Expertos europeos piden un Fondo de Estabilidad que no sea ¡®austeritario¡¯
Similar al Fondo Monetario (FME) que defiende la Comisi¨®n, ser¨ªa v¨¢lido para las crisis pero aplicable para los pa¨ªses vulnerables y para los ricos
![Xavier Vidal-Folch](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Faedae0bb-0d6e-459f-9dfe-2706e5fe4722.png?auth=a063b8a6c517022901a88a95f4c1505572e8da3a560efb661a27e9349d5e2921&width=100&height=100&smart=true)
Una red de cincuenta economistas y juristas europeos de 15 pa¨ªses propone un Fondo de Estabilidad Europeo (FEE). Es parecido al Fondo Monetario (FME) que defiende la Comisi¨®n para cuando vuelvan las vacas flacas y urjan otros rescates. Pero en formato flexible: v¨¢lido para los malos tiempos y para los buenos; para los pa¨ªses vulnerables y los ricos; con ayudas financieras que incluyan condiciones, pero no previas y leoninas, sino a posteriori, y sin austeridad excesiva.
![Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisi¨®n Europea, izquierda, habla con Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, derecha, en presencia de Martin Selmayr, secretario de la Comisi¨®n Europea, en la sede de la Uni¨®n Europea del 23 de marzo pasado.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/MM7KV3X6IZJ574X74GJT6F2X4A.jpg?auth=b55e0d42aafe3630e8cc87af20ca9e935a825dbf6c3029f698aa922e07fcae36&width=414)
La propuesta la firma la Conferencia final de Ademu (por sus siglas en ingl¨¦s) un proyecto para una Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria din¨¢mica, clausurada en Florencia. El proyecto ha involucrado durante casi un lustro a una amplia red de investigadores partidarios de profundizar en la arquitectura del euro.
La idea del FEE (The EMU after the euro crisis: lessons and possibilities, CEPR Press) encajar¨ªa (el c¨®mo) en la del FME (el qu¨¦). Con diferencias. No busca materializar el rescate de los vulnerables doblegados por crisis y necesitados de ayuda de emergencia. Sino tambi¨¦n ¡°estabilizar la situaci¨®n en tiempos normales¡±, como destacaron los profesores de Florencia ?rp¨¢d Abraham (Budapest) y Ramon Marim¨®n (Barcelona), coordinador de Ademu.
No se basa en contratos de rescate de duraci¨®n limitada y por tanto asediante (de siete o diez a?os, como los que firma el FMI con los pa¨ªses necesitados de ayuda), sino de muy largo plazo, tras una auditor¨ªa sobre los riesgos que exhibe el pa¨ªs afectado. Con el objeto de ¡°construir confianza, en vez de desencadenar estigma y resentimiento¡±.
No para purgar los pecados
La piedra angular de ese contrato es una nueva condicionalidad. Diferente de la que impon¨ªa el FMI a los pa¨ªses latinoamericanos o asi¨¢ticos, o la que aplic¨® el fondo de rescate comunitario o Mecanismo de Estabilidad Europeo (MEDE) en Irlanda o Grecia. Ambas tend¨ªan a una gran dureza austeritaria, como una purga contra los presuntos pecados gastadores del deudor excesivo.
Se implantaba ex-ante (con car¨¢cter previo a la concesi¨®n del apoyo, a veces de cada tramo), de manera que la poblaci¨®n beneficiada tend¨ªa a sentirse violentada por la imposici¨®n ajena de una receta muy concreta, que no hab¨ªa contribuido a fraguar.
Los expertos de Ademu propugnan, por el contrario, que las condiciones partan de las propuestas del afectado, para que las interiorice (ostente su ownership, su propiedad); y que se materialicen tiempo despu¨¦s de iniciado el contrato, ex-post y a lo largo de un largo plazo (en torno a los 30 a?os). Y con flexibilidad, de forma que si la econom¨ªa del necesitado mejora antes de lo previsto repague el pr¨¦stamo tambi¨¦n antes, como ha intentado Espa?a en siete ocasiones con el pr¨¦stamo europeo del rescate bancario, sin conseguirlo.
No se trata de perdonar deudas gratis, sino de ayudas, siempre vinculadas a su repago. ¡°No te perdono, pero te ayudo, pero no gratis¡±, resumi¨® el profesor Giancarlo Corsetti.
La duda surge sobre si el pa¨ªs ayudado ser¨¢ responsable ante su devoluci¨®n: ¡°Hasta ahora hemos visto los efectos no siempre positivos ni efectivos de las sanciones o la amenaza de sanciones; nosotros creemos m¨¢s en la eficacia de las zanahorias¡±, porque lo que se juegan no es un palo en los nudillos sino su prestigio y su futuro ante los mercados, razon¨® Marim¨®n.
La filosof¨ªa de incentivar m¨¢s que de castigar vale tambi¨¦n para los pa¨ªses pr¨®speros o superavitarios que tienen tambi¨¦n dificultades, pero inversas a las de los vulnerables y deficitarios.
Porque el planteamiento huye de las ¡ªya consagradas como perversas¡ª transferencias permanentes de ricos a pobres. Los mejor colocados tambi¨¦n pueden sufrir ma?ana crisis o choques asim¨¦tricos, y el FEE, que en ¨¦poca de bonanza podr¨¢ nutrirse de sus aportaciones, tendr¨¢ entonces que rascarse el bolsillo para sostenerlos.
El FEE deber¨ªa en este ¨¢mbito vincularse al Procedimiento de Desequilibrios Macro (PDM, de 2011). Este persigue te¨®ricamente ¡ªpero pr¨¢cticamente jam¨¢s sanciona¡ª a quienes como Alemania ostentan super¨¢vits (comerciales o fiscales) excesivos: no por su ¨¦xito, sino por no aplicarlos a multiplicar el crecimiento econ¨®mico dom¨¦stico y en consecuencia de la eurozona.
Pues bien, la ausencia de sanci¨®n ¡°perjudica la credibilidad¡± del mecanismo. Y otra vez la zanahoria resolver¨ªa el dilema: esos pa¨ªses podr¨ªan ¡°contribuir al fondo con parte de lo que les corresponder¨ªa como multa te¨®rica¡±, defiende Ademu. Y en coyunturas d¨¦biles podr¨ªan aprovecharse, ellos tambi¨¦n de las reservas que acumularon como hormigas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.