Fuga de cerebros: la generaci¨®n perdida de Grecia
El ¨¦xodo de medio mill¨®n de j¨®venes por la crisis priva a la econom¨ªa helena de un segmento de poblaci¨®n cualificado, vital para su recuperaci¨®n
La pir¨¢mide demogr¨¢fica de Grecia en la ¨²ltima d¨¦cada no est¨¢ hecha s¨®lo de nacimientos y muertes, sino tambi¨¦n de ausencias. Entre 2008 y 2013, 223.000 griegos entre 25 y 39 a?os, licenciados en su mayor¨ªa, huyeron del pa¨ªs por la asfixia a futuro que representaba la peor crisis econ¨®mica en tiempos de paz en Europa. Hasta junio de 2016, eran 427.000. A d¨ªa de hoy se calcula que ha emigrado m¨¢s de medio mill¨®n.
Grecia envejece, y la presi¨®n demogr¨¢fica arroja sombras sobre la recuperaci¨®n econ¨®mica tras ocho a?os de austeridad a martillazos. La poblaci¨®n no ha dejado de contraerse desde 2011 (11,1 millones) hasta los 10,7 millones actuales (y con una previsi¨®n de entre 8,3 y 10 millones para 2050). Hoy el 21% de los griegos tiene m¨¢s de 65 a?os, pero en 2050 ser¨¢n m¨¢s de un tercio. Los tres rescates de la troika han recortado las pensiones una docena de veces, y a¨²n habr¨¢ m¨¢s ajustes en 2019, pero nadie sabe qui¨¦n pagar¨¢ la factura en un contexto adverso: s¨®lo hay 1,3 trabajadores por pensionista, frente a los 2,5 considerados necesarios para asegurar la sostenibilidad del sistema; es decir, 3,6 millones de empleados para 2,8 millones de jubilados.
A una tasa de natalidad del 1,4% se suma la carencia de los mejores cerebros, los m¨¢s j¨®venes, los emprendedores: una generaci¨®n perdida, la de los nacidos en los ochenta y noventa del pasado siglo; un panorama de tierra quemada con un precipicio por delante ¡ªel riesgo de que descarrilen las reformas impuestas por la troika¡ª y muchos vac¨ªos por detr¨¢s. En 2016 la fuga de capital humano le cost¨® al Estado heleno 9.100 millones de euros, los que dej¨® de ingresar en impuestos y contribuciones, frente a los 8.000 millones que hab¨ªa invertido en su formaci¨®n; a la inversa, los expatriados aportaron 12.900 millones al PIB de los pa¨ªses de acogida, seg¨²n la consultora McKinsey Greece & Cyprus.
La di¨¢spora, solo comparable a la que en los a?os cincuenta vaci¨® el pa¨ªs de gente que escapaba de una posguerra de hambre y de odio, no tiene visos de terminar, y son pocos los que se atreven a desandar el camino. Algunos motivos: la falta de meritocracia ¡ªun sistema completamente ajeno a la cultura griega¡ª y una corrupci¨®n end¨¦mica, contra la que de poco han servido las recetas de la troika; el fraude fiscal al por menor, la trampa, el pago en negro, siguen siendo moneda corriente. En una reciente encuesta a expatriados, la crisis econ¨®mica s¨®lo aparece en segundo lugar entre las razones que justifican el brain drain, por detr¨¢s de las dos citadas. El informe, de la consultora ICAP, muestra que la mitad de los encuestados ha trabajado fuera al menos tres a?os y que un tercio no contempla regresar a su pa¨ªs ¡°de forma permanente¡±.
Una nueva di¨¢spora
La plataforma virtual New Diaspora documenta el ¨¦xodo masivo de la Grecia de la crisis. Desde 2013, su creador, el cineasta Nikolaos Stampoulopoulos, ha registrado, primero desde Holanda y luego en Atenas, perfiles y experiencias de casi medio millar de expatriados que forman lo que ¨¦l llama "una naci¨®n sin fronteras". New Diaspora empez¨® como espacio que acog¨ªa relatos autobiogr¨¢ficos, pero enseguida pas¨® a promover actos culturales y empresariales en muchos de los pa¨ªses de acogida y, con el tiempo, se ha convertido en una bit¨¢cora del periplo griego que sirve como material a muchos expertos, como una buena cartograf¨ªa del talento perdido (y recobrado).
