Mario Draghi respalda las tesis m¨¢s ambiciosas en la reforma del euro
El presidente del BCE ha dado un sonoro espaldarazo a l¨ªneas propuestas por Francia y la Comisi¨®n Europea que encuentran barreras en los pa¨ªses del Norte
Mario Draghi vuelve a marcar el rumbo m¨¢s atrevido. El presidente del Banco Central Europeo (BCE) ha dado este viernes un sonoro espaldarazo a los reformistas del euro m¨¢s ambiciosos, reequilibrando el pulso entre estos ¡ªPar¨ªs y Bruselas¡ª y los inmovilistas n¨®rdicos, liderados por Holanda, con Alemania presa de patas en medio de esa pinza. Unos y otros deben alcanzar un acuerdo en la cumbre de finales de junio. El banquero central europeo hizo especial hincapi¨¦ en lo que es m¨¢s estrictamente su tema: la urgencia de culminar la uni¨®n bancaria, con suficientes recursos p¨²blicos y compartiendo riesgos.
El frente reaccionario piensa en cuidar solo su bolsillo: los n¨®rdicos exigen "mayor precisi¨®n" en "reducir el riesgo" antes de compartir nada. Los alemanes tambi¨¦n, pero lo escriben con m¨¢s cuidado. Temen que el dinero del Mecanismo de Estabilidad Financiera o fondo de rescate (MEDE, hoy medio bill¨®n de euros) se derroche en salvar bancos italianos y recuerdan que su parte (168.300 millones) "procede" del sagrado "presupuesto federal".
Draghi no se arredr¨® este viernes por esas angustias, en un discurso en Florencia durante unas jornadas bajo el t¨ªtulo El Estado de la Uni¨®n. Afirm¨® que "compartir el riesgo de recursos p¨²blicos ayuda a reducir el riesgo", pues es claro que ante un potente cortafuegos los mercados se lo piensan y la especulaci¨®n bajista retrocede.
La prueba es la comparaci¨®n de lo que sucedi¨® con la crisis de 2008 en Am¨¦rica y Europa. All¨¢ cerraron 500 bancos. Pero con un fuerte desembolso p¨²blico se saj¨® la herida y a¨²n con beneficios. El fondo de rescate de EE UU "solo tuvo que apelar al Tesoro una vez y pag¨® la deuda muy pocos a?os despu¨¦s", record¨® Draghi. Aqu¨ª, solo se cerraron 50 bancos. Pero "aprendimos la lecci¨®n de la incapacidad de cada actor por s¨ª solo para absorber los choques".
Ocurri¨® algo parecido tras las anteriores crisis del petr¨®leo: all¨¢ las restricciones de cr¨¦dito concentradas en la banca local fueron absorbidas en un 70% por los mercados; aqu¨ª, solo fue el 25%. De modo que "profundizar en compartir el riesgo privado ser¨ªa beneficioso para toda la UE", seg¨²n Draghi. Pero eso lo deben "facilitar" los "poderes p¨²blicos".
?C¨®mo se traduce eso? En que lo que falta en la UE es "el cortafuegos para el fondo de resoluci¨®n [y liquidaci¨®n] bancaria", por supuesto "nutrido por los bancos". Pero en las crisis muy profundas el fondo puede quedar desbordado, por eso en EE UU y en Jap¨®n "disponen de cortafuegos apoyados por el sector p¨²blico".
Aunque no entr¨® en concreciones nominalistas, todo el argumentario de Draghi era este viernes un apoyo claro al proyecto de convertir al MEDE en la caja de reserva ¨²ltima para la resoluci¨®n bancaria. Lo que es uno de los componentes esenciales del Fondo Monetario Europeo que defienden la Comisi¨®n Europea y Macron.
