La tasa de ahorro de los espa?oles se acerca a su m¨ªnimo hist¨®rico
El porcentaje de la renta que los hogares guardan para el futuro se reduce al 6,1%, apenas tres d¨¦cimas m¨¢s que en 2008
El presidente Mariano Rajoy ha animado a los espa?oles a ahorrar para completar la pensi¨®n. Sin embargo, la tasa de ahorro se sit¨²a ahora en el 6,1% de la renta disponible, muy lejos del m¨¢ximo del 13,4% en 2009 y muy cerca del m¨ªnimo hist¨®rico del 5,8% en 2008. Seg¨²n el INE, un 38% de los hogares no tiene para imprevistos. Con un paro del 16,5% y un salario medio que la Agencia Tributaria cifra en 24.864 euros brutos, parece dif¨ªcil ahorrar. Un estudio de Fedea constata que un 40% de los espa?oles no puede, sobre todo j¨®venes y familias monoparentales. Aun as¨ª, esto supone una mejora respecto al 60% que no lo hac¨ªa en 2007, cuando esos hogares consum¨ªan por encima de su renta animados por la burbuja.
Durante la crisis, el ahorro se dispar¨® por precauci¨®n y para amortizar la hipoteca. Hasta el punto de que la deuda de los hogares cay¨® de una cantidad equivalente al 80% del PIB hasta el 60%. Muchas compras se pospusieron, sobre todo las de autom¨®viles o electrodom¨¦sticos. Ahora que se ha reducido la incertidumbre, el consumo ha despegado incluso por encima de lo que crecen las rentas, favorecido por las mejores perspectivas, la financiaci¨®n y el efecto riqueza que brinda la Bolsa y la mejora inmobiliaria.
Desde 2013, las rentas han crecido un 8%. Sin embargo, aunque todav¨ªa por debajo de los niveles precrisis, el consumo ha crecido un 13%, destaca Miguel Cardoso, economista de BBVA. De ah¨ª que el cr¨¦dito al consumo crezca ahora a tasas r¨¦cord, se?al clara de que una parte de la poblaci¨®n no ahorra. Adem¨¢s, con unos tipos en m¨ªnimos hist¨®ricos, la urgencia para recortar deuda es menor. Y todo ello se ha plasmado en una tasa de ahorro situada en m¨ªnimos hist¨®ricos.
Sin embargo, el ahorro cobra importancia en un contexto en el que las pensiones perder¨¢n poco a poco poder adquisitivo. Debido a las reformas de 2011 y 2013, la relaci¨®n con el ¨²ltimo salario caer¨¢ del 80% al 50% en 30 a?os, seg¨²n Bruselas. La edad media en Espa?a est¨¢ en 42 a?os y los grupos de poblaci¨®n m¨¢s numerosos se hallan entre 35 y 55 a?os. Es decir, el baby boom se aproxima a su jubilaci¨®n, y eso deber¨ªa traducirse en un incremento del ahorro que no se percibe todav¨ªa en los datos.
?Liquidez empresarial o ahorro familiar?
BBVA Research sostiene que hay mucho ahorro familiar en las empresas. En Espa?a abunda la pyme familiar en la que las cuentas del hogar y las de la sociedad se difuminan. En la crisis, ante las dificultades para acceder a financiaci¨®n, las familias trasladaron ahorros a las empresas de su propiedad. Fruto de este proceso, ahora se detecta que con la recuperaci¨®n las empresas almacenan mucha liquidez que, en definitiva, es ahorro familiar.
Otra raz¨®n que explica la baja tasa de ahorro es el patrimonio acumulado. Y la sensaci¨®n de que ahora est¨¢ recuperando valor. En Espa?a hay poco ahorro financiero pero mucho inmobiliario. Incluso en las rentas bajas. Y eso ha provocado que Espa?a figure bastante bien en la encuesta de riqueza del BCE con cifras de 2014, incluso despu¨¦s de que el inmobiliario perdiese un 20%. Pese a contar con unos ingresos no tan altos, la apuesta por la vivienda en propiedad, que adem¨¢s se hereda, ha hecho que Espa?a tenga una riqueza neta media de 245.600 euros, por encima de los 223.300 de la eurozona. Solo Luxemburgo, Chipre, Malta, B¨¦lgica y Austria presentan mayor riqueza. En Espa?a, el 80% de los hogares posee vivienda y el 40%, un segundo inmueble; mientras que en Alemania solo el 44% y el 20%; en Francia, el 59% y el 23%; en Italia, el 68% y el 23%. Algunos economistas apuntan que estos datos no tienen en cuenta ni las altas prestaciones p¨²blicas de otros pa¨ªses, ni los planes de jubilaci¨®n de empresa. Y recuerdan que concentrar el ahorro en el ladrillo da problemas de liquidez, limita la movilidad laboral y puede entra?ar un endeudamiento excesivo.
