom¨ªa verde¡¯ dan esperanzas a un sector que sigue sin recuperarse de la crisis
Fueron unos meses de locura. Entre finales de 2006 y la primera mitad de 2007, el precio del n¨ªquel, uno de los metales m¨¢s importantes para la industria, se desataron hasta llegar a superar los 50.000 d¨®lares por tonelada. La entonces imparable demanda china impuls¨® los precios y la especulaci¨®n hizo el resto.?"Al mercado le faltaban 30.000 toneladas de n¨ªquel, mientras que la Bolsa de Metales de Londres ten¨ªa stocks de menos de 5.000 toneladas", recuerda Diego Oliva V¨¦lez, de BMI Research. "Desde entonces no hemos vuelto a ver una escasez igual".?Fue una fiesta que se hundi¨® de forma igualmente espectacular cuando la Gran Recesi¨®n empez¨® a dar sus coletazos. A finales de 2008, la cotizaci¨®n hab¨ªa ca¨ªdo por debajo de los 10.000 d¨®lares. Una d¨¦cada despu¨¦s, ronda los 13.000.
Sin embargo, una esperanza est¨¢ reactivando, con much¨ªsima prudencia, los mercados internacionales: la revoluci¨®n del autom¨®vil el¨¦ctrico. Seg¨²n la Agencia Internacional de la Energ¨ªa, de una flota de dos millones de veh¨ªculos el¨¦ctricos e h¨ªbridos enchufables en 2016 se pasar¨¢, en el caso m¨¢s pesimista, a nueve millones en 2020 y 60 millones en 2030.
Pero no solo es la movilidad. Un estudio de Global Market Insights estima que el mercado de bater¨ªas para el hogar llegar¨¢ a los 35.000 millones de d¨®lares en 2030. Entre todos forman un gigantesco negocio que ha atra¨ªdo el inter¨¦s de empresas e investigadores de todo el mundo, con un ¨²nico objetivo: encajar la mayor cantidad de energ¨ªa en el menor tiempo posible, en poco espacio y menor coste.
Indonesia y Filipinas
La industria minera de n¨ªquel filipina, la mayor del mundo, ha sido objeto de las iras del presidente Rodrigo Duterte, que ha prohibido las explotaciones a cielo abierto en una ofensiva por la protecci¨®n del medio ambiente. Esto no ha afectado en exceso a las cotizaciones, seg¨²n Olivier Mason, de Roskill, dado que las industrias filipinas "han podido seguir exportando sus stocks". La inestabilidad filipina ha beneficiado a la vecina Indonesia, sexto productor mundial. En 2014, el pa¨ªs prohibi¨® las exportaciones de mineral de n¨ªquel. con el fin de impulsar su propia industria procesadora. "Y tuvo ¨¦xito", se?ala Mason. Tanto es as¨ª, que el a?o pasado el pa¨ªs del sudeste asi¨¢tico levant¨® la prohibici¨®n de exportaci¨®n para algunas empresas instaladas all¨ª.
Y a corto plazo, una de las v¨ªas que m¨¢s esperanzas despierta entre los cient¨ªficos es a?adirle m¨¢s capas de ¨®xido de n¨ªquel a los polos de las pilas. "En realidad, nuestras bater¨ªas deber¨ªan llamarse de n¨ªquel grafito", explic¨® Elon Musk, fundador de Tesla, en una charla en 2016. "Llevan litio, s¨ª, pero es como la sal en la ensalada". "Ahora mismo, los c¨¢todos que utilizan las bater¨ªas tienen una proporci¨®n pr¨¢cticamente igual de n¨ªquel, cobalto y manganeso", explica Jos¨¦ Lazuen, experto en bater¨ªas de la consultora Roskill. "Con una proporci¨®n de ocho partes de n¨ªquel por una de cobalto y manganeso, el coste se reduce en un 42%. Estas son tecnolog¨ªas que se prev¨¦ que se comercialicen ya este a?o". No solo el n¨ªquel es m¨¢s abundante; la mitad del cobalto mundial se extrae en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres y m¨¢s inestables del planeta.?
