As¨ª es el negocio multimillonario de la homeopat¨ªa en el mundo que pincha en Espa?a
El sector est¨¢ dominado por grandes empresas alemanas y francesas con ingresos millonarias. En Espa?a, en cambio, las ventas han ca¨ªdo un 30% en cinco a?os
En el consumo de productos homeop¨¢ticos no parece que los espa?oles vayan a seguir la moda europea. Muy popular en Alemania, Francia o Suiza, esta particular y pol¨¦mica medicina alternativa no solo no ha sido nunca muy aceptada en Espa?a, donde no deja de caer. Lo confiesan las propias empresas del sector, principalmente francesas y alemanas, que acusan la bajada continua de sus ventas en el pa¨ªs, que ronda el 30% en los ¨²ltimos cinco a?os. En el resto de Europa, sin embargo, su peso es bien distinto: las tres mayores (Boiron, Heel y Schwabe) facturan conjuntamente m¨¢s de 1.700 millones.
El sector, que hace a?os lleg¨® a plantearse alcanzar 100 millones de euros en Espa?a, ve ahora c¨®mo sus ingresos se limitan a unos 40 millones. La ca¨ªda ha impactado hasta al l¨ªder, el grupo franc¨¦s Boiron, que redujo su cifra de negocio en el mercado nacional desde los 25 millones de 2014 a los 17,8 millones de euros del ejercicio pasado. Un descenso que no se suaviza, ya que hasta junio los ingresos de la compa?¨ªa volvieron a bajar otro 14%, con lo que Espa?a supone solo el 3% de sus ingresos totales.
Esta misma l¨ªnea descendente tambi¨¦n la sufren las compa?¨ªas alemanas Schwabe y Heel o la aragonesa Interhome. Algo que, seg¨²n fuentes del sector, habr¨ªa que atribuir sobre todo a las crecientes presiones de la profesi¨®n m¨¦dica. M¨¢s de 1.000 profesionales remitieron una carta a la ministra de Sanidad, Mar¨ªa Luisa Carcedo, para que ¡°ponga coto a la homeopat¨ªa y act¨²e contra ella porque puede matar¡°. La Asamblea Nacional de Homeopat¨ªa (ANH) opina que ¡°la beligerancia contra esta terap¨¦utica en Espa?a no tiene parang¨®n en Europa. Asistimos a diario a campa?as de descr¨¦dito¡±. Apuntan que ¡°si bien en Francia, Holanda o Alemania se escuchan cr¨ªticas puntuales, no se ve nada similar¡±. Eduardo Barriga, director general de Boiron en Espa?a, asegura que ¡°Espa?a va a contracorriente del resto de pa¨ªses europeos y de EE UU en la agresividad de los ataques¡±.
Sin embargo, pese a que m¨¢s y m¨¢s m¨¦dicos niegan la condici¨®n de f¨¢rmaco a los productos homeop¨¢ticos, estos cuentan de momento con el benepl¨¢cito de Bruselas. ¡°La legalidad del uso de estos medicamentos en Espa?a¡±, dicen en la ANH, ¡±se apoya en el art¨ªculo 1.5 de la Directiva 2001/83/CE del Parlamento Europeo y del Consejo¡±. Y recuerdan que la normativa ¡°es de obligado cumplimiento para todos los pa¨ªses de la Uni¨®n¡±. A lo que en Boiron a?aden que ¡°tras diferentes consultas realizadas para cambiarla, la Comisi¨®n respondi¨® que no se va a hacer¡±.
Algunos pa¨ªses europeos no solo toleran los productos homeop¨¢ticos, sino que los han integrado en sus sistemas de salud. ¡°En Francia¡±, asegura Barriga, ¡°incluso est¨¢n financiados¡±. Y en Suiza son tan populares que el 67% de la poblaci¨®n opt¨® en un refer¨¦ndum por su reintegraci¨®n en la atenci¨®n sanitaria. En Espa?a, sin embargo, el sector es marginal. Pese a que, seg¨²n la industria, 10.000 m¨¦dicos la apoyan, la Asociaci¨®n para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocient¨ªficas (APETP) considera que no ser¨ªan m¨¢s de 2.000. La Encuesta Social Europea de 2014 mostraba que solo el 2,8% de los espa?oles hab¨ªan usado productos homeop¨¢ticos.
