La segunda vida de la planta del mezcal
Dos emprendedores mexicanos patentan un modelo de pajita biodegradable a partir del agave
![Felicia Covone y Wilmer Yajam¨ªn, propietarios de La Mezcaloteca (Madrid).](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UFGQEMBM73PZWP5L5FM2UFA7KY.jpg?auth=cf27304e6a4cfebe163521bb41b7a6d818fd1828c693960f041f3abe36f31374&width=414)
Wilmer Yajam¨ªn y Felicia Covone viven por y para una planta muy peculiar: el agave, gran s¨ªmbolo gastron¨®mico y cultural de M¨¦xico, su pa¨ªs natal, a partir del cual se elaboran destilados como el mezcal y el tequila. Y, como importadores de estas bebidas que son, se preguntaban desde hace tiempo qu¨¦ hacer con el bagazo, el resto que deja esta variedad, tambi¨¦n llamada maguey, una vez se le ha extra¨ªdo el jugo. "Cuando haces un destilado la planta muere. En el mejor de los casos, los restos se convierten en abono. Otras veces, directamente, se tiran, que es lo m¨¢s f¨¢cil y barato", explica Yajam¨ªn, cofundador de Entre Compas, una compa?¨ªa pionera en traer estos productos artesanales a Espa?a. A ra¨ªz de la prohibici¨®n en algunos estados de M¨¦xico de los pl¨¢sticos de un solo uso, al d¨²o se le ocurri¨® una salida para el material exprimido: un ecopopote, un modelo de pajita biodegradable a base de fibras de agave que acaban de introducir en Espa?a.
"Agave, en griego, significa noble", interviene Covone, dise?adora de 34 a?os que conoci¨® a Yajam¨ªn, ingeniero industrial de 40, mientras estudiaba en Espa?a, ¨¦poca en la que fantaseaban con abrir un Museo del Jam¨®n "pero del tequila y el mezcal". "Hace diez a?os estas bebidas eran desconocidas para el p¨²blico espa?ol. M¨¢s all¨¢ del chupito de discoteca, claro, que no ten¨ªa nada que ver un tequila verdadero", se indigna entre risas Yajam¨ªn. "Hist¨®ricamente, con el agave se hac¨ªan tejidos, cuerdas e incluso casas. Nosotros hemos querido darle una segunda vida", a?ade Covone.
La pajita, inodora, ins¨ªpida y biodegradable, est¨¢ compuesta en un 70% por fibras de celulosa de agave y en un 30% por biopl¨¢stico, un a?adido "necesario" para estabilizar el producto. "Las primeras pruebas eran todo vegetal, pero carec¨ªan de la consistencia adecuada", explica Yajam¨ªn, que muestra en La Mezcaloteca, el bar donde se sirven alcoholes artesanos que regenta, la primera pajita que hicieron, un s¨®lido de forma algo abstracta. "La fibra de agave, como muchas vegetales, se abre. A?adimos biopl¨¢stico para evitar que se deshiciera o deformara con las temperaturas o que transmitiera sabor, como sucede con las pajitas de papel o az¨²car".
El ecopopote, su nombre comercial, es compostable y se degrada en condiciones de humedad en menos de un a?o ¨Cpor los miles que puede persistir a la intemperie un objeto pl¨¢stico¨C. La alternativa encaja con el plan de Bruselas para acabar con los ¨²tiles de pl¨¢stico de un solo uso a partir de 2020 y se alinea con iniciativas a peque?a escala como Sorbos, una startup espa?ola de pajitas comestibles y biodegradables, y con acciones medi¨¢ticas como la de McDonalds, que testar¨¢ pajitas de papel en sus establecimientos de Gran Breta?a.
"Nos enteramos de que se estaban haciendo modelos a partir de aguacate y ma¨ªz. Nos parece bien, pero al final son alimentos que vas a dejar de consumir para fabricar un objeto", desarrolla Covone. Por ello apuntaron a la basura que ten¨ªan m¨¢s a mano: el bagazo, un recurso a¨²n por explotar en la industria mezcalera y tequilera. "El agave no es como la vid: para hacer un tequila tienes que dejarlo crecer unos seis a?os. Y para un mezcal, entre ocho y diez, pero hay algunos de hasta 30", apunta Yajam¨ªn.
![Las pajitas biodegradables patentadas por los mexicanos Wilmer Yajam¨ªn y Felicia Covone.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/F226LAMLGWPQIHOZ5WJ2TJB7H4.jpg?auth=974a2797d622ff923c27a49f15df93d42e0206b5d0038e869fc436f15047bcd3&width=414)
Por el momento, la producci¨®n de las pajitas se hace en suelo mexicano. "A corto plazo queremos? moverla a Espa?a e importar solo los pellets [unas bolitas del material ya reciclado] para disminuir costes econ¨®micos y ambientales", dice Covone, que recuerda el impacto que le caus¨® un v¨ªdeo en el que unos biol¨®gos extra¨ªan una pajita de la fosa nasal de una tortuga marina agonizante. El fen¨®meno de los vertidos marinos, que hoy se traduce en ocho millones de toneladas de pl¨¢stico al a?o en los oc¨¦anos, mata por asfixia o envenamiento a miles de criaturas marinas y se filtra en la cadena alimentaria humana.
Yajam¨ªn y Covone han distribuido una primera remesa a varios clientes de la hosteler¨ªa. La respuesta, seg¨²n cuentan, ha superado sus expectativas. "La industria de la cocteler¨ªa y la restauraci¨®n busca y necesita alternativas", dice Covone. Entre los interesados est¨¢ una de los principales cadenas de cine de Espa?a, con la que negocian un acuerdo para surtirles de pajitas el a?o que viene. "Queremos que la gente sepa que del agave sale el mezcal, pero que de sus desechos tambi¨¦n puede renacer", resume Yajamin. "Es una manera de honrar a la planta y seguir difundiendo la cultura mexicana".
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