Stampoulopoulos y su equipo han rodado tambi¨¦n una serie de documentales que relatan los esfuerzos de los profesionales griegos en el extranjero por contribuir al cambio en su pa¨ªs. As¨ª, el documental Reload Greece retrata c¨®mo se constituy¨®, y qu¨¦ pretende, la plataforma de startups m¨¢s relevante de la di¨¢spora griega. "As¨ª como existen muchas web sobre la di¨¢spora tradicional [la de los que emigraron en el siglo XX], esta es la ¨²nica que registra la actual. Al principio no era m¨¢s que un caj¨®n de historias personales, pero con el tiempo nos hemos convertido en un enlace para los propios emigrados y tambi¨¦n para investigadores, universidades y think tanks. A veces incluso distribuimos encuestas, aumentando exponencialmente el universo de las mismas", dice Stampoulopoulos. "Adem¨¢s de un lugar de encuentro, otro de nuestros objetivos es mostrar una Grecia que se mueve, que hace cosas en el exterior, del arte a la gastronom¨ªa o los negocios; tambi¨¦n queremos romper estereotipos: el del griego ocioso y holgaz¨¢n, tan difundido por muchos medios durante la crisis, y el del extranjero como un para¨ªso donde todo es perfecto".
Entre las pol¨ªticas adoptadas para enderezar el quebrantado esqueleto del pa¨ªs destaca el Centro Nacional de Documentaci¨®n (EKT, en sus siglas griegas), una mezcla de CSI que rastrea la fuga de cerebros y de vivero de empresas basadas en I+D, un sector al que Grecia destin¨® el 1% del PIB en 2015. ¡°Es una iniciativa pol¨ªtica, para medir los resultados de las acciones de investigaci¨®n y poner en contacto a los expertos con el mundo empresarial¡±, explicaba en marzo Evi Sajini, directora del EKT. El empe?o en crear una nueva econom¨ªa (¡°econom¨ªa verde¡±, la llam¨® en su d¨ªa el ex primer ministro Yorgos Papandreu), en modernizar el anquilosado tejido improductivo griego, ha sido un denominador com¨²n de las autoridades durante la crisis. El caso de la isla de Tilos, la primera del Mediterr¨¢neo que se abastece por completo de energ¨ªas sostenibles, bien podr¨ªa servir de ejemplo, pero la endeblez cong¨¦nita del Estado act¨²a a la contra.
¡°El primer objetivo es frenar la huida de cerebros de nuestras universidades, con una meta de 20.000 beneficiarios hasta 2020. El programa, lanzado en 2016, ya ha ayudado a 1.400 licenciados y posgrados contratados, con salarios m¨¢s bajos que los de la empresa privada, pero en sectores importantes para la econom¨ªa real¡±, cuenta Sajini. ¡°En segundo lugar, ya que muchos de los expatriados no van a volver, aspiramos a que contribuyan a mejorar el contexto laboral en Grecia: recibimos su feedback, ideas y propuestas. Adem¨¢s, cartografiamos a todos los expatriados y monitoreamos sus trabajos. Una nueva generaci¨®n, muy relevante, est¨¢ madurando profesionalmente fuera, y no podemos desvincularnos de ella¡±.
