Demasiado trabajo que no se paga

Seg¨²n los datos de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA) que realiza el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), en el primer trimestre de este a?o se realizaron 6,4 millones de horas extraordinarias a la semana. Y de ¨¦stas, 2.838.000 (un 44% del total) no se pagaron ni se compensaron de ninguna manera. Seg¨²n Eurostat, el sueldo medio por hora de cada trabajador espa?ol es de 21,20 euros, por lo que se dejaron de abonar m¨¢s de 60 millones de euros en salarios a la semana.

Ha habido momentos en los que este porcentaje ha sido mayor. De 2012 a 2017, las horas extra impagadas superaron a las compensadas de acuerdo con la ley. Y aunque en el ¨²ltimo a?o y medio esta tendencia se ha revertido, la cantidad de trabajo fuera de horario que no se paga sigue siendo estable. "No son horas regaladas al empresario, son trabajos forzados", denuncia Luis Zarapuz, economista del gabinete t¨¦cnico de Comisiones Obreras. "No son casos aislados; es una evidencia estad¨ªstica de que las empresas prolongan la jornada de manera irregular".

"Es un robo a manos llenas a los trabajadores", denuncia Gonzalo Pino, secretario de Pol¨ªtica Sindical de UGT, a?adiendo que no son solo los asalariados los que salen perdiendo, sino a toda la sociedad, dado que estas horas tampoco se cotizan a la Seguridad Social, ni tributan a la Hacienda p¨²blica. "La crisis ha creado un ambiente de miedo que hace aceptar a los trabajadores condiciones casi esclavistas".

Pero para Jordi Garc¨ªa Vi?a, director de Relaciones Laborales de la CEOE, hay que tomar cierta distancia de los datos del INE. "No dejan de ser una encuesta", explica, "por lo que no tienen una fiabilidad total". Para la patronal las horas extras impagadas no suponen un problema ni tan grave ni tan generalizado como denuncian los sindicatos. "Seg¨²n la memoria de la Inspecci¨®n de Trabajo tampoco son tantas", explica Garc¨ªa. Seg¨²n el representante de los empresarios no habr¨ªa horas impagadas "m¨¢s all¨¢ de peque?as bolsas", debido a su car¨¢cter ilegal y a que est¨¢n convencidos de que ¨¦stas "no se pueden imponer y los trabajadores suelen aceptar hacer m¨¢s horas porque van a cobrar m¨¢s".

Ferm¨ªn Y¨¦benes, portavoz de la Uni¨®n Progresista de Inspectores de Trabajo (UPIT), cree que la patronal hace "un ejercicio de cinismo" al usar los datos de la Inspecci¨®n. Porque, aunque el Estatuto de los Trabajadores regule y limite las horas extraordinarias en su art¨ªculo 35, el art¨ªculo 34 ¡ªque legisla la jornada laboral¡ª no establece la obligaci¨®n legal de registrar la duraci¨®n de las horas de trabajo. Por tanto, los inspectores de Trabajo no pueden demostrar que se trabaje fuera de horario de manera generalizada, m¨¢s all¨¢ de lo que puedan observar haciendo visitas puntuales. Y¨¦benes afirma que todos los inspectores de trabajo creen en la conveniencia de que la ley establezca "un registro obligatorio, fiable, indubitado y com¨²n a todas las empresas", como lectores de huellas dactilares, que permitan registrar de manera efectiva las horas trabajadas.

Para el portavoz de los inspectores, la legislaci¨®n actual no permite perseguir esta pr¨¢ctica y obliga al trabajador a realizar reiteradas denuncias, que a su vez le exponen a represalias y al despido. "Hay empresas que usan tarjetas magn¨¦ticas o lectores de huellas para todo, hasta para ir al servicio", explica Y¨¦benes; "y sin embargo estas mismas empresas te dicen que no registran las horas trabajadas porque la ley no las obliga".

Para Luis Zarapuz, de CC OO, si estas horas de m¨¢s se cubriesen de acuerdo a la ley, no s¨®lo los trabajadores percibir¨ªan m¨¢s dinero, sino que se podr¨ªan crear 156.000 empleos a tiempo completo. Mart¨ªn es m¨¢s esc¨¦ptico. "Son horas muy poco productivas, que el empresario impone por mala organizaci¨®n del trabajo, por abaratar proyectos o para ahorrar inversiones; los m¨¢rgenes no dan para crear tantos puestos de trabajo".

Todos los expertos consultados, salvo la CEOE, coinciden en que estos millones de horas ilegales son espec¨ªficos de la cultura empresarial espa?ola. Para Pino, de UGT, se debe a la baja preparaci¨®n de los empresarios espa?oles y a la impunidad. Y Mart¨ªn a?ade: "aparte de que no est¨¦ tan mal visto c¨®mo en pa¨ªses del norte de Europa, tambi¨¦n ejemplifica los s¨ªntomas de econom¨ªas poco productivas como la nuestra: presencialismo, falta de inversi¨®n en capital que haga m¨¢s eficiente el trabajo, abaratamiento del trabajo y mala organizaci¨®n interna".

Mart¨ªn no cree que el registro obligatorio vaya a solucionar este problema. "Es regular una econom¨ªa de servicios del siglo XXI con normas de una econom¨ªa industrial del siglo XX". Jordi Garc¨ªa Vi?a, de la CEOE, est¨¢ parcialmente de acuerdo con la ineficiencia de "fichar" y a?ade que "no fichar beneficia m¨¢s al trabajador que al empresario, porque ¨¦ste no puede controlar sus horas de trabajo, ni si llega puntual":

Sin embargo, sindicatos e inspectores de trabajo creen que el registro obligatorio es imprescindible para acabar con la impunidad, que, seg¨²n ellos, ha convertido el impago de horas extra en un problema estructural. "Si un empresario puede probar que paga ense?ando la n¨®mina firmada", plantea Y¨¦benes, "?por qu¨¦ un trabajador no puede demostrar el n¨²mero de horas que trabaja?"