Los bancos se toman un respiro
El castigo burs¨¢til ha sido excesivo y, si se rebaja el riesgo pol¨ªtico, 2019 puede ofrecer oportunidades
No es que haya mucho tiempo para relajarse en los mercados. No obstante, la tal vez excesivamente dramatizada irrupci¨®n de los gigantes tecnol¨®gicos en el mundo bancario puede no ser tan r¨¢pida como en ocasiones se ha vaticinado. Aunque el Banco de Inglaterra haya otorgado a Google una licencia para actuar como operador de pagos en la UE, la intersecci¨®n entre fintech, bigtechy banca sigue teniendo l¨ªmites.
La progresiva implantaci¨®n desde el a?o pasado de la Segunda Directiva de Pagos (PSD2) en Europa supon¨ªa una forma m¨¢s ¡°abierta¡± de hacer banca (open banking) mediante la cual operadores no bancarios podr¨ªan acceder a cuentas de entidades de dep¨®sito si los clientes lo autorizaban. Un primer corte transversal y profundo en el negocio bancario desde el mundo tecnol¨®gico. Pero, de momento, se ha generado m¨¢s un entorno de cooperaci¨®n que una excluyente competencia. Gran parte del cambio est¨¢ por llegar pero las tech pasan por algunas dificultades que pueden dar aire a los bancos para reposicionarse.
Al tiempo que se implanta la PSD2, por ejemplo, tambi¨¦n ha entrado en vigor la exigente regulaci¨®n de protecci¨®n de datos (GDPR), que pone m¨¢s coto a quien m¨¢s lejos hab¨ªa llegado en el manejo de la informaci¨®n personal. Hasta ahora, no han sido los bancos sino las bigtech. Es un momento, precisamente, en el que ese poder de mercado sobre el control de la informaci¨®n de Facebook, Apple, Amazon, Google y Netflix (Faang) no solo irrita a los cr¨ªticos con la manipulaci¨®n informativa sino que ha despertado, como nunca hasta ahora, los recelos de los reguladores. Y no solo en Bruselas. Tambi¨¦n en Washington. A ello ha contribuido la constataci¨®n de la capacidad de manipulaci¨®n electoral, los robos masivos de cuentas personales de algunas de las m¨¢s destacadas compa?¨ªas tecnol¨®gicas y sus redes sociales y la consciencia creciente sobre el valor de la privacidad. Los inversores son conscientes de que el escrutinio regulatorio sobre las Faang no ha hecho m¨¢s que empezar. Eso tambi¨¦n, junto a otros factores, tiene que ver con la p¨¦rdida del 30% de su valor de mercado S&P al final del a?o pasado.
Los bancos saben que, hoy por hoy, la tecnolog¨ªa de gesti¨®n de informaci¨®n de las Faang es insuperable. Se les ha criticado habitualmente que, contando como cuentan las entidades financieras con cantidades inmensas y relevantes de informaci¨®n de sus clientes, no la aprovechen como lo hacen las Faang. Parte del problema es de falta en ciertos casos de despabile tecnol¨®gico, pero tambi¨¦n de una mayor presi¨®n regulatoria y conciencia adquirida por la experiencia sobre la necesidad de preservar la privacidad. Puede que el campo de juego est¨¦ m¨¢s equilibrado de lo que parece, aunque el modelo bancario de servicio sigue abocado a un cambio de estructura que se prolonga mucho m¨¢s all¨¢ de una reestructuraci¨®n poscrisis. Hay que tener en cuenta, tambi¨¦n, que el castigo burs¨¢til sobre la banca europea ha sido excesivo en 2018 y si se rebaja el riesgo pol¨ªtico, 2019 puede ofrecer oportunidades para el sector bancario continental.
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