Espa?a renuncia a pedir los eurobonos y un Tesoro europeo en la pr¨®xima reforma del euro
El Gobierno propone un mecanismo fiscal anticrisis, completar la uni¨®n bancaria y ampliar las funciones del Mede, y desiste temporalmente de reclamar un activo libre de riesgo
Mariano Rajoy ped¨ªa hace meses un presupuesto anticrisis del euro, un superministro europeo y eurobonos. Las dos ¨²ltimas propuestas de Espa?a en Bruselas pasaban por modificar el mandato del BCE, crear un seguro de paro y mutualizar deuda. El Gobierno ha sacrificado este lunes ese nivel de ambici¨®n y ha presentado una propuesta menos afilada. Espa?a se conforma por ahora con completar la uni¨®n bancaria y crear una capacidad fiscal anticrisis. Madrid se alinea a grandes rasgos con Par¨ªs, pero el documento del Ministerio de Econom¨ªa adopta el lenguaje de Berl¨ªn en varios debates esenciales para el futuro del euro.
Espa?a lleva una d¨¦cada en estado de duermevela. No influye, apenas propone, no interviene en los debates europeos despu¨¦s de un invierno econ¨®mico que provoc¨® un rescate bancario millonario y de un petardazo inmobiliario y financiero que ha dejado hondas cicatrices en forma de paro y desigualdad. La recuperaci¨®n espa?ola est¨¢ ya en el furg¨®n de cabeza de la UE, pero con p¨¦simos indicadores sociales y con un Gobierno que boxea en Europa por debajo del peso de la econom¨ªa espa?ola. Espa?a empez¨® a sacar la cabeza con el nombramiento de Guindos en el BCE. Y tiene una oportunidad de oro para decantar la balanza a favor de sus intereses en el espinoso debate sobre la reforma del euro, que se juega b¨¢sicamente en terreno francoalem¨¢n. Madrid ha presentado este lunes una propuesta realista, pragm¨¢tica, equilibrada.
Tan realista, pragm¨¢tica y equilibrada como falta de ambici¨®n: Espa?a renuncia a los eurobonos (no aparecen ni una sola vez en un documento de 11 p¨¢ginas), elimina de un plumazo su petici¨®n de un seguro de paro com¨²n y se centra, en un lenguaje a veces cercano al de las posiciones alemanas, en lo que el Gobierno piensa que puede desencallar de la negociaci¨®n que se avecina.
Alemania y los pa¨ªses del Norte reclaman m¨¢s responsabilidad; el franc¨¦s Emmanuel Macron pone el ¨¦nfasis en la mayor solidaridad. Reducir riesgos frente a compartir riesgos, ese es el quid de la cuesti¨®n en la UE. Espa?a se alinea, a grandes rasgos, con Macron, pero con una falta de ambici¨®n sorprendente: "En el corto plazo debe darse prioridad a la uni¨®n financiera", concluye la Posici¨®n espa?ola sobre el fortalecimiento de la UEM, y solo posteriormente "una mayor uni¨®n econ¨®mica allanar¨¢ el camino para nuevos instrumentos fiscales".
Traducci¨®n b¨ªblica: Madrid se conforma con dar pasos adelante para completar la uni¨®n bancaria en junio, con medidas tan poco sexis -pero tan trascendentes- como el respaldo fiscal del fondo de resoluci¨®n bancaria y el fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos. Y como m¨¢ximo aspira a introducir "una capacidad de estabilizaci¨®n fiscal apropiada que limite el impacto de las perturbaciones asim¨¦tricas y ayude a atajar el canal de contagio del [riesgo] soberano al sector privado". Todo lo dem¨¢s queda para un futuro difuso. Madrid aspira a que el mecanismo de rescate europeo sea el respaldo fiscal del fondo de resoluci¨®n ¡ªpara cerrar bancos sin provocar inestabilidad financiera¡ª y del futuro fondo de garant¨ªa com¨²n. Y apuesta por un presupuesto anticrisis del euro, que funcione como una especie de seguro para cuando lleguen las vacas flacas y a la vez permita mantener el nivel de inversi¨®n p¨²blica y privada con ayuda del Banco Europeo de Inversiones. Pero incluso en esos dos asuntos se alinea con parte del argumentario que usan Alemania y sus aliados para aguar los mecanismos de solidaridad, y ni siquiera entra en el debate de cifras sobre la potencia de fuego m¨ªnima que debe poseer la capacidad fiscal anticrisis para tener impacto macroecon¨®mico.
