La tasa de ahorro de las familias cerr¨® 2018 en m¨ªnimos hist¨®ricos

Como explica Mar¨ªa Jes¨²s Fern¨¢ndez, analista de Funcas, los ingresos de los hogares espa?oles crecen menos que sus compras: desde el m¨ªnimo de la crisis anotado en 2013, la renta disponible ha aumentado un 10,4%. En cambio, el consumo se ha elevado un 16,5%. Solo en 2018 las rentas subieron un 3,2% frente al 4% del consumo. En consecuencia, el ahorro cae en volumen un 10% en el a?o y un 44% respecto a 2013.

Es decir, mientras que en 2013 se ahorraban unos 64.000 millones, al cierre de 2018 los hogares guardaron solo 35.000 millones. En porcentaje sobre la renta disponible, desciende del 9,6% registrado en 2013 al 4,85% de la actualidad. La cifra contrasta con la media europea, que alcanza el 12,3% seg¨²n Eurostat. Solo Reino Unido y Portugal presentan tasas tan bajas.

Al inicio de la crisis, el ahorro de los espa?oles se dispar¨® a m¨¢ximos del 13,4%. Y aguant¨® entre el 12% y el 7% en los a?os siguientes. El miedo a perder el trabajo hizo que las familias ahorraran cuanto pod¨ªan. Entre 2009 y 2016, unos 220.000 millones de euros. Y todo ello se dedic¨® a quitarse hipoteca, tal y como se observa en los datos del Banco de Espa?a. Sin embargo, esta tendencia tom¨® el camino inverso hace tres a?os. En 2016 cay¨® con fuerza. Y en 2017 y 2018 se hundi¨® hasta niveles nunca alcanzados en las series (la del Banco de Espa?a, que empieza en 1999, y la del Ministerio de Econom¨ªa, que se remonta hasta 1964).

El desplome del ahorro explica que se haya detenido la reducci¨®n de deuda. Entre 2010 y 2015, los pasivos de las familias se recortaban a raz¨®n de unos 30.000 millones al a?o. Sin embargo, en 2018 apenas bajaron en 793 millones, hasta los 712.013 millones. Se trata de un descenso muy leve que podr¨ªa marcar un hito: parece que los hogares han concluido el fuerte ajuste de la deuda que iniciaron tras el estallido de la burbuja. Las amortizaciones de hipotecas se igualan con lo que est¨¢ subiendo el nuevo cr¨¦dito hipotecario y los pr¨¦stamos al consumo. En relaci¨®n al PIB, la deuda ya se acerca a cotas europeas.

De hecho, las familias llevan ya dos a?os disminuyendo el colch¨®n construido durante la recesi¨®n. En 2017, desembolsaron 4.759 millones m¨¢s de lo que ganaron, seg¨²n el INE. Y en 2018, 14.800 millones. Aun as¨ª, en ninguno de los dos a?os las familias engordaron su deuda porque tiraron del patrimonio ahorrado para financiarlo.

En definitiva, la mejora del patrimonio y las buenas expectativas del mercado laboral han impulsado el consumo m¨¢s all¨¢ de lo que preve¨ªan los analistas. Durante la recesi¨®n se pospusieron muchas compras de bienes como electrodom¨¦sticos o autom¨®viles. Y esa demanda embalsada, propulsada por un cr¨¦dito al consumo que el a?o pasado avanz¨® al 15%, ha hecho que las familias compren m¨¢s de lo que suman sus rentas. Desde hace ya varios a?os, los analistas esperan que ese consumo se modere de manera que se recomponga el ahorro. Algo que deber¨ªa estar pasando cuando la generaci¨®n del?baby boom se aproxima a su jubilaci¨®n y en previsi¨®n de una posible subida de tipos hacia finales de 2020. Sin embargo, no ha sucedido.

Los expertos siempre apuntan que los espa?oles en realidad invierten su ahorro en el ladrillo. Y el precio de la vivienda ha vuelto a subir generando un efecto riqueza. Sea cual sea la raz¨®n, esta resistencia del consumo explica en buena medida que la econom¨ªa espa?ola est¨¦ aguantando mejor la ralentizaci¨®n exterior.

Adem¨¢s, se est¨¢ generando empleo a la misma velocidad que crece la econom¨ªa. Y eso significa que todo el crecimiento se hace a fuerza de contratar trabajadores y no de mejorar la productividad. Si los trabajos que se crean no son productivos, los salarios no pueden ser altos, lo que provoca que los nuevos contratados tengan menos capacidad de ahorro. En general, con un salario medio que la Agencia Tributaria cifra en 25.083 euros parece dif¨ªcil ahorrar. Y el paro todav¨ªa se antoja muy elevado.