Aire acondicionado, ?un objeto de lujo?
El gas m¨¢s habitual en los equipos de climatizaci¨®n dom¨¦sticos ha incrementado su precio
Si hace 15 o 20 a?os la mayor parte de la poblaci¨®n posiblemente considerar¨ªa que disponer de aire acondicionado en su vivienda era un lujo, el progreso de la sociedad, la evoluci¨®n tecnol¨®gica y los nuevos h¨¢bitos de vida han hecho que, hoy, la mayor¨ªa de los ciudadanos considere el aire acondicionado un elemento imprescindible para el adecuado confort de sus viviendas.
Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os se ha venido poniendo especial ¨¦nfasis en que los continuos incrementos en el precio de la energ¨ªa el¨¦ctrica han provocado que los usuarios no pudiesen utilizar los equipos a causa de la pobreza energ¨¦tica.
Pues bien, cuando la tan cacareada ¡°recuperaci¨®n econ¨®mica¡± parece haber alejado el fantasma de la pobreza energ¨¦tica de muchos hogares, un nuevo elemento viene a provocar que el aire acondicionado pueda llegar a convertirse nuevamente en un art¨ªculo de lujo. Nos referimos a los desmesurados incrementos de precio que se han producido en los gases refrigerantes en los ¨²ltimos a?os y, de manera desorbitada, en este 2018.
En el a?o 2014, el Gobierno puso en marcha un nuevo tributo ¡°impuesto sobre los gases fluorados de efecto invernadero¡± que ha venido a gravar la mayor parte de los gases refrigerantes utilizados habitualmente en los equipos de climatizaci¨®n o refrigeraci¨®n.
Si bien se previ¨® una aplicaci¨®n progresiva a lo largo de tres a?os, y pese a una breve moratoria provocada por la crisis econ¨®mica, desde 2017 el impuesto se aplica de manera plena, lo que ha motivado un incremento del precio el gas que, en ocasiones, ha superado el 50% de su precio base.
A esta situaci¨®n, se ha venido a sumar una nueva circunstancia, derivada en este caso de la aplicaci¨®n de una normativa medioambiental europea, por la que, de manera progresiva, se est¨¢ restringiendo el uso de los gases m¨¢s habituales utilizados en los equipos de climatizaci¨®n y refrigeraci¨®n.
Durante este a?o se ha producido una reducci¨®n del 30% de las cuotas de puesta en mercado de los gases m¨¢s habituales, y dicha circunstancia se ir¨¢ agravando progresivamente en los pr¨®ximos a?os.
Por otra parte, la vigente normativa espa?ola mantiene importantes trabas a la utilizaci¨®n de los nuevos gases -m¨¢s respetuosos con el medio ambiente- que vienen a reemplazar aquellos.
Este conjunto de circunstancias ha venido a provocar la ¡°tormenta perfecta¡±, de manera que el gas m¨¢s habitual en los equipos de climatizaci¨®n dom¨¦sticos (R-410A) ha incrementado su precio, en algunos casos, hasta multiplicar por cuatro o por ocho su valor de hace apenas dos a?os. ?Las causas? Su creciente escasez y no ser f¨¢cilmente sustituible por gases alternativos como el R-32 ¨C al menos hasta que se apruebe la modificaci¨®n del Reglamento de Seguridad para Instalaciones Frigor¨ªficas (RSIF), que no se prev¨¦ antes de final de a?o o principios del pr¨®ximo y cuyo borrador contempla como fecha de entrada en vigor julio de 2019 ¨C.
Por todo ello, hace meses que desde Agremia venimos reclamando a la Administraci¨®n que agilice los tr¨¢mites para que sea posible la utilizaci¨®n de equipos basados en nuevos gases como el R-32, ya que son mucho m¨¢s respetuosos con el medio ambiente y tienen un precio muy inferior.
Entre tanto, para aquel que tenga que instalar un nuevo equipo o reparar su actual instalaci¨®n, el aire acondicionado seguir¨¢ siendo un art¨ªculo de lujo.
Miguel ?ngel Sagredo, asesor jur¨ªdico de Agremia (Asociaci¨®n de Empresas del Sector de las Instalaciones y la Energ¨ªa)
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