La iglesia restaurada que alumbra m¨¢s de un negocio

Puede decirse que todo comenz¨® con la restauraci¨®n de la iglesia de San Mam¨¦s, en el pueblo hom¨®nimo del municipio c¨¢ntabro de Polaciones, entre 2009 y 2010. El templo, que data de 1798, era de lo mejorcito que quedaba por esa zona tan entrada del valle del Nansa y fue el que la Fundaci¨®n Bot¨ªn, organizadora del viaje para varios medios de comunicaci¨®n (entre ellos EL PA?S) eligi¨® para poner algo as¨ª como la piedra fundacional de un proyecto que, mediante la recuperaci¨®n del patrimonio hist¨®rico y art¨ªstico, busca generar actividad econ¨®mica en zonas rurales con poco que hacer y menos en lo que creer. Estas iniciativas nunca tienen un ¨²nico kil¨®metro cero, hubo acciones que antecedieron a la obra en la iglesia, pero es grato pensar que todo comenz¨® en San Mam¨¦s.

Al menos as¨ª lo parece cuando Mar¨ªa Bulnes o Susana Pacheco cuentan sus historias. Las dos se han beneficiado del efecto domin¨® de la rehabilitaci¨®n del patrimonio y la pertenencia al programa de apoyo al emprendimiento de la Fundaci¨®n. Bulnes fund¨® junto a una socia la empresa La Hila, dedicada a la artesan¨ªa textil y a la formaci¨®n ¡ªsobre todo de mujeres¡ª en el valle. "La rehabilitaci¨®n del templo revitaliz¨® al pueblo. Provoc¨® que la gente arreglase sus casas y atrajo a turistas y a nuevos residentes, aunque la mayor¨ªa sean de verano. Puede decirse que reestructur¨® socialmente a un pueblo donde solo hab¨ªa trabajo para los ganaderos", reflexiona Bulnes. En un buen a?o, La Hila factura unos 20.000 euros entre lo que produce y lo que ense?a.

Sentada frente a Mar¨ªa Bulnes, Susana Pacheco asiente. Ella, trabajadora aut¨®noma desde 2016, se dedica a organizar viajes para conocer y vivir el valle. Incluye excursiones pero tambi¨¦n visitas a productores y artesanos locales. "Me gusta ofrecer experiencias vinculadas al territorio del Nansa, desde sus rincones naturales a la comida y las profesiones locales, como la de cantero", explica esta exprofesora de Geograf¨ªa de la Universidad de Cantabria. La empresa de Pacheco, Nansanatural, atrajo a 50 clientes en 2017 y su meta es llegar a 200 anuales. Con esa cifra calcula que la empresa vivir¨¢ y dejar¨¢ vivir.

No es f¨¢cil sacar adelante como aut¨®nomo en el valle del Nansa. A pesar de que poco m¨¢s de 100 kil¨®metros separan Polaciones de Santander, la afluencia de los pocos turistas que buscan algo m¨¢s que sol y playa se detiene a la entrada del valle, por donde la cueva de El Soplao. Pocos todav¨ªa se aventuran m¨¢s all¨¢.

Los que lo hacen pueden llegar a toparse con la panader¨ªa de Marta G¨®mez Cos¨ªo en Puentenansa, la capital del municipio de Rionansa. G¨®mez es una de las veteranas participantes en los proyectos de emprendimiento de la fundaci¨®n y es una trabajadora incansable. "Llevo cuatro a?os sin vacaciones y mi hija adolescente lleva meses sin librar los fines de semana para ayudar en la tienda", dice con naturalidad. Abri¨® Panansa hace siete a?os y hace tres la ampli¨® y reform¨® completamente. Contrat¨® a una decoradora de Santander y el local no tiene nada que envidiarle a la cafeter¨ªa-panader¨ªa m¨¢s cool de Madrid o Barcelona. Su local es un lugar de encuentro, sobre todo para las mujeres, en un pueblo donde los bares funcionan como clubes para ganaderos. Mar¨ªa G¨®mez tambi¨¦n reparte el pan en la zona con dos furgonetas y es ch¨®fer de su propio taxi, el ¨²nico del pueblo, que tanto lleva a alguien al m¨¦dico como reparte cada ma?ana a los ni?os que necesitan acudir a escuelas cercanas. Emplea a siete personas , pero parece que todo lo hace ella sola. Es reacia a hablar de cuentas, como la mayor¨ªa de los emprendedores, pero calcula que factura unos 300.000 euros anuales.

La historia de las tres emprendedoras est¨¢ ligada al proyecto de apoyo empresarial de la Fundaci¨®n Bot¨ªn, pero el impacto del asesoramiento y la asistencia que les da la entidad probablemente ser¨ªa mucho menor sin ese peque?o revulsivo que es para una zona rural la recuperaci¨®n y mantenimiento de su patrimonio hist¨®rico y cultural. En la zona del valle no solo se ha rehabilitado la iglesia de San Mam¨¦s, sino tambi¨¦n la de Santa Juliana, de finales del siglo XII y principios del XIII, en Lafuente, un pueblo del municipio de Lamas¨®n, que representa la ¨²nica muestra de arte rom¨¢nico de toda la zona del Nansa. En Lafuente ya se han arreglado muchas casas del pueblo y alguna que otra aparece a la venta. "El desaf¨ªo es que ese primer impulso inmobiliario d¨¦ paso a otras actividades econ¨®micas", comenta Javier Garc¨ªa Ca?ete, director del ¨¢rea de Educaci¨®n y del Observatorio de Tendencias de la Fundaci¨®n Bot¨ªn.

Es dif¨ªcil cuantificar el impacto econ¨®mico de las inversiones ligadas a la herencia hist¨®rica, pero un estudio hecho por la Asociaci¨®n de Entidades de Patrimonio Cultural hecho sobre este tema en Castilla y Le¨®n ¡ªuna de las comunidades m¨¢s activas en este terreno y sobre todo gracias a la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa La Real¡ª cifra en 50.930 millones de euros la demanda de cultura en Espa?a, lo que representa el 4,84% del PIB nacional. En toda la UE, esas actividades producen unos ingresos aproximados de 350.000 millones de euros anuales, mientras que crean ocho millones de empleos (306.000 directos y unos 7,8 millones indirectos). Para comparar, la industria del autom¨®vil genera 12 millones de puesto de trabajo con una inversi¨®n muy superior. Y, seg¨²n el Banco Mundial, el beneficio originado por la inversi¨®n en Patrimonio Cultural es un 10% superior al de la construcci¨®n de autopistas y un 14% superior al que resulta de la construcci¨®n de edificios nuevos.