La buena aceptaci¨®n de la homeopat¨ªa en el mundo les ha garantizado a estas compa?¨ªas un fuerte crecimiento. En el caso de la citada Boiron, una empresa familiar fundada en 1932 y que cotiza en Bolsa desde 1987, le ha ido muy bien. Sus ingresos crecieron el 20% entre 2010 y 2017, de 520 millones a 617 millones de euros. En este periodo su beneficio neto mejor¨® un 81%, pasando de 43 a 78 millones. Con 3.700 empleados, Boiron est¨¢ presente en 50 pa¨ªses y tiene una capitalizaci¨®n de 1.090 millones. En Espa?a, donde est¨¢ desde 1984, cuenta con 132 empleados y es miembro de Farmaindustria, la patronal farmac¨¦utica, y de la Asociaci¨®n para el Autocuidado de la Salud (ANEPF).
Otra de las protagonistas, la compa?¨ªa alemana Heel (que no ha querido responder a las preguntas de EL PA?S), ha registrado una fuerte expansi¨®n en los ¨²ltimos a?os y est¨¢ presente en 50 pa¨ªses con 1.350 empleados. Con 200 millones de euros de facturaci¨®n, ingresa 17 millones en Espa?a. Otra firma alemana, Schwabe, exporta el 75% de su producci¨®n fuera de Alemania, a 60 pa¨ªses, tiene 3.600 empleados y sus ventas alcanzaron los 900 millones de euros, de los cuales solo cinco millones los genera en Espa?a.
Algunas sombras
En general se trata de negocios muy rentables, con m¨¢rgenes elevados y escasa inversi¨®n en I+D. En Boiron, los resultados operativos suponen el 20% de las ventas (en 2010 eran el 13%), un ratio nada normal en el sector farmac¨¦utico. Pese a ello, incluso fuera de Espa?a, las sombras empiezan a acumularse sobre el sector. Boiron est¨¢ empezando a experimentar crecimientos flojos. Sus ventas mundiales en 2017 solo aumentaron el 0,5%. Este peor escenario se refleja en Bolsa: la acci¨®n ha perdido la mitad de su valor desde 2015.
En los ¨²ltimos a?os algunos pa¨ªses han empezado a revisar sus legislaciones. ¡°En Reino Unido, despu¨¦s de una investigaci¨®n en la que se concluy¨® que estos productos son ineficaces, el Servicio Nacional de Salud dej¨® de financiarlos¡±, apunta Fernando Fr¨ªas, portavoz de la APETP. Tambi¨¦n en Francia, donde el sector emplea a m¨¢s de 3.000 personas, el Gobierno estudia si deja de reembolsar los productos homeop¨¢ticos, financiados en la actualidad en un 30%. En este pa¨ªs ha estallado tambi¨¦n la guerra de los m¨¦dicos contra la homeopat¨ªa. En marzo pasado 124 m¨¦dicos franceses firmaron en Le Figaro una tribuna contra las ¡°promesas fantasiosas y la eficacia no probada de las medicinas llamadas alternativas como la homeopat¨ªa¡±.
Pese a que hace a?os la profesi¨®n m¨¦dica se manten¨ªa al margen, en los ¨²ltimos a?os, tambi¨¦n en Espa?a, ha redoblado sus ataques contra estos productos. Fr¨ªas afirma que son ¡°productos elaborados a partir de sustancias diluidas en serie un cierto n¨²mero de veces¡±. Y a?ade que ¡°incluso en el caso de los que tienen indicaci¨®n terap¨¦utica, que s¨ª deber¨ªan demostrar su eficacia, la industria ha logrado que no se les exijan ensayos cl¨ªnicos y pruebas cient¨ªficas¡±. La industria se defiende. ¡°La homeopat¨ªa forma parte de la medicina y, como tal, debe ser prescrita por un m¨¦dico y recomendada por un farmac¨¦utico¡±, dicen en la Asamblea Nacional de Homeopat¨ªa.
