Hacia un d¨¦bil gran banco alem¨¢n
Desde la Gran Recesi¨®n las dos entidades punteras, Deutsche Bank y Commerz Bank, apenas levantan cabeza
Hace tiempo que la gran banca privada alemana es un desastre. Lo que se suele olvidar dirigiendo los focos hacia la italiana, la griega u otras.
Pero la realidad es pertinaz. Desde la Gran Recesi¨®n las dos entidades punteras, Deutsche Bank y Commerz Bank, apenas levantan cabeza. Por eso intensifican ahora los contactos m¨¢s o menos informales para una posible fusi¨®n.
Auspicia la operaci¨®n el Gobierno federal y su ministro de Finanzas, el socialdem¨®crata Olaf Scholz, bajo la coartada de buscar campeones nacionales que puedan competir internacionalmente, ya que en el nacional chapotean.
La apoyan algunos grandes fondos norteamericanos como Cerberus, accionista de ambas entidades. Pero otros socios y gabinetes de estudios muestran reticencias.
El reciente giro en la pol¨ªtica monetaria del BCE, que augura una pr¨®rroga de la era de tipos de inter¨¦s en torno a cero, o muy bajos, supone un cierto acicate a la fusi¨®n.
Y es que la banca en general y las entidades m¨¢s torpes en particular ¡ªcomo es el caso de ambas marcas alemanas¡ª se muestran incapaces de obtener suficientes beneficios porque les cuesta justificar un margen digno si el precio de la mercanc¨ªa que manejan, el dinero, es baj¨ªsimo.
El punto de partida para la fusi¨®n de Commerz y Deutsche es su extrema debilidad, ya pr¨¢cticamente estructural. Commerz debi¨® ser rescatada en 2009 con ayudas de Estado casi iguales a las de Bankia: 18.000 millones.
Pero en aquel caso proced¨ªan del Tesoro alem¨¢n, que sigue ostentando el 15% de su capital. Commerz renquea (obtuvo una escasa rentabilidad del 3,4% sobre capital, un 8% m¨¢s que el a?o anterior), pero pasa la maroma.
El caso del Deutsche es mucho peor. Fue una de las entidades m¨¢s atrapadas por la crisis de las hipotecas basura en EE UU, ha figurado en casi todas las investigaciones sobre corrupci¨®n a grandes bancos ¡ªy ha sido reiteradamente multada¡ª por blanqueo de dinero, evasi¨®n de capitales, manipulaciones de tipos de inter¨¦s y dem¨¢s lindezas. Y lleg¨® a perder en 2015 la friolera de 6.890 millones de euros.
A base de esfuerzos, de despedir a personal (m¨¢s de 6.000 empleos) y de liquidez artificial (por m¨¢s de 100.000 millones del BCE), apa?¨® unos resultados positivos de 267 millones en 2018, por vez primera desde 2014.
No es seguro que el machihembrado de dos debilidades configure una fortaleza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.