Los pol¨¦micos mini-BOT: Italia debate la creaci¨®n de una moneda paralela
La propuesta de la Liga de emitir minibonos siembra la divisi¨®n en el Gobierno y preocupa a los economistas
Italia ¡ªque camina con paso firme hacia una sanci¨®n de la UE por su elevada deuda p¨²blica, la segunda m¨¢s elevada de la Uni¨®n y una de las mayores del mundo¡ª flirtea estos d¨ªas con la posibilidad de crear una suerte de sistema alternativo de pagos para cubrir la deuda del Estado con sus proveedores y que podr¨ªa acabar utiliz¨¢ndose para pagar impuestos.
Se trata de los denominados mini-BOT (por sus siglas en italiano Buoni Ordinari del Tesoro, bonos del Tesoro), una especie de t¨ªtulos emitidos por el Estado, de peque?o valor, entre cinco y 100 euros, sin intereses ni vencimiento, que se imprimir¨ªan y entregar¨ªan a las empresas y ciudadanos con los que la Administraci¨®n P¨²blica tiene una deuda.
M¨¢s all¨¢ del t¨ªtulo de papel, con el que el acreedor seguir¨ªa sin cobrar su deuda, necesitar¨ªan ir acompa?ados de una utilidad efectiva. La sugerencia es que quienes los reciban puedan utilizarlos para pagar impuestos u otros bienes y servicios vinculados al Estado, como billetes de tren de la red nacional de ferrocarriles o gasolina de la petrolera estatal ENI. Si este uso llegara cristalizar, se convertir¨ªan en algo peligrosamente muy parecido a una moneda paralela.
La idea de los mini-BOT lleva la firma de Claudio Borghi, consejero econ¨®mico de cabecera del l¨ªder de la Liga, Matteo Salvini, euroesc¨¦ptico declarado y actual presidente del Comit¨¦ de Presupuestos de la C¨¢mara baja. La coalici¨®n populista formada por el Movimiento 5 Estrellas y la Liga vio en la medida una posibilidad para aliviar la alt¨ªsima deuda comercial y la incluy¨® en su contrato de Gobierno.
El planteamiento, que hace dos semanas consigui¨® el apoyo ¡ªno vinculante¡ª de la C¨¢mara de los diputados en masa, ha despertado los recelos de los economistas, que creen que podr¨ªa convertirse tambi¨¦n en un modo de sortear las limitaciones de gasto y deuda impuestas por Bruselas.
Por ahora se trata solo de un esbozo que cuenta con el rechazo frontal del ministro de Econom¨ªa, Giovanni Tria, que ha frenado en seco la idea por considerarla ¡°ilegal¡± e ¡°in¨²til¡±. Los minibonos ¡°violar¨ªan las reglas de la moneda europea [solo el BCE puede autorizar la emisi¨®n] o se sumar¨ªan a la enorme deuda p¨²blica del pa¨ªs¡±, seg¨²n ha declarado Tria, t¨¦cnico independiente y bisagra en las tensas relaciones entre Roma y las instituciones econ¨®micas de Bruselas y que ya ha amagado con dimitir anteriormente.
La Administraci¨®n P¨²blica italiana tiene la deuda con los proveedores m¨¢s alta de la UE, lo que se traduce en problemas de liquidez para las empresas. El Banco de Italia la calcula en 53.000 millones de euros; y los datos de Eurostat apuntan a que representa el 2,9% del PIB. Este pasivo no computa dentro del total de deuda p¨²blica, pero si el Estado pretende saldarla emitiendo minibonos, se encaminar¨ªa hacia un aumento irremediable de su deuda soberana, tal y como ha advertido el gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco, al recordar que son t¨ªtulos de deuda p¨²blica. ¡°Peque?os, pero deuda igualmente¡±, ha a?adido.
Los mini-BOT, por el momento, no tienen muchas opciones de materializarse, pero el debate generado, la confusi¨®n y la colisi¨®n interna con el ministro y los poderes f¨¢cticos italianos agrietan la confianza de los mercados, de los inversores y de los socios internacionales.
Esta iniciativa recuerda a los patacones emitidos en Argentina durante la crisis de 2001-2002 por el Gobierno de Buenos Aires para pagar salarios y proveedores con la promesa de cancelarlos al 107%. El ejemplo de Buenos Aires pronto cundi¨® en el resto del pa¨ªs: en lo peor de la crisis, cada Administraci¨®n emit¨ªa su propia moneda sin respaldo.
La pol¨¦mica no podr¨ªa llegar en peor momento para Italia. La UE ha dado esta semana un paso para poner en marcha el proceso de infracci¨®n al pa¨ªs por su elevada deuda. Y los mercados llevan semanas castigando a sus t¨ªtulos, con la exigencia de intereses a¨²n mayores que los de la deuda griega.