En Suecia u Holanda, recuerda Sajini, no hay un solo hospital donde no trabaje un m¨¦dico griego. Como Christos Mavraganis, de 29 a?os, que ha optado por Alemania para especializarse en Ginecolog¨ªa. ¡°Llevo tres a?os y me quedan dos, tras los que espero seguir form¨¢ndome en Suiza o Inglaterra. No me fui solo por la crisis, tambi¨¦n por la lista de espera en mi especialidad, que en Atenas era de 5-6 a?os. Digamos que la crisis no fue la raz¨®n principal, ni el nivel educativo, alt¨ªsimo: hay muchos m¨¦dicos y muy buenos. Pero falla la gesti¨®n de los hospitales, el funcionamiento del sistema de salud¡±, lamenta Mavraganis, subrayando una de las principales fallas que han puesto de relieve los rescates: la pr¨¢ctica disfuncionalidad del Estado, su arca¨ªsmo y, tras el rodillo de la austeridad, su m¨¢s que evidente desguace. Un solo dato: la financiaci¨®n de los hospitales p¨²blicos se redujo m¨¢s de la mitad entre 2009 y 2015, seg¨²n un estudio de febrero de The Lancet (el gasto p¨²blico general se contrajo un 36% en el mismo periodo). Mavraganis no cree que la mejora de la situaci¨®n dependa del fin de los rescates, ¡°sino de la voluntad pol¨ªtica¡± de modernizar el Estado. Mientras tanto, sabe, ¡°como lo saben muchos de mis amigos, tambi¨¦n expatriados¡±, que si regresa ahora s¨®lo le aguardar¨ªa un sueldo de miseria.
¡°El objetivo prioritario es frenar la marcha de talento: si en 2008 hab¨ªa 7.854 docentes e investigadores griegos en universidades extranjeras, en 2015 eran ya 141.200. Este pa¨ªs no puede permit¨ªrselo, no s¨®lo en t¨¦rminos econ¨®micos, sino tambi¨¦n sociales¡±, recuerda Sajini. La trayectoria de Marilena Ragoussi, doctora en Qu¨ªmica por una universidad inglesa, posdoctorada en la Aut¨®noma de Madrid y que hoy trabaja en pol¨ªticas p¨²blicas de energ¨ªa en la OCDE en Par¨ªs, es un buen ejemplo de talento y esfuerzo. ¡°Llevo 13 a?os fuera, me fui antes de que empezara la crisis para formarme, con la idea de volver al terminar de estudiar, pero ahora la situaci¨®n no lo permite. Qui¨¦n sabe si en cinco o diez a?os, parece que las cosas mejoran¡, pero ahora mismo no son muchos los que se animan a regresar. De mis conocidos, s¨®lo dos han vuelto a Grecia estos a?os, y a uno le sali¨® mal y tuvo que regresar al extranjero. Lo que hago aqu¨ª en Par¨ªs no s¨¦ si podr¨ªa hacerlo en Grecia, pero si hubiera oportunidades estimulantes, que creo que las habr¨¢, me plantear¨ªa volver incluso aunque el sueldo fuera menor¡±, explica Marilena.
De recuperar a esta generaci¨®n pujante se ocupan tambi¨¦n otras iniciativas, tanto p¨²blicas como privadas, que act¨²an como cord¨®n umbilical para retener talento e inyectarlo de vuelta. Un ejemplo es Marathon Venture Capital, un fondo para emprendedores griegos, participado por el Gobierno de Atenas, el Fondo Europeo de Inversiones y el Banco Europeo de Inversiones. Proporciona entre el 50% y el 90% del capital a nuevas empresas y retiene del 15 al 20% del accionariado. Hasta ahora ha inyectado 300 millones en una decena de nuevas firmas. O Reload Greece, una plataforma privada con base en Londres que, con un presupuesto recaudado de dos millones de libras, ha sacado adelante 85 startups desde que en 2012 cinco amigos griegos expatriados decidieron revertir la negativa imagen que su pa¨ªs proyectaba en el mundo por culpa de la incertidumbre econ¨®mica ¡ªla amenaza del Grexit¡ª y se propusieron ¡°mostrar el lado creativo y productivo del pa¨ªs¡±, dicen desde la plataforma. Miles de Ulises diseminados por el mundo navegan como hizo en su d¨ªa el h¨¦roe hom¨¦rico. Lo ¨²nico que no est¨¢ escrito es cu¨¢nto tardar¨¢n en volver a ?taca, si es que regresan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.