El Banco de Espa?a advierte de que la desigualdad se ceba con mujeres y j¨®venes
Las diferencias en renta per c¨¢pita en el conjunto de la poblaci¨®n se reducen solo de forma "moderada" en la fase inicial de la recuperaci¨®n, reconoce el organismo
El Banco de Espa?a se?ala en un informe publicado este lunes que la desigualdad por renta en Espa?a es una de las mayores de la UE. Este fen¨®meno se ha agravado con la crisis y se debe sobre todo a la p¨¦rdida de empleo. Pero tambi¨¦n sucede porque los contratados temporales y a tiempo parcial trabajan menos horas, en especial j¨®venes y con poca antig¨¹edad en la empresa. Las mujeres la sufren con m¨¢s virulencia en los salarios que cobran por hora. E incluso si los impuestos corrigen algo la desigualdad, lo hacen menos que en el resto de Europa. Los datos mejoran cuando se toma el conjunto del hogar, ya que las familias espa?olas se agrupan m¨¢s, tienen los ingresos de los pensionistas y m¨¢s econom¨ªas de escala. En cambio, los espa?oles padecen menos desigualdad de patrimonio, gracias a su apuesta generalizada por la vivienda en propiedad. Entre 2014 y 2016, las diferencias por renta per c¨¢pita han descendido de forma solo "moderada". Estas son las principales conclusiones del estudio sobre desigualdad publicado por el organismo supervisor.
Bajo el t¨ªtulo La desigualdad de la renta, el consumo y la riqueza en Espa?a, el documento publicado por el supervisor subraya que Espa?a presenta una desigualdad "alta" en renta per c¨¢pita y que durante la recuperaci¨®n esta solo ha experimentado una reducci¨®n "moderada", si bien todav¨ªa insiste en que se trata de "una fase inicial" de la recuperaci¨®n al cubrir solo hasta el a?o 2016. A partir de ah¨ª el Banco de Espa?a espera que esta mejore en los siguientes a?os conforme crece la creaci¨®n de empleo.
No obstante, el informe va mucho m¨¢s all¨¢ y con una pl¨¦tora de cifras dibuja un escenario de desigualdad muy complejo y lleno de matices. Si se observa solo la brecha en salario por hora, entonces Espa?a se encuentra en la media de la UE, mejor que Portugal, Irlanda, Alemania o Reino Unido pero peor que Francia, B¨¦lgica y los pa¨ªses n¨®rdicos. "Existen diferencias salariales significativas por g¨¦nero, edad, nivel educativo y antig¨¹edad, si bien no son particularmente elevadas en relaci¨®n con otros pa¨ªses", reza el documento.
Es decir, entre los que menos ganan por hora se hallan las mujeres, los poco formados, los j¨®venes y los de menor antig¨¹edad en la empresa. Respecto a la brecha de g¨¦nero, el organismo supervisor proporciona un dato harto revelador: en el 10% que menos cobra por hora el 63% son mujeres, a pesar de que en el total de los asalariados representan el 48%. Se trata del grupo que menos ingresa por hora con una media ligeramente por debajo de los 6 euros.
Menos horas trabajadas
Ahora bien, aunque la desigualdad por hora trabajada no dista de la media europea, la cosa cambia mucho una vez se tiene en cuenta adem¨¢s el n¨²mero de horas trabajadas. En ese caso las brechas salariales se ampl¨ªan bastante. Y tambi¨¦n empeoran sustancialmente en comparaci¨®n con la UE. Seg¨²n el informe, el motivo reside en que en Espa?a los colectivos con sueldos bajos tienen una jornada laboral menor. "La ratio de contratos a tiempo parcial es del 36,5% en las mujeres, del 38,6% en los j¨®venes, del 34% entre los menos formados y del 41% en los nuevos entrantes al mercado laboral", dice el Banco de Espa?a.
Adem¨¢s, los j¨®venes y los nuevos entrantes al mercado laboral suelen trabajar menos d¨ªas debido a su elevada temporalidad. En cuanto al n¨²mero de jornadas trabajadas, "no hay diferencias sustanciales entre hombres y mujeres y entre personas de diferentes niveles educativos (...), s¨ª que se encuentran diferencias significativas por edad y antig¨¹edad", se?ala el estudio. Y a?ade que justo la temporalidad explica que los j¨®venes y los de menor antig¨¹edad elevaran su peso dentro del colectivo de menos recursos entre 2004 y 2014.
Un problema persistente y entre los peores de la UE
El Banco de Espa?a tambi¨¦n destaca que desde 2014 las horas por trabajador se han recuperado m¨¢s lentas que el empleo, lo que "plantea dudas sobre si la mayor parcialidad, las menores horas trabajadas y el mayor tiempo en el desempleo van a presentar un componente persistente m¨¢s all¨¢ de la crisis, que podr¨ªa condicionar la evoluci¨®n de la desigualdad en el futuro", advierte. Pa¨ªses como Alemania, Holanda, Reino Unido y Austria sufren un problema similar al registrar tambi¨¦n tambi¨¦n m¨¢s contratos de corta duraci¨®n y pocas horas en colectivos con salarios bajos.
Cuando se toma la renta bruta per c¨¢pita, la desigualdad se agranda todav¨ªa m¨¢s. En esta medici¨®n no solo se considera a los que est¨¢n trabajando. Tambi¨¦n a los que no. Y eso deja a Espa?a entre los peores en desigualdad del r¨¢nking comunitario debido a la enorme tasa de paro, siempre muy por encima de Europa incluso cuando se viv¨ªan ¨¦pocas de bonanza. Aparte de los salarios, para este c¨¢lculo se cogen las rentas del autoempleo, de las tenencias de activos, de las pensiones, de las prestaciones de desempleo y otras transferencias.
