Cae una banda que blanque¨® 9 millones en tres meses con cajeros de criptomonedas
La Guardia Civil detiene a ocho personas que desde un locutorio del madrile?o barrio de Ventas lavaban dinero para otras organizaciones criminales
La base de las operaciones la ten¨ªan en un discreto edificio de pisos tur¨ªsticos muy cercano al Aeropuerto Adolfo Su¨¢rez-Barajas de Madrid. Y la tapadera mercantil, en un humilde locutorio del barrio de Ventas, tambi¨¦n de la capital, donde hab¨ªan instalado dos cajeros autom¨¢ticos de criptomonedas. Una estructura aparentemente sencilla con la que la banda ahora desarticulada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil era capaz de blanquear por encargo grandes cantidades de dinero de otras organizaciones criminales, principalmente del narcotr¨¢fico, seg¨²n ha informado este mi¨¦rcoles el Instituto armado. Solo entre el 1 de enero pasado y el 26 de marzo, cuando sus ocho integrantes fueron detenidos, hab¨ªan lavado 9 millones de euros gracias al movimiento de monedas virtuales, detallan a EL PA?S fuentes cercanas de la investigaci¨®n. M¨¢s de 100.000 euros al d¨ªa.
Adem¨¢s, de los dos cajeros, los agentes han intervenido cuatro 'billeteras fr¨ªas' (pendrives donde custodiaban de modo seguro criptomonedas) y 20 wallets o monederos virtuales. Adem¨¢s de los ocho detenidos, hay otras ocho personas investigadas, adem¨¢s de nueve empresas implicadas y once veh¨ªculos intervenidos, varios de ellos de coleccionista. La Guardia Civil tambi¨¦n ha localizado, gracias a perros adiestrados, 16.800 euros en met¨¢licos ocultos en el doble fondo de un armario que solo se abr¨ªa con una tarjeta magn¨¦tica. Fuentes de la investigaci¨®n creen que esta organizaci¨®n llevaba blanqueando dinero en Espa?a cerca de cuatro a?os, en su mayor parte para organizaciones criminales asentadas en Colombia que hab¨ªan extendido sus redes a Barcelona, M¨¢laga y Madrid.
La operaci¨®n que ha permitido su desarticulaci¨®n -bautizada como Kampuzo en referencia a la calle Campezo, de Madrid, donde ten¨ªan uno de sus focos de actividad- se inici¨® en noviembre de 2017 cuando en el transcurso de otro operativo, la Operaci¨®n Guatuzo, tambi¨¦n contra el blanqueo de capitales, se detect¨® la presencia en Madrid de un grupo de ciudadanos de origen colombiano y venezolano, aunque la mayor¨ªa con nacionalidad espa?ola, que presuntamente se dedicaba a transferir a Colombia grandes cantidades de dinero por encargo de narcotraficantes. La organizaci¨®n, que inicialmente se dedicaba al traslado f¨ªsico en billetes, r¨¢pidamente hab¨ªa montado una estructura de sociedades y hab¨ªa iniciado operaciones de lavado por otros sistemas m¨¢s complejos y efectivos.
Algunos eran tradicionales, como el denominado "de compensaci¨®n" (intercambio de grandes cantidades de dinero entre Madrid y destino sin necesidad de que este viajase f¨ªsicamente) o transferencias a trav¨¦s de multitud de cuentas bancarias abiertas a nombre de sus empresas para dificultar que se pudiera seguir su rastro. Sin embargo, la banda, comandada por dos ciudadanos colombianos que se repart¨ªan los roles, hab¨ªa evolucionado r¨¢pidamente y optado desde hace tiempo por la compraventa de criptomonedas para hacer m¨¢s seguras sus operaciones de lavado. Por cada una de ellas cobraba a las organizaciones criminales que les contrataban una comisi¨®n de hasta el 8% del dinero transferido, seg¨²n detallan fuentes cercanas a la investigaci¨®n.
Para ello, la organizaci¨®n hab¨ªa franquiciado dos cajeros de criptomonedas, que hab¨ªa instalado en el locutorio del barrio de Ventas aparentemente para dar servicio a las personas que acud¨ªan al mismo. Sin embargo, las pesquisas han revelado que eran los integrantes de la propia organizaci¨®n los que utilizaban dichos terminales -sin conocimiento de la compa?¨ªa que se los hab¨ªa facilitado- para mover grandes cantidades de dinero hacia monederos virtuales y, posteriormente, hacer llegar estos fondos a Colombia. Principalmente a C¨²cuta, una ciudad lim¨ªtrofe con Venezuela, convertida en el destino final del trasiego virtual de fondos.
Para justificar dichos movimientos de dinero, la organizaci¨®n simulaba operaciones de compraventa con facturas falsas entre las empresas de su propio entramado societario. En ellas utilizaban conceptos gen¨¦ricos como "sondeo de mercado inmobiliario" y no se preocupaban en utilizan mercantiles con actividades dispares que hac¨ªan poco cre¨ªbles dichos negocios. As¨ª, llegaban a fingir negocios entre una empresa comercializaci¨®n de hidrocarburos y otra de intermediaci¨®n en la adquisici¨®n de equipos inform¨¢ticos. "En algunos casos eran facturas muy burdas", destacan fuentes cercanas a la investigaci¨®n. Estas tambi¨¦n destacan que tambi¨¦n utilizaban identidades reales de personas que eran totalmente ajenas a la organizaci¨®n y a las que suplantaban tras hacerse de manera fraudulenta con los datos de sus DNI.
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