No solo el ministro Tria ha criticado los mini-BOT. El presidente de la patronal, Vincenzo Boccia, insiste en que Italia no puede endeudarse m¨¢s ¡°salvo para realizar inversiones¡± que, seg¨²n el jefe de los empresarios, podr¨ªan financiar infraestructuras transnacionales ¡°de inter¨¦s para Europa e Italia¡±. Los dos vicepresidentes y l¨ªderes de los dos partidos en el Gobierno, Matteo Salvini y Luigi Di Maio, han pedido al titular de Econom¨ªa que proponga una soluci¨®n alternativa, mientras repiten el mantra de que los minibonos ¡°ayudar¨ªan a los italianos¡±.
Para el economista Tommaso Monacelli, de la Universidad Bocconi, los mini-BOT, en el mejor de los casos, ser¨ªan completamente inservibles porque no ser¨ªan capaces de resolver los problemas de deuda de la Administraci¨®n P¨²blica con las empresas privadas. Y en el peor de los casos, esconder¨ªa posibles escenarios de salida del euro.
Nuevo choque con Bruselas y Fr¨¢ncfort
Por si faltaran elementos de fricci¨®n entre el Gobierno populista italiano y las instituciones europeas, la idea de lanzar unos t¨ªtulos que podr¨ªan acabar convertidos en una especie de moneda paralela es una nueva fuente de conflictos entre Roma y Bruselas. Guerra a la que se une ahora con inusual claridad Fr¨¢ncfort, sede del BCE.
Mario Draghi, presidente del Eurobanco, mide con cuentagotas sus intervenciones sobre los planes de los Gobiernos de la eurozona. Pero la semana pasada evit¨® cualquier ambig¨¹edad sobre los minibonos italianos. ¡°O bien son dinero, y entonces son ilegales, o bien son deuda, y entonces el monto total de la deuda crecer¨ªa. No creo que haya una tercera posibilidad¡±, asegur¨® a los periodistas <TB>que le preguntaban por el tema con insistencia.
Adem¨¢s, al recordar que la lectura que hacen los mercados de estos mini-BOT ¡°no es muy positiva¡±, Draghi ¡ªque antes de su cargo en el BCE hab¨ªa ejercido en Italia como jefe del banco central y del Tesoro¡ª met¨ªa el dedo en la llaga. Porque al margen de que no parece que estos minibonos tengan demasiado recorrido pol¨ªtico, los expertos s¨ª temen que la ret¨®rica populista de sus impulsores ¡ªentre los que destaca el vicepresidente y nuevo hombre fuerte del pa¨ªs, Matteo Salvini¡ª vaya a castigar a¨²n m¨¢s a la ya muy castigada deuda italiana.
En la reuni¨®n de este fin de semana del G20 se habl¨® de los conflictos que tiene abierto el Gobierno italiano. ¡°El ministro Tria sabe lo que tiene que hacer¡±, se limit¨® a decir el comisario europeo de Asuntos Econ¨®micos, Pierre Moscovici.
¡°Italia es la mayor preocupaci¨®n en la eurozona¡±, responde Joachim Fels, asesor global del fondo Pimco. Las encuestas muestran que la mayor¨ªa de sus ciudadanos rechaza la salida del euro. Quiz¨¢s por ello los partidos del Gobierno, Liga y Movimiento 5 Estrella, han moderado su discurso en este aspecto. Pero si esta especie de moneda que recuerda a los patacones de la Argentina en crisis se convirtiera en realidad, los acontecimientos podr¨ªan precipitarse. ¡°Los mini-BOT derivar¨ªan en una gran pelea. Y generar¨ªan mucha volatilidad y presi¨®n de los mercados, que lo entender¨ªan como un primer paso hacia la salida del euro¡±, contin¨²a Fels.
Los t¨ªtulos servir¨ªan en principio tan solo para saldar deudas de proveedores del Estado a trav¨¦s de rebajas en impuestos o en bienes que suministra el Gobierno. Pero sembrar¨ªan la semilla para convertirse en una moneda paralela al euro, algo que violar¨ªa el monopolio por parte del BCE en la emisi¨®n de dinero.
¡°Si el Gobierno aceptara los mini-BOT para que la gente pague impuestos, lo mismo podr¨ªa decirse de los negocios si los aceptaran¡±, asegura el catedr¨¢tico de An¨¢lisis Econ¨®mico Joaqu¨ªn Maudos. ¡°No hay atajos para reducir la elevada deuda p¨²blica de Italia. No hay m¨¢s remedio que reducir el d¨¦ficit p¨²blico, lo que exige reducir gasto y / o elevar impuestos. Es lo que el Gobierno italiano quiere evitar¡±, concluye Maudos.
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