El plan presupuestario revisa a la baja el PIB y arroja dudas sobre los ingresos

El Gobierno de S¨¢nchez ha presentado este lunes el boceto de Presupuestos que tiene que revisar Bruselas en los pr¨®ximos 15 d¨ªas. En este plan se compromete a un ajuste estructural del 0,4% del PIB, unos 4.850 millones que se basan sobre todo en subidas de impuestos. Al tratarse de una reducci¨®n estructural, esta se calcula restando los ingresos fruto de la mejora econ¨®mica y los nuevos gastos. Es decir, cualquier nuevo desembolso exigir¨ªa medidas adicionales a los 4.850 millones prometidos a Bruselas. Una vez se sit¨²e el d¨¦ficit p¨²blico por debajo del 3% del PIB este a?o, Espa?a saldr¨¢ del mecanismo de tutela especial de la UE, el llamado Procedimiento de D¨¦ficit Excesivo. Y en ese nuevo escenario cobrar¨¢ mucha m¨¢s importancia este ajuste estructural.

Seg¨²n los n¨²meros ofrecidos en la rueda de prensa, en este plan se recoge un aumento del gasto de 5.098 millones, y un incremento de los ingresos de 5.678 millones. Es decir, un ajuste que solo alcanza los 580 millones. Adem¨¢s, Hacienda explic¨® que la subida del salario m¨ªnimo supondr¨¢ unos 2.000 millones m¨¢s de recaudaci¨®n por cotizaciones, elevando el ajuste hasta los 2.580 millones. Algunos economistas disputan esa cifra. Los motivos: la subida del salario m¨ªnimo, del 22,3%, podr¨ªa tener efectos negativos sobre el empleo y fomentar la econom¨ªa sumergida. ¡°La literatura al respecto es mixta. Los incrementos de 2004 y 2017 no tuvieron impacto¡±, defendi¨® la ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o.

Pese a quedarse en un ajuste de solo 2.580 millones, el Gobierno ha declarado este lunes que este plan presupuestario contempla el 0,4% del PIB en ajuste estructural. Seg¨²n c¨¢lculos de la Autoridad Fiscal, el Gobierno necesita ese ajuste para bajar el desfase presupuestario en 2019 hasta el 1,8%. De no hacerlo y aguantar solo con los ingresos de la mejora econ¨®mica, el d¨¦ficit de 2019 se situar¨ªa en el 2,2% del PIB. El Banco de Espa?a y el FMI estiman lo mismo.

Es verdad que el Gobierno ha incluido medidas para engordar la recaudaci¨®n: 1.776 millones previstos por el incremento del impuesto de sociedades; 1.200 por la tasa Google; 850 por el impuesto a las acciones; 670 por el di¨¦sel o 328 por el alza del IRPF a las rentas altas, entre otras. Con las mayores cotizaciones por el salario m¨ªnimo, las medidas de ingresos suman en total 7.400 millones y elevan la presi¨®n fiscal desde el 38,5% del PIB hasta el 39,1% en 2019, todav¨ªa lejos de la media europea.

Pero el Gobierno tambi¨¦n ha declarado aumentos del gasto que en parte neutralizan esos impuestos y que, en principio, deber¨ªan compensarse para ofrecer a Bruselas ese ajuste en t¨¦rminos netos de unos 4.850 millones. Entre los gastos: 1.088 millones por las subidas de las pensiones; 536 millones en becas; 515 millones para dependencia; 300 millones por la mejora del permiso de paternidad; 323 millones por el subsidio para mayores de 52 a?os, etc¨¦tera. Estos n¨²meros no incluyen los costes de otras medidas que podr¨ªan inflar todav¨ªa m¨¢s los desembolsos. Por ejemplo, la eliminaci¨®n del copago farmac¨¦utico, la sanidad universal, las mejoras de las ratios de profesores por alumnos, el IRPF de la baja de maternidad o los incrementos de empleados p¨²blicos plasmados en los acuerdos con Podemos. A pesar de todas estas partidas, a la hora de calcular el ajuste el plan presupuestario solo reconoce medidas de gasto por valor de unos 2.400 millones de euros.

