La deuda exterior de Espa?a supera por primera vez los dos billones de euros
Los pasivos con el extranjero disminuyen un poco su peso en proporci¨®n al PIB pero siguen subiendo en euros
Una persona con graves problemas de sobrepeso que ronda los 99 kilos y cruza la barrera psicol¨®gica de los 100. Ese es el hito que ayer traspas¨® la deuda exterior, una de las principales vulnerabilidades de la econom¨ªa espa?ola. Entre julio y septiembre, el conjunto del endeudamiento p¨²blico y privado en manos extranjeras solo registr¨® un leve aumento de 9.000 millones de euros, un 0,4% m¨¢s sobre todo por las obligaciones del Estado. Pero bast¨® para superar por poco los dos billones de euros, un umbral jam¨¢s alcanzado. Exactamente fueron 2,004 billones, el 167,4% del PIB al cierre del tercer trimestre de 2018, seg¨²n datos del Banco de Espa?a.
Pa¨ªses como Jap¨®n o Italia sufren un problema de deuda. Pero se trata de un dinero que se deben entre italianos y japoneses. Otras econom¨ªas tambi¨¦n presentan un elevado endeudamiento con el extranjero. Pero a la vez han prestado mucho fuera y neutralizan esa posici¨®n deudora en t¨¦rminos netos. No es el caso de Espa?a, que en t¨¦rminos netos posee una de las mayores deudas del mundo, un 84,1% sobre PIB una vez se restan las deudas que le deben m¨¢s all¨¢ de sus fronteras. Incluso si ha ca¨ªdo en 15 puntos, sigue estando disparada: por culpa de este dato los espa?oles se encuentran en un pelot¨®n de cola de Europa junto a Grecia, Portugal y Chipre. La Comisi¨®n Europea considera un desequilibrio excesivo superar el 35% del PIB.?
En el pico de la burbuja, Espa?a ped¨ªa prestados fuera unos 100.000 millones que se dedicaban a financiar la burbuja inmobiliaria y a la expansi¨®n internacional de las grandes empresas y bancos. En aquel momento exist¨ªa un gran exceso de liquidez mundial, y los inversores se peleaban por encontrar activos seguros y rentables. Espa?a y el ladrillo espa?ol parec¨ªan una buena apuesta, m¨¢xime cuando adem¨¢s contaba con el respaldo de la zona euro. La deuda con el exterior se disparaba. Los bancos espa?oles acud¨ªan al mercado para financiarse emitiendo titulizaciones y c¨¦dulas hipotecarias. Y con ese dinero pod¨ªan seguir prestando. Hasta que, de golpe y porrazo, cambiaron las perspectivas cuando se inici¨® la crisis. Surgen las fisuras y se percibe que esa deuda ya no tiene el respaldo europeo.
Solo que Espa?a tiene que seguir refinanciando peri¨®dicamente esos pasivos. Los tipos de inter¨¦s que reclaman los inversores para seguir comprando las emisiones se disparan. La vulnerabilidad se hace patente. Los bancos ya no se prestan entre ellos. El BCE tiene que responder al cierre del mercado interbancario ampliando la liquidez que suministra a las entidades. E incluso va m¨¢s all¨¢: ante el cierre de la financiaci¨®n directamente realizada entre bancos, el eurobanco tiene que situarse en medio y garantizar todas las operaciones entre entidades.
La situaci¨®n solo se estabiliza cuando queda claro el respaldo de Europa y el BCE a la deuda perif¨¦rica. Pero el problema de fondo sigue ah¨ª. Pese a siete a?os de super¨¢vit con el exterior y cinco de crecimientos, la deuda externa se corrige m¨¢s lento de lo deseable. Sigue repuntando en euros. Y ha descendido en proporci¨®n al PIB desde el 174% al 167%, una medida m¨¢s apropiada porque tiene en cuenta la capacidad de pago. Aun as¨ª, la reducci¨®n resulta escasa porque la ca¨ªda del endeudamiento privado ha sido sustituida por la escalada de la deuda p¨²blica. Y el 43% de los bonos espa?oles est¨¢n en poder de inversores for¨¢neos, seg¨²n cifras del Tesoro.
En sus ¨²ltimos informes, el Banco de Espa?a y el FMI han alertado de que Espa?a padece un problema de alta deuda p¨²blica y externa. Y para seguir haciendo frente a esos pagos tiene que generar continuos super¨¢vits con el exterior. Lo que a su vez implica que tiene que mantener la competitividad. Hasta ahora Espa?a ha combinado crecimientos robustos del PIB con saldos positivos con el exterior, un hecho inimaginable en periodos de expansi¨®n anteriores. Sin embargo, en los ¨²ltimos meses el saldo se ha deteriorado con rapidez. Todav¨ªa aguanta con un 1,4% del PIB frente al 2,1% anotado un a?o antes. Pero el Banco de Espa?a advierte ¡°un posible agotamiento del proceso de ganancia de competitividad observado tras la crisis¡±. Y una disminuci¨®n de la deuda p¨²blica ayudar¨ªa mucho, se?alan siempre los organismos internacionales.
Financiaci¨®n del BCE
Entre septiembre de 2017 y septiembre de 2018, la deuda total con el extranjero ha subido en 76.000 millones de euros. La de las Administraciones ha engordado en 38.000 millones. La de los bancos en t¨ªtulos vuelve a aumentar: 24.000 millones. Y desciende en 22.000 la de las empresas.
Sin embargo, no toda la deuda es lo mismo: una parte del incremento se explica porque el Banco de Espa?a ha servido para canalizar las inyecciones de dinero del BCE. Desde 2015, los pasivos del Banco de Espa?a con el exterior se han elevado en 200.000 millones. En principio, estas deudas obedecen en buena medida a las operaciones del eurobanco, que va a ir renovando seg¨²n vea preciso y, por tanto, suscitan menos preocupaci¨®n. Es decir, Espa?a ha recompuesto algo sus pasivos durante los ¨²ltimos a?os, aumentando los del Banco de Espa?a y aminorando los del sector privado.
Pero, en todo caso, a¨²n queda mucho por hacer. Como destaca el FMI, Espa?a es el Estado de la zona euro que m¨¢s necesidades de financiaci¨®n presenta en funci¨®n de su PIB, solo superado por Italia y empatado con B¨¦lgica. En 2018 ha refinanciado un 17% del PIB en deuda p¨²blica, por encima de los 200.000 millones. Pese a que los t¨ªtulos estatales son m¨¢s f¨¢ciles de refinanciar por el BCE, se trata de un claro tal¨®n de Aquiles en cuanto el humor de los mercados se vuelva en contra. Y hace que Espa?a sea muy vulnerable a las subidas de tipos.
Adem¨¢s, los bancos han vuelto a subir la deuda exterior, lo que revela una falta de ahorro interno. Seg¨²n explican los economistas, lo ideal ser¨ªa que el pa¨ªs generase el suficiente ahorro como para poder autofinanciarse.
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