El Ministerio de Agricultura intenta frenar la invasi¨®n de miel china

Espa?a es uno de los principales pa¨ªses productores de la UE con una media de 31.000 toneladas producidas por 31.500 apicultores. De esta cifra solo 5.500 suponen el 80% de la oferta. El sector cuenta con 2.8 millones de colmenas ubicadas sobre todo en Extremadura con 623.000, Andaluc¨ªa con 560.000, Castilla y Le¨®n con 450.000, Valencia con 360.000, Castilla-La Mancha con 190.000 y Galicia con 160.000.

La buena calidad y diversidad de la miel espa?ola hace que las exportaciones alcancen una media de 25.000 toneladas, especialmente a otros pa¨ªses comunitarios como Francia, Alemania, Portugal o ltalia, as¨ª como a otros como Estados Unidos, Israel o pa¨ªses ¨¢rabes. Sin embargo, en direcci¨®n opuesta, Espa?a importa otras 33.500 toneladas, de las que 16.000 se corresponden con otros pa¨ªses comunitarios como Portugal, Polonia o Ruman¨ªa, mientras las compras procedentes de terceros pa¨ªses en 2017 ascendieron a 17.500, con la cifra r¨¦cord de 22.00 toneladas en 2015.

En ese volumen de compras de fuera de la UE, pa¨ªses tradicionalmente suministradores como Argentina o Uruguay han ido perdiendo peso en beneficio de las importaciones de miel china que en 2015 llegaron a las 17.000 toneladas, para bajar a 10.000 en 2017 tras pasar un periodo de prohibici¨®n de entrada en la UE por falta de calidad.

El sector ha denunciado adem¨¢s que parte de la miel procedente de algunos pa¨ªses comunitarios como Polonia o Portugal es en realidad de origen chino, como en su d¨ªa sucediera con las importaciones de ajos v¨ªa pa¨ªses del este o Marruecos. Coag ha convocado movilizaciones para esta semana en las principales zonas productoras. Agricultura ya ha se?alado que acepta todas las propuestas de la producci¨®n.

La normativa sobre el etiquetado de las mieles parte de una directiva comunitaria de 2001, por la que se habilita a cada Estado miembro para adoptar una posici¨®n m¨¢s o menos rigurosa en relaci¨®n con el origen del producto. Pa¨ªses como Italia optaron porque en la etiqueta figurase el pa¨ªs de origen. En el caso de Espa?a, en contra de las demandas del sector, por un real decreto de 2003, se opt¨® por permitir varias opciones. Hoy se puede calificar como ¡°mezcla de mieles originarias de la UE¡±, ¡°mezcla de mieles no originarias de la UE¡± o ¡°mezcla de mieles originarias y no originarias de la UE¡±, sin otras informaciones complementarias, simplemente con que la misma tuviera un 1% de miel procedente de la UE. Los apicultores denunciaban que esa opci¨®n permit¨ªa comercializar una miel de mezcla con un 99% de materia prima procedente de China. Para el sector ap¨ªcola ese etiquetado supone una total falta de informaci¨®n al consumidor.

Para acabar con la situaci¨®n actual, el nuevo real decreto especificar¨¢ claramente el origen de la miel contenida en el envase por el pa¨ªs de procedencia as¨ª como el porcentaje de miel correspondiente a cada uno.

Para los apicultores, esta falta de transparencia en el etiquetado ha supuesto la invasi¨®n de mieles procedentes de terceros pa¨ªses y, con ello, la existencia de excedentes y bajos precios en origen. Seg¨²n los estudios de Agricultura sobre la cadena alimentaria, los costes de producci¨®n en Espa?a de un kilo de miel se sit¨²an en una media de 2,65 euros. Frente a esta cifra, los precios ofertados a los apicultores se sit¨²an actualmente en una media de 2,20 euros y la miel procedente de terceros pa¨ªses no llega a los dos euros el kilo. El sector ap¨ªcola ha denunciado reiteradamente que esas mieles no cumplen las exigencias comunitarias en materia de sanidad y seguridad alimentaria aplicables en la Uni¨®n Europea al utilizar tratamientos no autorizados por las normas comunitarias.

La Administraci¨®n anterior justificaba el actual etiquetado por entender que exist¨ªa un control adecuado sobre la actividad industrial en materia de sanidad y seguridad alimentaria.