El BCE cumple 20 a?os: las dudas en Italia amargan el aniversario del organismo que salv¨® el euro
El BCE desempe?¨® un papel esencial para evitar la ruptura de la uni¨®n monetaria. Ahora, cuando las tensiones en el sur de Europa amenazan con reavivar la crisis, cumple 20 a?os
Ram¨®n G¨®mez-Salvador es de los que en el Banco Central Europeo (BCE) llaman pioneros, aquellos hombres y mujeres que a finales de los noventa se trasladaron a Fr¨¢ncfort para trabajar en lo que deb¨ªa sustituir al Instituto Monetario Europeo. Nac¨ªa entonces un organismo peque?o ¡ª¡°Nos conoc¨ªamos todos. ?ramos casi como una gran familia¡±, recuerda este economista espa?ol¡ª que de unos pocos cientos de trabajadores para 11 pa¨ªses ha devenido en un gigante que fija la pol¨ªtica monetaria de 19 Estados, cuenta con m¨¢s de 3.000 empleados y que ha ido asumiendo nuevas funciones, como hizo en 2014 con la supervisi¨®n bancaria.
¡°Aqu¨ª vemos a Draghi casi como a un ¨ªdolo¡±, dice un veterano empleado
El BCE cumple hoy, 1 de junio, 20 a?os en los que se ha consolidado como la instituci¨®n europea con m¨¢s poder efectivo. Pero lejos de las fanfarrias, este aniversario se ve empa?ado por las tormentas financieras fruto de la inestabilidad pol¨ªtica en Italia, unas turbulencias que amenazan con retrotraer al organismo a los peores momentos de la crisis del euro, que coinciden exactamente con sus peores d¨ªas. Adem¨¢s, hoy viernes tambi¨¦n toma posesi¨®n como vicepresidente del organismo el exministro espa?ol Luis de Guindos.
En este camino, sus tres presidentes han desempe?ado un papel fundamental. Pero quien lo ha marcado quiz¨¢s para siempre ha sido el ¨²ltimo, el italiano Mario Draghi. ¡°Aqu¨ª los trabajadores lo tienen casi como a un ¨ªdolo¡±, asegura G¨®mez-Salvador. Mientras que su antecesor, el omnipresente Jean-Claude Trichet, quer¨ªa ocuparse de todo, Draghi se ha concentrado estos a?os en un ¨²nico asunto. ¡°Hab¨ªa un l¨ªo muy gordo y ¨¦l se ha ocupado solo de eso¡±, concluye G¨®mez Salvador, responsable de Internacional, en la gigantesca torre de Fr¨¢ncfort que desde 2014 es la sede del Eurobanco.
Ese ¡°l¨ªo muy gordo¡± del que habla G¨®mez-Salvador es, obviamente, la crisis que lleg¨® a Europa en 2008 de la mano de unas desconocidas hipotecas estadounidenses y que a¨²n no se ha evaporado del todo. Con sus baj¨ªsimos tipos de inter¨¦s ¡ªcuando en octubre de 2019 se vaya, es muy posible que los tipos se habr¨¢n mantenido entre el 0% y el 0,25% seis de sus ocho a?os en el cargo¡ª; con sus bombas nucleares en forma de programas de liquidez con nombres imposibles ¡ªTLTRO, OMT, APP...¡ª y, quiz¨¢s por encima de todo, con su famos¨ªsima frase de que har¨ªa ¡°todo lo necesario¡± para preservar el euro, pronunciada en Londres en julio de 2012, Draghi evit¨® lo que en algunos momentos lleg¨® a parecer irremediable: la salida de un pa¨ªs de la uni¨®n monetaria y, por lo tanto, el fin del mito de la irreversibilidad del euro.
