Chimo Bayo, de rey de la pista a hombre de negocios
El ¡®dj¡¯ publica un libro, lanza un vino, triunfa en la industria de la nostalgia musical y protagoniza campa?as para Netflix y Bankia
Chimo Bayo llega un poco tarde a la cita a las 11.30 en el bar del hotel Astoria de Valencia. Se disculpa, se acerca a la barra y pide una copa de champ¨¢n. El s¨ªmbolo de la ruta del bakalao vive un momento dulce. Sobrevivi¨® a lo que llama el ¡°estigma de los drogatas¡± con el que se despidi¨® el m¨ªtico circuito valenciano de m¨²sica electr¨®nica y se ha reinventado varias veces desde entonces hasta convertirse, seg¨²n se define ¨¦l mismo, en una marca de ¨¦xito.
En nueve meses, se han vendido 100.000 botellas del ¡®techno-tinto¡¯ Hu-Ha
En el ¨²ltimo a?o ha publicado un libro (No iba a salir y me lie). Ha lanzado su propio vino. Se ha convertido en el principal reclamo de los macroconciertos Love the 90¡¯s, que en 2018 han reunido a 150.000 personas ¨¢vidas de nostalgia musical. Ha multiplicado sus sesiones como disc jockey Se ha paseado por los grandes programas televisivos espa?oles de humor. Ha protagonizado la campa?a promocional de la tercera temporada de la serie de Netflix Narcos. Y ha dejado de piedra a m¨¢s de uno al dar el salto a prescriptor de Bankia, con un anuncio que suena en las radios y Spotify: ¡°Soy Chimo Bayo y hoy no estoy aqu¨ª para deciros: Esta s¨ª, esta no. Estoy aqu¨ª para deciros que la m¨²sica electr¨®nica ya tiene 37 a?os. ?Hu ha! El tiempo pasa volando, por eso necesitas un plan de pensiones¡±.
Mariano Casares, director de publicidad e imagen corporativa de Bankia, y Circus, la agencia que ha creado el anuncio para Netflix, afirman que el dj es hoy un ¡°icono cultural¡± que conecta con varias generaciones y sus campa?as logran una repercusi¨®n instant¨¢nea en las redes sociales. Y Toni Arr¨¢ez, gerente de Bodegas Arr¨¢ez, explica que el techno-tinto Hu-Ha, del que han vendido 100.000 botellas en nueve meses a cuatro euros por unidad, les ha abierto las puertas de la gran distribuci¨®n. Se vende en los supermercados Consum y M¨¢s y M¨¢s y en los hipermercados Alcampo de la Comunidad Valenciana.
¡°Chimo Bayo est¨¢ haciendo lo que, salvando las distancias, es normal en el mundo del hip hop en Estados Unidos, donde los cantantes ganas m¨¢s con otros negocios, gracias a su imagen, que con la m¨²sica¡±, afirma Joan Oleaque, periodista, profesor universitario y autor del ensayo sobre la ruta del bakalao En ¨¦xtasis.
Versi¨®n para el gran p¨²blico
Nacido en Valencia en 1961, hijo de una secretaria y de un oficial de notar¨ªa, Chimo Bayo no termin¨® el instituto y lleg¨® a su primera cabina (la de Number One, una discoteca de Cullera especializada en m¨²sica funky) despu¨¦s de que un accidente de tr¨¢fico arruinara su plan de convertirse en piloto profesional de motocross. A pesar de haberse erigido en exponente m¨¢ximo de la ruta del bakalao, Bayo nunca form¨® parte de su n¨²cleo. Pinchaba en un circuito paralelo al neur¨¢lgico y sus canciones no se escuchaban en las grandes discotecas valencianas que integraron la vanguardia de la m¨²sica electr¨®nica mundial. Adem¨¢s de su faceta de showman, su m¨¦rito, indica Oleaque, consisti¨® en ofrecer una versi¨®n apta para el gran p¨²blico de un sonido que a finales de los ochenta era muy underground.
¡°La gente dice: ¡®Mira al loco de Chimo¡¯, pero soy una marca que siempre cumple¡±, dice
¡°Todos los grandes disc jockeys de Espa?a estaban concentrados en 20 kil¨®metros. Superar eso era muy dif¨ªcil. Eran grandes t¨¦cnicos, y yo soy m¨¢s explosivo. Mientras ellos pod¨ªan estar tres minutos mezclando una canci¨®n para dejarla perfecta, yo estaba de pie encima de los platos, cantando, invent¨¢ndome consignas y letras, bajando a la pista a bailar con la gente. Lo m¨ªo era energ¨ªa pura y empatizar con el p¨²blico. Y yo creo que eso es lo que me ha mantenido hasta aqu¨ª¡±, afirma el dj, que actu¨® en Israel y Jap¨®n y vendi¨®, asegura, un mill¨®n de copias en 35 pa¨ªses de su gran ¨¦xito As¨ª me gusta a m¨ª, publicado en 1991.