Guindos fue fiel aliado del halc¨®n fiscal alem¨¢n Wolfgang Sch?uble en el Eurogrupo. El nuevo ministro, Rom¨¢n Escolano, se estrena con un documento que contiene medidas que no gustar¨¢n en Berl¨ªn, pero para ayudar a tragar la p¨ªldora incluye un argumentario que sonar¨¢ bien en Alemania. Para compartir riesgos financieros se requiere, seg¨²n Espa?a, "que existan plenas garant¨ªas de que la puesta en com¨²n del riesgo no se usar¨¢ para cubrir exposiciones relevantes anteriores a la uni¨®n bancaria". "Son razonables las reticencias de algunos pa¨ªses a estas medidas mientras no haya mayor reducci¨®n de riesgos", aclararon fuentes de Econom¨ªa. Eso es m¨²sica para los o¨ªdos de Berl¨ªn, que quiere reducir los riesgos antes de compartirlos -frente a Par¨ªs o Bruselas, cuyo objetivo es hacer las dos cosas en paralelo- y persigue insistentemente evitar que ese fondo de garant¨ªa permita a pa¨ªses como Italia limpiar los balances de sus bancos a expensas del contribuyente alem¨¢n. En cuanto al presupuesto anticrisis, de nuevo m¨²sica de Wagner: Espa?a apuesta por un apoyo "autom¨¢tico y temporal", que evite "transferencias permanentes", con reglas que esquiven el "riesgo moral", la obsesi¨®n de Berl¨ªn en toda la crisis.
Renuncias temporales
Moncloa present¨® en 2015 un ambicioso proyecto de reforma del euro, que firmaba ?lvaro Nadal, en el que Espa?a quer¨ªa la revoluci¨®n: cambiar el mandato del BCE en l¨ªnea con el de la Reserva Federal de EE UU para que el objetivo, adem¨¢s de contener la inflaci¨®n, fuera evitar la fuerte divergencia econ¨®mica en t¨¦rminos de paro. De esa opci¨®n, totalmente ut¨®pica en la Europa de hoy, nunca m¨¢s se supo. Hace poco m¨¢s de un a?o, el ministro Luis de Guindos sali¨® con una segunda propuesta, m¨¢s parecida a la actual, pero de la que se han ca¨ªdo la posibilidad de crear un seguro de desempleo europeo y los eurobonos. El Gobierno defend¨ªa "la gesti¨®n com¨²n de la deuda" para eliminar los riesgos de ruptura del euro y, en ¨²ltimo t¨¦rmino, incluso un Tesoro europeo. Ni los eurobonos ni el Tesoro aparecen en el documento actual. "Los eurobonos no son estrictamente necesarios", asegur¨® Econom¨ªa. Los portavoces del ministerio insisten en que esas demandas tan solo se aparcan en esta negociaci¨®n. Pueden reaparecer m¨¢s adelante.
Con la crisis del euro se han esfumado certidumbres y se han violado tab¨²s, se han cruzado l¨ªneas rojas y se han reescrito algunas reglas. Arrastrada por la necesidad, Europa supo avanzar una y otra vez cuando estuvo al borde del abismo. La eurozona crece ahora a una velocidad de crucero m¨¢s que aceptable: el paro se reduce, los d¨¦ficits p¨²blicos se han rebajado, el sistema financiero mejora y el riesgo de los populismos no termina de materializarse. A cambio, con la bonanza se ha relajado el apetito por reformar el euro. Macron gesticula para ganarse a Merkel y seguir adelante con las medidas imprescindibles para que la pr¨®xima crisis no se lleve por delante la moneda ¨²nica. Espa?a le apoya. Pero toca en dos claves: la melod¨ªa de la propuesta espa?ola suena m¨¢s francesa, pero con los arreglos german¨®filos aparecen compases de La cabalgata de las valquirias.
Pilares del plan espa?ol para desbloquear la cumbre de junio
"Se han generado grandes expectativas pol¨ªticas", arranca el documento del Ministerio de Econom¨ªa destinado a desbloquear las reformas del euro de cara a la pr¨®xima cumbre europea de junio. A la espera de la propuesta francoalemana, Espa?a pone el ¨¦nfasis en el flanco financiero.
Uni¨®n bancaria. Espa?a quiere que el Mecanismo de ayuda (Mede) se convierta en el respaldo fiscal del fondo de resoluci¨®n y del fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos. Y exige "una fecha concreta y final" para ese fondo de garant¨ªa completamente mutualizado, con una fase de transici¨®n (sin compartir riesgos) que permita eliminar los problemas en los pa¨ªses que a¨²n tienen muchos activos dudosos. El objetivo final es un sistema bancario paneuropeo,
Integraci¨®n econ¨®mica. Madrid quiere una capacidad fiscal para estabilizar la eurozona en caso de shocks asim¨¦tricos o perturbaciones severas. "Los estabilizadores autom¨¢ticos" (como el seguro de desempleo) "deben seguir siendo la primera l¨ªnea de defensa". Espa?a quiere un fondo anticrisis para los malos tiempos, cuyo volumen no cifra, acompa?ado de un mecanismo de protecci¨®n de inversiones que utilizar¨¢ la palanca del Banco Europeo de Inversiones (del que procede el ministro Rom¨¢n Escolano). Con varios objetivos: reforzar el car¨¢cter antic¨ªclico de la pol¨ªtica fiscal, evitar las transferencias permanentes, y que suponga un apoyo autom¨¢tico (basado en criterios objetivos) y temporal.
Mede. Madrid pretende convertirlo en una especie de Fondo Monetario Europeo, que sirva como respaldo fiscal de la uni¨®n bancaria y se siga encargando de dar financiaci¨®n (con condiciones) a los pa¨ªses que pierdan acceso al mercado.
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