El colch¨®n de las familias
Dicho esto, esa elevada desigualdad se mitiga algo gracias a las familias. No tanto por la pareja, ya que esta suele poseer un nivel de formaci¨®n similar y, en consecuencia, resulta elevada la probabilidad de que si uno est¨¢ en paro tambi¨¦n lo est¨¦ el otro, afirma el informe. M¨¢s bien se debe al agrupamiento familiar, que permite buscar m¨¢s rentas y conseguir econom¨ªas de escala como, por ejemplo, pagar menos por la vivienda. Por un lado, los mayores tienden a vivir en la unidad familiar y no en una residencia, lo que hace que se incorpore a los ingresos familiares la pensi¨®n, una prestaci¨®n que, seg¨²n el banco, es adem¨¢s generosa respecto al salario medio y, por tanto, contribuye a¨²n m¨¢s a paliar la desigualdad. Seg¨²n datos del estudio, en 2014 m¨¢s del 40% de las rentas del 10% m¨¢s pobre se correspond¨ªa con pensiones y prestaciones de desempleo. Por otro lado, en tanto que permanecen con contratos temporales, los j¨®venes tardan m¨¢s en emanciparse, alimentando las econom¨ªas de escala.
La vivienda ayuda, los impuestos poco
Y la tenencia de vivienda tambi¨¦n ayuda. De acuerdo con los c¨¢lculos de la entidad, la desigualdad disminuye si se tiene en cuenta que con la casa en propiedad se est¨¢ dejando de abonar un alquiler. En el 10% con los ingresos m¨¢s bajos, el 61% de los hogares disponen de vivienda en propiedad. "Sus rentas aumentan de forma considerable al a?adir este flujo impl¨ªcito", resalta el Banco de Espa?a.
Aunque el IRPF y las cotizaciones reducen la desigualdad al elevarse su tributaci¨®n en funci¨®n de la renta, el efecto corrector se antoja ligeramente menor que en otros pa¨ªses. De ah¨ª que a escala europea Espa?a empeore en sus posiciones incluso un poco m¨¢s tras el pago de impuestos.
En t¨¦rminos de bienestar de los individuos, el consumo puede ser la variable m¨¢s relevante, apunta el Banco de Espa?a. En el consumo no s¨®lo intervienen la evoluci¨®n esperada de las rentas y la incertidumbre. Tambi¨¦n la riqueza acumulada, la financiaci¨®n, el momento del ciclo vital o el acceso a bienes p¨²blico o subsidiados como la sanidad o la educaci¨®n. Por eso, la desigualdad de consumo se corrige bastante. Incluso as¨ª, la mayor desigualdad en el consumo se ha apreciado en las compras de bienes duraderos como electrodom¨¦sticos o autom¨®viles: la mitad de hogares con menores rentas retras¨® durante la recesi¨®n este tipo de adquisiciones.
Riqueza y mejora con la recuperaci¨®n?
Los ciudadanos con mayores ingresos ahorran m¨¢s en productos financieros. Y estos han experimentado una fuerte subida desde la intervenci¨®n de los bancos centrales. As¨ª que la desigualdad en patrimonio o riqueza ha aumentado. Sin embargo, la elevada tasa de vivienda en propiedad incluso en rentas bajas hace que los espa?oles arrojen un grado de desigualdad en riqueza "reducido" en comparaci¨®n con otros pa¨ªses, explica el supervisor.
En definitiva, "a diferencia de otras econom¨ªas avanzadas, Espa?a no present¨® en las ¨²ltimas d¨¦cadas un incremento sostenido de la desigualdad de ingresos salariales, renta o riqueza", sostiene. Sin embargo, entre 2008 y 2014 las diferencias se ampliaron en ingresos salariales, renta per c¨¢pita y riqueza. Por el contrario, el incremento fue m¨¢s limitado en salarios por hora, en renta total incluyendo la familia y en consumo. Con la recuperaci¨®n, "la ca¨ªda del paro habr¨ªa permitido una reducci¨®n de la desigualdad de rentas salariales y per c¨¢pita", dice. Sin embargo, esta ser¨ªa "de forma m¨¢s limitada" en la renta per c¨¢pita. Por dos motivos: debido a que la disminuci¨®n del desempleo ha sido m¨¢s lenta entre los trabajadores poco formados, y a que "la mayor precariedad de los puestos de trabajo en la parte baja de la distribuci¨®n favorece una menor ca¨ªda de los indicadores de desigualdad", concluye. Sorprendentemente, la desigualdad de las familias m¨¢s pobres ha recobrado los niveles previos a la crisis por el agrupamiento familiar, una mejora que no se percibe igual en las rentas medias.?
Un fen¨®meno global
El Banco de Espa?a recuerda que la desigualdad genera conflictividad y resulta perjudicial. En el contexto internacional, el organismo explica que los cambios tecnol¨®gicos y la globalizaci¨®n est¨¢n beneficiando a los trabajadores cualificados pero a la vez perjudicando a los poco formados, cuyos puestos pueden a menudo deslocalizarse. Todo ello ha provocado que la desigualdad global caiga al tiempo que aumenta dentro de los pa¨ªses. Adem¨¢s, la concentraci¨®n empresarial que crea la globalizaci¨®n puede restar competencia y poder de negociaci¨®n a los trabajadores.
"En paralelo, se ha producido una mayor concentraci¨®n de la riqueza en las ¨²ltimas d¨¦cadas", destaca. Hasta el punto que en pa¨ªses como Estados Unidos, Francia o Reino Unido, el 1% m¨¢s rico posee m¨¢s del 50% de la riqueza total de los hogares.
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