La ruta se acab¨® definitivamente a finales de los noventa, envuelta entonces en el descr¨¦dito social y art¨ªstico. Y Bayo se qued¨® en tierra de nadie. Tuvo durante a?os un programa en una oscura televisi¨®n local de Valencia, atraves¨® momentos bajos y fue redimido por el humor y por la primera ola de nostalgia de los ochenta.
El propio dj auspici¨® una versi¨®n ir¨®nica de s¨ª mismo en su programa de televisi¨®n, llamado Esto se mueve, se?ala Oleaque. Y aquello prepar¨® el terreno para que los c¨®micos lo recuperaran. La autoparodia le permiti¨® desprenderse de las connotaciones m¨¢s negativas que pesaban sobre ¨¦l y su m¨²sica. ¡°No hay como re¨ªrse de uno mismo. Cuando sal¨ªa con Joaqu¨ªn Reyes en La hora chanante, ¨¦l dec¨ªa: ¡®Chimo no est¨¢ bien, est¨¢ peor que nosotros¡±, recuerda Bayo.
Despu¨¦s de casi una d¨¦cada sin pinchar, en 2007 empezaron a llamarle otra vez para dar conciertos en clave nost¨¢lgica. Una industria que no ha dejado de crecer. Bayo es el ¨²nico participante en las dos giras anuales de Love the 90¡¯s celebradas hasta ahora, que repetir¨¢ en 2019. ¡°Es un poco el aglutinador. Hay much¨ªsimo p¨²blico que viene disfrazado de Chimo o con merchandising de Chimo. Y cuando ofreces a los artistas a los medios de comunicaci¨®n, te piden entrevistas con Chimo¡±, afirma Isabel Mart¨ªn, responsable de comunicaci¨®n de Share Music!, la empresa que organiza el espect¨¢culo.
El dj ha cantado este a?o ante 19.000 personas en Valencia, pero no por ello ha dejado de actuar en verbenas de pueblos. ¡°Hay que ser elegante y darlo siempre todo. Cuando en una actuaci¨®n hay poca gente, los 200 que hay son fans tuyos y no los puedes defraudar. Hay que hacer una actuaci¨®n tan grande como si estuviera lleno¡±, comenta. ¡°Poder confiar en un artista es muy importante para los empresarios. La gente dice: ¡®Mira al loco de Chimo¡¯, pero Chimo es una marca que siempre ha cumplido. En 38 a?os creo que he fallado dos veces¡±.
El gran ¨¦xito que nadie quer¨ªa publicar
Chimo Bayo ya era en 1991 un disc jockey muy conocido. Pero cuando intent¨® publicar su primer disco, As¨ª me gusta a m¨ª, el ¨¦xito que lo elev¨® a estrella de la m¨²sica baile, se encontr¨® con un muro.
"Nadie quer¨ªa sacar la canci¨®n. Nadie entend¨ªa el hu-ha y el chiquit¨¢n. Los grandes managers de m¨²sica electr¨®nica de Europa me dec¨ªan que los quitara. Me recorr¨ª todas las discogr¨¢ficas, llegu¨¦ a ofrecer regalarles los derechos a cambio de que sacaran el vinilo, pero ni aun as¨ª aceptaron. Y menos mal, si no despu¨¦s me hab¨ªa matado. Al final lo sac¨® una compa?¨ªa que, en vez de darme el 12% de royalties, me dijo que ¨ªbamos a ganancias y a p¨¦rdidas; pactamos un porcentaje del 33% que yo tendr¨ªa que haber pagado si la cosa iba a mal. Metieron la pata ellos solos, porque yo hab¨ªa intentado d¨¢rselo gratis".
La canci¨®n hizo famoso al dj, redobl¨® la afluencia de p¨²blico a la ruta del bakalao y, para algunos, marc¨® el inicio de su decadencia musical y el progresivo paso del circuito de discotecas a las p¨¢ginas de sucesos de los peri¨®dicos. "Chimo Bayo defiende que a partir de ¨¦l la cosa se desmadr¨®", dice Joan Oleaque, autor de un ensayo sobre la ruta del bakalao. "?l est¨¢ en el l¨ªmite de la m¨²sica que se pod¨ªa escuchar, porque sus bases encajar¨ªan en el electronic body music, un g¨¦nero de origen belga. Que no eran los pitufos makineros, vamos", concluye.
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