Pol¨¦mica gesti¨®n
Los ¡®halcones¡¯ acusan al BCE de haberse excedido en sus funciones
Las alabanzas a la gesti¨®n de Draghi no son, sin embargo, un¨¢nimes. Frente a los que valoran su capacidad para frenar una din¨¢mica que pod¨ªa llevar a la bancarrota de los pa¨ªses del sur, los m¨¢s ortodoxos culpan al BCE de haber ido m¨¢s all¨¢ de lo que le permit¨ªa su mandato, centrado en la estabilidad de precios. Es el caso de Otmar Issing, economista jefe del BCE entre 1998 y 2006, que en una entrevista con el Handelsblatt dec¨ªa que en mayo de 2010, al aprobarse un programa masivo de compra de bonos de pa¨ªses con problemas, se financi¨® a los Estados, algo que proh¨ªben taxativamente los tratados europeos. ¡°Se trat¨® de operaciones de rescate fiscales que deber¨ªan haber sido aprobadas en su caso por los Gobiernos, no por el BCE¡±, asiente en un correo electr¨®nico Clement Fuest, presidente del instituto econ¨®mico alem¨¢n Ifo, representante de las tesis de los halcones en pol¨ªtica monetaria.
Le contradice sin embargo el tambi¨¦n alem¨¢n Guntram Wolff, del think-tank Bruegel: ¡°Sin sus acciones, los problemas habr¨ªan sido mucho mayores¡±, asegura. Es imposible saber que habr¨ªa pasado si se hubieran dado otras circunstancias, pero muchos economistas sostienen que sin sus m¨¢gicas palabras ¡ª¡°Whatever it takes¡± en su versi¨®n original en ingl¨¦s¡ª, la uni¨®n monetaria hoy no existir¨ªa en su forma actual. ¡°?l salv¨® al euro¡±, resume Raymond Torres, director de Coyuntura y Econom¨ªa Internacional de Funcas.
M¨¢s importante que especular sobre el pasado son las incertidumbres sobre el presente. Y ahora todos miran a Italia. ¡°Las subidas de rentabilidad de la deuda de estos d¨ªas han sido m¨¢s fuertes que en la crisis de 2011-2012¡±, alerta Wolff. El presidente del Ifo a?ade que esta crisis tiene una diferencia respecto a la de hace cinco a?os: ha sido originada por un posible Gobierno en la tercera econom¨ªa del euro que se niega a respetar los acuerdos europeos. ¡°En este caso, el BCE poco puede hacer. Intervenir equivaldr¨ªa a premiar a los populistas que ponen el euro en peligro¡±, a?ade Fuest.
Pero lo que de verdad muestran las renovadas tensiones en el sur de Europa ¡ªno solo en Italia: tambi¨¦n Espa?a y Portugal¡ª es que los fallos en la arquitectura del euro no est¨¢n a¨²n solucionados. ?Vuelve entonces la idea de que el euro puede romperse? ¡°Se est¨¢ revelando el desacuerdo entre los pa¨ªses en temas tan importantes como la uni¨®n bancaria. Pero creo que, llegado el momento, al final pesar¨¢ m¨¢s en los Gobiernos la importancia de mantener el euro unido¡±, concluye Torres.
Una larga lista de retos para el sucesor de Draghi
Uno de los grandes retos del BCE de estos a?os, recuerda Eva Murciano, su responsable de Recursos Humanos, fue integrar de la noche a la ma?ana a m¨¢s de mil empleados por las nuevas tareas de supervisi¨®n bancaria. Y ahora, asegura esta veterana espa?ola en el Eurobanco, centran sus esfuerzos en feminizar la plantilla, sobre todo en puestos directivos. ¡°Muchas mujeres cualificadas no quieren trasladarse aqu¨ª. Competimos adem¨¢s con organismos internacionales que tambi¨¦n buscan diversidad de g¨¦nero¡±, aseguraba el lunes en Fr¨¢ncfort, en un seminario al que el BCE invit¨® a EL PA?S.
Pero al margen de la pol¨ªtica de personal, el hombre o la mujer que el 1 de noviembre de 2019 sustituya a Mario Draghi ¡ªlos mejor situados parecen el alem¨¢n Jens Weidmann y el franc¨¦s Fran?ois Villeroy de Galhau¡ª deber¨¢ hacer frente a un sinf¨ªn de retos. El primero, c¨®mo volver a la normalidad monetaria sin causar ning¨²n destrozo. Adem¨¢s, la reforma de la uni¨®n monetaria permanece como la gran asignatura pendiente. ¡°Lo m¨¢s importante ser¨¢ fortalecer la gobernanza de la zona euro y completar la uni¨®n bancaria¡±, asegura Raymond Torres, de Funcas. Pero, por encima de todo, lo m¨¢s urgente es que la situaci¨®n en Italia no se agrave. Ese es, por ahora, el gran quebradero de cabeza en Fr¨¢ncfort.
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