El debate abierto sobre la financiaci¨®n de la cultura
La Mesa del Congreso ha recibido dos proposiciones de ley para mecenazgo que estar¨¢n en la agenda del Legislativo en los pr¨®ximos meses
La financiaci¨®n de la cultura est¨¢ siendo objeto de debate en los ¨²ltimos tiempos, por motivos tanto cuantitativos como cualitativos. Los primeros se deben a los recortes realizados en los presupuestos p¨²blicos que han abierto la cuesti¨®n de la necesidad de fomentar la filantrop¨ªa privada. En cuanto a los cualitativos, hacen referencia a la valoraci¨®n social de la cultura y la imagen que de ella tienen los potenciales patrocinadores. Por otro lado, la Mesa del Congreso ha recibido dos proposiciones de ley que estar¨¢n en la agenda del Legislativo en los pr¨®ximos meses.
En este marco celebramos hace unos d¨ªas en la Fundaci¨®n Alternativas una mesa de trabajo con la intenci¨®n de enriquecer el debate y encauzar las demandas y propuestas del sector cultural. De ah¨ª se pueden extraer conclusiones sobre la situaci¨®n en la que nos encontramos, mucho m¨¢s compleja de lo que parecer¨ªa a priori.
Si tomamos como punto de partida el discurso de promoci¨®n del mecenazgo para resolver los problemas de financiaci¨®n p¨²blica generados por la ¨²ltima crisis, llegar¨ªamos a la conclusi¨®n de que esta premisa es fallida. Deber¨ªamos partir asumiendo el concepto de mecenazgo en cuanto a modelo para la participaci¨®n de la ciudadan¨ªa en el desarrollo de causas de inter¨¦s general, entre las que colocamos la cultura. La reforma fiscal aprobada a finales del 2014[1], que entr¨® plenamente en vigor en 2016, ha sido foco del seguimiento por parte del Observatorio de Cultura y Comunicaci¨®n de la Fundaci¨®n Alternativas para valorar el impacto cuantitativo y cualitativo de esta reforma.
Como dato destacable podemos decir que los contribuyentes de Madrid, Catalu?a y Castilla-La Mancha son los que m¨¢s aportaron, entre 2016 y 2018, a la financiaci¨®n de la cultura. Esto a pesar de no contar con normativa espec¨ªfica en sus respectivas comunidades aut¨®nomas. Tendr¨ªamos entonces que preguntarnos cu¨¢les son los motivos que llevan a los benefactores a hacer sus donaciones.
M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n espa?ola desconoce la existencia de exenciones fiscales por la contribuci¨®n en las artes y la cultura
Muchos de los que compartimos reflexiones sobre cuestiones de mecenazgo estamos de acuerdo en que una mayor implicaci¨®n de la ciudadan¨ªa en la cultura no est¨¢ tan vinculada a medidas fiscales favorables. Sino que son otros motivos, arraigados en la sociedad, los que retraen la participaci¨®n y el desarrollo de la filantrop¨ªa. Si esto es as¨ª, una ley de mecenazgo no ser¨ªa capaz de resolver la situaci¨®n. Habr¨ªa que poner en marcha una serie de medidas de acompa?amiento, no necesariamente tributarias, para cambiar el modelo. Y esto tampoco ser¨ªa de la noche a la ma?ana. Por eso es importante que empecemos a afrontar la situaci¨®n para que la pr¨®xima generaci¨®n pueda encontrar un panorama m¨¢s favorable.
El escenario de partida que nos encontramos es que m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n espa?ola desconoce la existencia de exenciones fiscales por la contribuci¨®n en las artes y la cultura. As¨ª lo recoge un estudio de la Asociaci¨®n Espa?ola de Fundaciones[2], ¨®rgano que aglutina gran parte de las fundaciones espa?olas y trabaja por su fortalecimiento y desarrollo. Tambi¨¦n se detecta en este informe que las empresas alegan la falta de alineamiento de su p¨²blico objetivo con el sector cultural, lo que les retrae a la hora de financiar proyectos en este ¨¢mbito. Por otro lado, habr¨ªa que poner en evidencia que las empresas no realizan evaluaci¨®n y seguimiento de sus campa?as de mecenazgo, perdiendo la ocasi¨®n de dar a conocer el impacto de las acciones a las que prestan su apoyo.
En conclusi¨®n, Espa?a carece de una cultura de mecenazgo que permita el desarrollo de causas de inter¨¦s general. No es esta una cuesti¨®n que se pueda resolver a golpe de ley. Sin embargo, el tercer sector recibe con optimismo las proposiciones presentadas en el Congreso de los Diputados. Ambas parecen entender la situaci¨®n de partida, y adem¨¢s de las medidas fiscales, recurren a acciones de valoraci¨®n y reconocimiento, as¨ª como de sistematizaci¨®n de la informaci¨®n. Veamos c¨®mo y d¨®nde acaban, pues el calendario del Legislativo parece tener un horizonte incierto.
?* Inma Ballesteros es directora de Cultura y Comunicaci¨®n de la Fundaci¨®n Alternativas
[1] Actualizaci¨®n de 28 de noviembre de 2014 de la ley 49/2002 de r¨¦gimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y los incentivos fiscales de mecenazgo.
[2] http://www.fundaciones.org/es/sector-fundacional/inaef/informe-sobre-la-percepcion-acerca-de-las-caracteristicas-y-motivaciones-de-las-fundaciones-en-espana
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