Otros expertos se?alan que la alta tasa de vivienda pagada entre los mayores significa que en realidad tienen una renta disponible mayor, aunque reciban pensiones bajas. La encuesta de riqueza del Banco de Espa?a da una foto reveladora: las franjas hasta 50 a?os perdieron en 2014 mucho patrimonio respecto a las de 2008. En cambio, los mayores aguantaron mejor.
Los mayores guardan m¨¢s
Por otra parte, un estudio de Fedea, elaborado por L¨®pez Laborda, Mar¨ªn y Onrubia, detecta que el ahorro no cae tanto como dice el INE. Las familias sin capacidad de ahorrar han descendido desde el 60% de 2007 al 40% de 2015. Bajo la ilusi¨®n de una burbuja, se consum¨ªa a¨²n m¨¢s por encima de las rentas. Seg¨²n sus conclusiones, el ahorro ha descendido ligeramente desde el pico de 2009, pero se mantiene en tasas elevadas. Sin embargo, la estructura parece poco l¨®gica: los que m¨¢s ahorran de media son los mayores de 65 a?os. Y los que no tienen capacidad para hacerlo son j¨®venes y familias monoparentales.
Otros estudios, como el de Jos¨¦ Ignacio Garc¨ªa-P¨¦rez o uno del Banco de Espa?a, documentan que los salarios de entrada al mercado de trabajo para alguien que procede del paro o que es joven se han desplomado entre un 15% y un 20%. As¨ª las cosas, los que no tienen patrimonio, j¨®venes, parados o con cargas familiares son quienes peor lo tienen para ahorrar, en especial porque les resulta m¨¢s dif¨ªcil acceder a una hipoteca. Y eso deja a una parte de las familias en una situaci¨®n vulnerable. El ahorro parece tan desigual como todo lo dem¨¢s.
Los recursos se van a la vivienda
Espa?a es uno de los pa¨ªses de la OCDE donde el ahorro financiero per capita es m¨¢s bajo. El grueso del ahorro se dirige m¨¢s bien hacia el sector inmobiliario, esto es, la vivienda. Sin embargo, en estos momentos los sueldos son m¨¢s bajos y la concesi¨®n de hipotecas se ha endurecido. Lo cual hace m¨¢s dif¨ªcil acumular ahorro mientras se abona un alquiler por el alojamiento.
En opini¨®n de ?ngel Mart¨ªnez-Aldama, presidente de la patronal de fondos de inversi¨®n Inverco, el primer paso esencial es concienciar. Una vez hecho, resulta m¨¢s f¨¢cil que incluso los empleados con salario bajo puedan reclamar a sindicatos y empresas un plan de pensiones. Mart¨ªnez-Aldama cita el ejemplo brit¨¢nico, donde progresivamente se ha implantado un sistema por el cual la empresa pone al a?o un 4% del salario, el trabajador un 3% y el Gobierno un 1% con desgravaciones. El trabajador puede desvincularse si quiere, pero la aceptaci¨®n ha sido muy elevada. En Reino Unido, el sistema de pensiones p¨²blico es mucho menos contributivo que el espa?ol, donde hay m¨¢s relaci¨®n entre lo cotizado y lo que se percibe finalmente.
Para Mart¨ªnez-Aldama, el problema es que no se est¨¢ haciendo lo suficiente para concienciar. El Gobierno no env¨ªa a los ciudadanos la carta con una proyecci¨®n de c¨®mo quedar¨¢ su pensi¨®n futura. Y el simulador creado, aparte de ser de dif¨ªcil acceso, no descuenta la inflaci¨®n. As¨ª que da, seg¨²n el directivo del Inverco, una falsa ilusi¨®n monetaria de lo que va a ser la pensi¨®n.
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