Seg¨²n el Instituto del N¨ªquel, si en 2016 el 39% de las bater¨ªas conten¨ªan el metal, en 2025 esta cifra ascender¨¢ al 58%. Para Roskill, la demanda de n¨ªquel para autom¨®viles (incluida las bater¨ªas de metal hidruro, de tecnolog¨ªa m¨¢s antigua) pasar¨¢ de 35.000 toneladas el a?o pasado a 100.000 en 2020 y 337.000 en 2025. "En 2016, por primera vez, la energ¨ªa almacenada en bater¨ªas suministradas al sector del autom¨®vil super¨® a la del sector de los equipamientos electr¨®nicos", indica Lazuen.
China mueve
Y va a seguir creciendo, impulsada, sobre todo, por la demanda china. El Gobierno de Xi Jinping quiere que el pa¨ªs asi¨¢tico est¨¦ en la vanguardia del veh¨ªculo el¨¦ctrico como una forma acelerada de ganar cuota de mercado para su industria del autom¨®vil. "China es la que mueve el mercado", considera Lazuen. "El plan quinquenal establecido por el Gobierno tiene unos objetivos muy ambiciosos de densidad energ¨¦tica y autonom¨ªa de las bater¨ªas que vayan a fabricar los productores chinos. Y para ello necesitan n¨ªquel".
Pero por muy revolucionarias que sean esas cifras, siguen siendo una parte muy peque?a del mercado. "Ahora mismo, el uso de n¨ªquel para bater¨ªas representa solo un 4% del mercado global", se?ala Ricardo Ferreira, del Grupo Internacional de Estudios del N¨ªquel, un instituto basado en Lisboa.?"Dos tercios de la demanda de n¨ªquel est¨¢ dedicada a la producci¨®n de acero inoxidable", apunta Olivier Masson, tambi¨¦n de Roskill. "Y aunque el mercado de las bater¨ªas va a crecer a una velocidad enorme, mucho m¨¢s que el del acero, no veo que en 10 a?os este ¨²ltimo pueda perder su preponderancia a la hora de mover las cotizaciones".
Y la propia China est¨¢ reduciendo su demanda de acero inoxidable. "Estimamos que la demanda va a crecer un 1,2% de media en el per¨ªodo entre 2018 y 2027, lo que tendr¨¢ un impacto significativo en la ca¨ªda de las cotizaciones", apunta Oliva V¨¦lez. En consecuencia, el auge del veh¨ªculo el¨¦ctrico no est¨¢ revolucionando el mercado del n¨ªquel en la medida que lo est¨¢ haciendo con el del cobalto o el litio. "Tanto la oferta como la demanda han crecido en 2017", se?ala Masson. "Los stocks del mercado se est¨¢n agotando, pero a¨²n hay minas cerradas por la crisis. Por eso, aunque el a?o pasado faltaba n¨ªquel en el mercado, las cotizaciones se han recuperado pero no mucho".
Lo que s¨ª har¨¢ el veh¨ªculo el¨¦ctrico es cambiar el perfil de las explotaciones. "Hay dos tipos de mineral de n¨ªquel", explica Masson. "El n¨ªquel que se utiliza en veh¨ªculos el¨¦ctricos viene de los sulfatos, que se extraen en pa¨ªses como Canad¨¢, Rusia o Australia. Se puede extraer de las lateritas, que son algo m¨¢s abundantes en pa¨ªses tropicales como Filipinas o Indonesia, pero el proceso para ello, el filtrado ¨¢cido de alta presi¨®n, es muy caro y necesita una importante inversi¨®n en capital".
El problema para el sector es que las cotizaciones bajas no incentivan ni el aprovechamiento de las lateritas ni la b¨²squeda de nuevos yacimientos. "Los reducidos presupuestos de exploraci¨®n desde 2008 nos hacen pensar que los descubrimientos de n¨ªquel apropiados para el mercado de bater¨ªas seguir¨¢n siendo elusivos", se?ala Adam Webb, de S&P Global Market Intelligence. "En principio, los pa¨ªses que tengan reservas de sulfatos como Rusia o Canad¨¢ son los que tienen m¨¢s posibilidades de salir ganando", considera Ferreira. "Pero eso tampoco significa que vayan a triunfar con toda seguridad".
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