El abandono de la anterior tolerancia, desde que estos productos se lanzaron en Espa?a en 1994, genera un cierto ostracismo de la homeopat¨ªa. La profesi¨®n m¨¦dica y farmac¨¦utica empieza a distanciarse. Algunos colegios m¨¦dicos como el de Madrid o Las Palmas han cerrado las secciones de homeopat¨ªa. Este revisionismo empieza a extenderse al ¨¢rea farmac¨¦utica. ¡°En este sector¡±, explica Fr¨ªas, ¡°han surgido entidades como la asociaci¨®n Farmaciencia. Uno de los golpes m¨¢s duros ha sido el informe de la Real Academia Nacional de Farmacia, que dice que los productos homeop¨¢ticos no solo son in¨²tiles, sino que suponen ¡°un riesgo para la salud¡±. A su vez la Sociedad Espa?ola de Farmacia Hospitalaria alert¨® de que ¡°los principios que sustentan la homeopat¨ªa no son cient¨ªficos¡±.
Tambi¨¦n el Gobierno espa?ol le ha declarado la guerra. ¡°Hasta la llegada de las ministras Carmen Mont¨®n y, despu¨¦s, Mar¨ªa Luisa Carcedo¡±, explica Fr¨ªas, ¡°la postura fue tan permisiva que llegaron a colaborar con la industria homeop¨¢tica, pero ahora se han puesto del lado de los consumidores¡±. Un portavoz del Ministerio de Sanidad se?ala que ¡°los productos homeop¨¢ticos no deber¨ªan considerarse como medicamentos al carecer de la evidencia cient¨ªfica¡±. Y dado que la legislaci¨®n de la UE as¨ª los considera ¡°hemos solicitado que se reconsidere esta situaci¨®n¡±. El ministerio tiene en marcha un procedimiento, aprobado en abril, para la regularizaci¨®n de estos productos. Se publicar¨¢ un listado de productos y solo podr¨¢n comercializarse los que obtengan una resoluci¨®n al efecto. Los productos homeop¨¢ticos que s¨ª presentan indicaci¨®n terap¨¦utica deber¨¢n seguir el mismo procedimiento de autorizaci¨®n que el resto de los medicamentos. Los que no puedan demostrar esa indicaci¨®n no pueden aducirla.
?Qu¨¦ explica la tolerancia ante estos productos? Fr¨ªas cita la presi¨®n de los pa¨ªses con industrias fuertes ¡°que lograron que Bruselas incluyese un r¨¦gimen especial para esos productos¡±. Una actitud que se vio favorecida por la idea de que eran como un placebo, sin efecto real sobre la salud. A nivel nacional, las consideraciones sobre el empleo que crean han tenido tambi¨¦n su papel. ¡°Muchas han disfrutado y disfrutan de subvenciones y ayudas a nivel auton¨®mico y local¡±, acusa Fr¨ªas.
Ser¨ªa aventurado pensar que el sector ha perdido la batalla. La industria sigue ejerciendo influencia sobre amplios espacios de la profesi¨®n m¨¦dica. Es normal que las empresas sean invitadas a congresos profesionales. Adem¨¢s, las empresas del sector suelen apoyar a distintas entidades e instituciones m¨¦dicas y farmac¨¦uticas con ayudas de todo tipo. Varias Facultades de Farmacia y colegios farmac¨¦uticos han recibido, seg¨²n datos de Farmaindustria, donaciones diversas.
Otro punto de apoyo es la buena acogida de la profesi¨®n farmac¨¦utica, aval que el sector aprovecha para atribuirse credibilidad. En la Asamblea Nacional de Homeopat¨ªa argumentan que ¡°los medicamentos homeop¨¢ticos se dispensan de forma exclusiva en farmacias¡±. Y su portavoz a?ade que ¡°m¨¢s de 20.000 farmacias espa?olas, la pr¨¢ctica totalidad del sector, recomiendan estos medicamentos¡±. Fr¨ªas cree que si los colegios est¨¢n a favor de su venta, ¡°se debe a evidentes intereses econ¨®micos¡±, ya que es un producto que deja un buen margen de beneficio. El hecho de que estas empresas est¨¦n en Farmaindustria (que tampoco quiso opinar sobre este tema) les ha dado un plus de credibilidad. Otro factor es que la industria homeop¨¢tica tiene un vademecum de casi 20.000 productos, lo que imposibilita su supervisi¨®n. En el mercado hay decenas de miles de productos distintos, lo cual excede la capacidad de control de la Agencia de Medicamentos.
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