Riesgo de incumplimiento

En sus recomendaciones aprobadas por el consejo de l¨ªderes europeos, Bruselas en realidad exig¨ªa un ajuste de un 0,65% del PIB, unos 8.000 millones. Sin embargo, una vez con el d¨¦ficit por debajo del 3% del PIB y por tanto fuera del procedimiento correctivo de la UE, las reglas son m¨¢s relajadas y se permite cierto margen para el incumplimiento. En concreto, se podr¨ªa incumplir hasta un total del 0,5% del PIB repartido entre los ajustes estructurales de este a?o y el que viene. As¨ª que el Gobierno pretende aprovechar ese margen para incumplir el 0,65% de ajuste y dejarlo solo en el 0,4% del PIB. Sin embargo, en cuanto present¨® el acuerdo presupuestario con Podemos, las cuentas, de entrada, no cuadraban. Parec¨ªa que todos los aumentos de impuestos se los com¨ªan los nuevos gastos comprometidos y, en consecuencia, no se daba un ajuste estructural m¨ªnimo con el que contentar a Bruselas.

Aun as¨ª, fuentes de Hacienda y de Econom¨ªa insist¨ªan este lunes en que el plan presupuestario ofrec¨ªa ese ajuste estructural del 0,4%. Por el lado de los ingresos, las cuentas arrojan algunas dudas sobre si ser¨¢n capaces de compensar todos los nuevos gastos y, adem¨¢s, conseguir el mencionado ajuste estructural. La recaudaci¨®n crecer¨¢ al mayor ritmo desde el boom inmobiliario y un poco m¨¢s que este a?o a pesar de la ralentizaci¨®n econ¨®mica: un 5,7% frente al 5,6% de este a?o. Es cierto que las subidas de impuestos y la inflaci¨®n ayudar¨¢n a mejorar la caja. Pero incluso as¨ª se est¨¢n proyectando unas alzas de impuestos hipot¨¦ticas y cuyos ingresos bien podr¨ªan no lograrse. La patronal CEOE declar¨® este lunes que consideraba improbable que se obtenga el aumento de recaudaci¨®n que planea el Ejecutivo. En cambio, la Autoridad Fiscal ve ¡°factible¡± estas previsiones.

Un problema reside en que buena parte de la mejora se espera por el impuesto de sociedades. Y las empresas suelen reaccionar para evitar mayores pagos. Por ejemplo, evitando la repatriaci¨®n de dividendos que ahora tributar¨¢n al 5%. Otro tal¨®n de Aquiles consiste en que se apuntan 828 millones por la lucha contra el fraude. Por un lado, los expertos recomiendan que no se contabilicen este tipo de iniciativas en las cuentas. Por otro, la Agencia Tributaria encadena ya dos a?os seguidos con resultados a la baja tras haberlos casi duplicado durante la crisis.

Por la parte de los gastos, la duda es si estos est¨¢n bien reflejados. Solo se reconocen medidas por valor de 2.400 millones de euros. De hecho, el incremento nominal es similar al de este a?o a pesar de todos los anuncios pactados con Podemos: una vez eliminadas las partidas extraordinarias, el gasto crece en unos 19.000 millones tanto en 2018 como en 2019. En porcentaje del PIB, al haber contenido en el papel los desembolsos, estos incluso disminuyen desde el 41,2% del PIB en 2018 hasta el 40,9% en 2019. Y en parte esto ocurre porque la inversi¨®n p¨²blica vuelve a congelarse. En resumen, mientras que los gastos dibujados son mucho m¨¢s seguros, los ingresos se antojan m¨¢s inciertos, dicen los economistas consultados.