Draghi tambi¨¦n apoy¨® la capacidad fiscal, aunque se resisti¨® a bautizarla seg¨²n sus encarnaciones m¨¢s frecuentes: presupuesto del euro, l¨ªnea presupuestaria, fondo de inversiones, fondo de riesgo cotidiano o seguro europeo de desempleo. Lo esencial es la idea: "Aumentar la convergencia de las econom¨ªas" y "acrecentar la confianza". Esa es la manera de consolidar y ampliar lo ya alcanzado, pues los mercados "tienden a ser proc¨ªclicos", a jugar a la contra cuando la coyuntura resulta adversa, record¨®. Es una "funci¨®n com¨²n de estabilizaci¨®n".
Cr¨ªticas al MEDE
Para esta no sirve el MEDE, sobre el que Draghi fue muy cr¨ªtico, ya que la "condicionalidad" impuesta a los pa¨ªses que rescat¨® tuvo efectos "proc¨ªclicos, agravando su recesi¨®n". Sangraba por la herida porque la falta de pol¨ªtica fiscal activa en la UE ¡ªque hace un lustro denunci¨® en la reuni¨®n de gobernadores de Jackson Hole¡ª es lo que ha cargado las responsabilidades de la recuperaci¨®n en las espaldas estrechas del BCE, y que ¨¦l ha tenido que ensanchar. El MEDE no sirve para eso (contra lo que pretenden sus aleman¨ªsimos gestores). "Necesitamos otro instrumento, susceptible de mantener la confianza en las ¨¦pocas recesivas", de vacas flacas.
No lleg¨® Draghi tan lejos como su colaborador Frank Smets, director general de Econom¨ªa del banco, en una sesi¨®n paralela de la asociaci¨®n Ademu: "Me gusta la idea de lanzar a un tiempo los bonos junior y los bonos senior", dijo. Pero este puede expresarse en t¨¦rminos m¨¢s t¨¦cnicos y sin comprometer a la instituci¨®n.
Aun as¨ª, Draghi desbord¨® a los ide¨®logos de la intransigencia austeritaria incrustados en instituciones como el propio MEDE. Su economista jefe, Rolf Strauch, pretendi¨® atribuir a su casa nada menos que todas las funciones en discusi¨®n: ser el cortafuegos de la resoluci¨®n bancaria; tener un "mayor papel" en las negociaciones de los rescates de pa¨ªses [no al servicio, sino] "conjuntamente con la Comisi¨®n"; encarnar la capacidad fiscal; facilitar la estabilizaci¨®n financiera de la eurozona y avanzar en la mejora de la deuda para hacerla m¨¢s sostenible. Por los santos atributos de un organismo intergubernamental, sin control democr¨¢tico com¨²n, y sujeto a la disciplina de los m¨¢s rigoristas.
"Estos alemanes, qu¨¦ atrevimiento, quieren hacerlo todo, ellos solos, y desde Luxemburgo", comentaba en la sala un acreditado europe¨ªsta.
Calendario y narrativa para la cumbre
Draghi se confes¨® emocionado por volver a la ciudad donde fue profesor, y actuar en el Gran Sal¨®n del Palazzo Vecchio de los M¨¦dici, que visitara, admirado, de joven.
Presentado por el barcelon¨¦s Ramon Marim¨®n, el profesor del Instituto Universitario de Florencia y coordinador de Ademu ¡ªla asociaci¨®n de economistas impulsora de la profundizaci¨®n del euro¡ª, el italiano triunf¨® en casa.
Otro paisano, el director general de la Comisi¨®n, Marco Butti, fue expl¨ªcito y pragm¨¢tico sobre lo alcanzable en la pr¨®xima cumbre del euro. Previ¨® un calendario (sobre el cortafuegos para la resoluci¨®n bancaria, y alg¨²n avance en la garant¨ªa de dep¨®sitos); un cierto retorno a ampliar objetivos (uni¨®n de mercado de capitales, Invest-UE), y una narrativa conciliadora entre compartir y reducir riesgo.
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